El investigador argentino Lucas Garibaldi1 de la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas afirma que cualquier cambio transformador para frenar la crisis planetaria sobre la diversidad, engloba la propuesta de toda una serie de cambios fundamentales en todo el sistema: en las visiones de la sociedad (formas de pensar, saber y ver); las estructuras (formas de organizar, regular y gobernar); y las prácticas (formas de hacer, comportarse y relacionarse). Se tiene que dar todo: el cambio a los valores, a las prácticas, y a las instituciones. Pero en muchos de los ejemplos empiezan a cambiar las instituciones, después las prácticas y después los valores; en otros cambian las prácticas, después las instituciones y después los valores; y en otros primero los valores, después las instituciones y después las prácticas. Esta visión de cambio del científico Garibaldi nos sirve por cómo se ha transformado el sistema educativo a lo largo de la historia. Este artículo se presenta la experiencia del doctor Jeroni Estrany que ante la carencia de escuelas para niños y su precaria salud promovió las Escuelas del Districte Sisè, en medio del Rabal de la ciudad de Barcelona, en 1906. Unas escuelas con unos objetivos muy definidos: la educación de los hijos de los obreros y menestrales, la vinculación de la escuela a la evolución científica y la introducción del higienismo dentro del mundo de la escuela. Los valores y las inquietudes sociales y la situación de la infancia del Doctor Estrany lo llevaron a crear una institución escolar con unas prácticas educativas muy diferentes que en la mayoría de centros de la ciudad realizaban en aquel momento. Unas escuelas sostenidas económicamente por un patronato presidido por el empresario Ramon Monegal i Nogués2. La salud y la buena educación de los niños eran los dos elementos claves de esta escuela.

Las Escuelas empezaron con solo doce alumnos y un maestro. Hay que hacer mención, que en pocos días la escuela fue creciente en alumnas que hizo que la Junta tuvo que contratar una maestra para párvulos y otro maestro. Todavía más, en los pocos meses de la inauguración contaban con una matrícula de unos doscientos alumnos, distribuidos en seis grados elementales y uno de párvulos. Cada grado tenía su plan de estudios.
El primer objetivo era la salud de los niños, con la puesta en práctica del higienismo. El centro estaba situar en la calle de Carme, entre la Plaza del Padró y la calle de Sant Llàtzer. Un edificio de considerables dimensiones y modesta fachada3. El asesoramiento del médico por el tema del espacio, queda muy patente con esta afirmación: «Cada grado tiene su sala a propósito, con cubicación de aire y luz más que suficiente para estén dentro de los preceptos higiénicos escolares»4 La planta contaba además con tres salas más para realizar otras actividades pedagógicas: una de música, una para hacer las clases de escribir y una por los trabajos manuales. También tenía «un servicio cumplido de higiene individual con los urinarios y retretes con Watter-Closets.» En la planta superior del edificio, había el gimnasio de ciento metros cuadrados con seis grandes ventanales para que entrara el aire y la luz. Un gabinete de estudio antropométrico, donde un completo equipo médico (dermatólogo, oftalmólogo, otólego, odontólogo y tres médicos de medicina general) hacían las revisiones periódicas de los niños. El Doctor Estrany conceptuó el principio de las “relaciones focales”, a partir de observar que los alumnos de las primeras y las últimas hileras aprendían con más dificultado que el resto. Para corregirlo, concibió aulas pequeñas, con pocos niños y sin mesas. Incluso diseñó su propio mobiliario escolar, con bancos con capacidad para tres alumnos cada uno. El Doctor Extrany diseñó el propio mobiliario de las Escuelas, a partir de sus investigaciones, para tener en cuenta el bienestar físico de los niños y que puedan aprender mejor. Se parte de la legislación inglesa sobre Higiene Escolar. En este sentido, los bancos en las aulas de clase oral, eran para tres alumnos, La altura de cada banco era de 30 a 45 centímetros para que el niño pueda tener el pie en el suelo y que el muslo y la pierna hagan ángulo recto. La profundidad de los bancos era de 23 a 28 centímetros y la longitud de 50 a 60 centímetros por cada alumno. En estas aulas no tenían mesas, puesto que consideraban que eran una molestia para llevar a cabo las actividades. Las mesas estaban en la sala de escritura. Los bancos se podían disponer de diferentes formas, segundo la actividad que se quería realizar. Finalmente, el otro punto importante por la salud, era la gimnasia sueca para fortalecer los cuerpos de los niños. Como complemento, y para sanear los pulmones, dos veces por semana se hacen excursiones e iban al Club Barceloneta, donde realizaban juegos y gimnasia sueca al aire libre. La preocupación para la salud de los niños, hace que a partir del 1908 organizaron las primeras colonias infantiles en Arenys de Munt. El año siguiente no se pudieron reeditar las colonias, debido a una carencia de financiación. Ante esta situación, se organizaron, el verano del 1911, el primer curso de gimnasia somascètica5que se ha dado en España. El curso lo impartió Langlois du Feu. Participaron unos ciento treinta y cinco chicos. A partir de aquel año, los alumnos podían realizar semicolonias por turnos en la playa de la Barceloneta durante el verano.

El segundo objetivo era la mejora de la educación. Los alumnos procedían de dos grupos sociales muy diferentes: unos del Rabal, hijos de la clase obrera, y por la otra los que vivían a las Rondas de Sant Pau o Sant Antoni, de familias menestralas. La escuela era el punto de encuentro de niños que de lo contrario no se habría conocido y relacionado y era una riqueza por las diferentes experiencias y realidades que vivían cada uno. Se tiene que tener en cuenta que la cuota del centro era regulaba según las posibilidades económicas de cada familia6. Las Escuelas del Distrito Sexto marcaron un estilo determinante dentro de las instituciones educativas del momento, tal como podemos leer en las palabras de Alexandre Galí:
Se explica, pues, que (…) acabaran siendo un modelo especialmente logrado de escuela graduada, la primera quizás que se hubiera creado en Cataluña, y que a la vegada fueran una de las instituciones escolares organizadas con preocupaciones técnicas de control físico, psicológico de los alumnos (…). Paso a paso, con concepto claro y consciente del objetivo pedagógico de una educación de verdad e integral, preparatoria por el combate de la vida, hasta el punto de poderlapresentar como un ejemplo y servir de modelo para la creación de los centros educativos necesarios para el adelanto de nuestro país7
Fue una escuela de aprendizaje y de laboratorio pedagógico de algunos maestros que años después se convirtieron en referentes de la educación en Catalunya como fueron Artur Martorell, Pere Vergés o Enric Gibert. La lengua vehicular de las clases era el catalán. El dibujo, la música y la gimnasia tenían un gran papel en todas las edades. Por el que hace el dibujo, se aplica como medio de expresión de ideas adquiridas sobre objetos, como cultivo de la actividad manual y para representar los objetos por visión directo de ellos. En los chicos más grandes, se introducía el dibujo linial para convertirse en dibujo topográfico. Tenían pocos libros de texto, y se daba una formación realista y sistemática, donde los temas culturales tenían un papel predominante. Hay una programación vertical, teniendo en cuenta la edad de los alumnos. Las materias eran variadas como Aritmética, Geometría, Ciencias físicas y naturales, Gramática catalana y castellana, Geografía e historia, Civismo, Religión e historia sagrada, Dibujo, Música, Gimnasia y Lecciones de cosas (explicación del que está en inmediato contacto con el chico).
En relación a la música, cada grado tenía un coro con canciones apropiadas y estudio de solfeo. La formación de estos jóvenes se complementa en la visita de centros culturales, la asistencia a conciertos y espectáculos públicos de un gran valor educativo. La música era considerada uno de los elementos más importantes de la educación de los niños. Las Escuelas del Distrito Sexto tuvieron como maestro de música a Joan Gibert. Además de dar clases fue una gran compositor y músico. Él mismo escribía las grandes ventajas de la música por los niños:
Ella se quién despierta en la sencilla alma del niño (…) las primeras sensaciones de arte, descubre en sus ojos admirados una vida superior (…) y le da una cultura interna que forma parte más tarde de la cultura del pueblo (…). Ofrecerla como el fruto más sabroso y delicado (…)8
Uno de los puntos importantes de esta propuesta educativa era poder conocer bien a su alumnado «para llevar al discípulo por los buenos caminos de la moral, de la ciencia y de la estética»9 El maestro iba recogiendo las diferentes observaciones y experiencias de cada alumno de una forma metódica. El que anotaba el maestro iba acompañado de unos datos que eran numéricos para poder ser más exactos. Para recoger toda esta información crearon un documento que lo denominaban La Hoja Pedagógica. Cada alumno tenía dos gráficas de notas, una que hace referencia al comportamiento y la otra al aprovechamiento. Las notas iban de 0 a 3, en orden de peor a mejor. El alumno tenía una libreta donde anotaba en lápiz la nota que se merecía, después de cada clase. Al atardecer, en su casa las repasaba en tinta y hacía una media que lo anotaba a la gráfica. En el día siguiente, las pasaba al cronista que hacía la media de toda la clase. Los sábados, presentaban los resultados individuales y de la clase al miembro de la Junta que los visitaba.
En cada clase crearon tres cargos entre los alumnos: juez, cronista y monitor. El juez, tenía que dar buen ejemplo al resto de compañeros y tenía autoridad para avisar al resto y, incluso con el asesoramiento del maestro, castigarlos. También podía resolver conflictos entre compañeros, ahora le diríamos hacer de mediador. La tarea del cronista era muy completa. Primero, tenía que hacer un diario del que se había explicado en la clase y de los ejercicios que habían realizado. Una segunda función, era anotar la temperatura atmosférica del día. En tercer lugar, hacer una valoración de cómo había ido el día a partir de unas gráficas que valoraba el comportamiento y el aprovechamiento (en los grados de tercero a sexto). El monitor era el encargado de proporcionar los materiales al resto y de llevar la orden y la limpieza de la clase. Todos estos cargos eran elegidos entre los alumnos de la clase. Este funcionamiento de cargos, tenía una doble función: «al mismo tiempo que facilitan la marcha ordenada de la clase son un excelente medio de educación cívica, crean hábitos de orden y medida y hacen nacer un sentimiento de solidaridad entre todos los elementos de la clase»10
El año 1922, cerraba la escuela. Según Alexandre Galí11, la crisis tuvo una doble causa. La primera, el cambio de vida económica de Monegal. La segunda fue la expansión de la obra escolar del ayuntamiento de Barcelona que necesitaba de profesorado, con un perfil muy determinado y que los docentes de esta escuela tenían, como ya formados en las nuevas corrientes higienistas y pedagógicos del momento. De hecho, la mayoría de maestras pasaron en escuelas del Ayuntamiento u otras instituciones.
Las Escuelas del Districte Sisè fueron un modelo para otros. Una escuela graduada y una de las primeras organizadas con preocupaciones técnicas de control físico, psicológico y pedagógico de los alumnos. La primera escuela, gracias seguro a las amistades del Doctor Estrany, de poder contar con un cuerpo médico muy completo y efectivo. También fue una de las primeras en el establecimiento de la ficha pedagógica permanente. El alumno, y esto también era nuevo en aquella época, llevaba la contabilidad de las notas que recibía en todos los campos de la vida del centro, incluso, los de su conducta. Fueron dieciséis años de una gran experiencia pedagógica en Barcelona, que todavía hoy no ha estado ni bastante conocida, ni reconocida por las instituciones públicas de la ciudad y del país. A modo de ejemplo, no hay ningún cartel ante el edificio que recuerda que fue aquella escuela.
1 elDiario.es, 2 de gener de 2025. https://eldiario.us6.list-manage.com/track/click? u=c69ba1ef3f044e29f01e39064&id=16b341ba22&e=b46479bc43
2 Defis, Otília . Artur Martorell, l’home. Barcelona: Publicacions de l’Abadia deMontserrat, pàg. 56. (1995).
3 Años después la finca se abandonó. En el ninguno de los años solo se podían leer unas letras borradas que decían: Escoles del Districte Sisè.
4 Escoles del Districte sisè. Història, Barcelona: Gustau Gili, pàg. 4. (1912).
5 Los alumnos llegaban a la playa, se ponían los bañadores y a la misma arena hacían gimnasia sueca. Después unos baños al agua y recibían lecciones de natación: BRASÓ, J. y TORRREBADELLA, X. Barcelona y el problema de la educación física en la primera enseñanza a principios del Siglo XX. Las escuelas Catalanas del Distrito VI . Brasil: Sociedade Brasileira de Historia de educaçao. Pag.11. (2017)
6 Defis, Otília . Artur Martorell, Barcelona: Publicacions de l’Abadia deMontserrat, pàg. 60. (1995). La autora escribe esta afirmación por una entrevista a un exalumno, Rafael Solanic, el año 1982.
7 Galí, Alexandre. Història, Barcelona: Fundació A.G, pág. 113. (1978).
8 Escoles del Districte sisè. Història, Barcelona: Gustau Gili, pàg. 30. (1912).
9 Escoles del Districte sisè. Història, Barcelona: Gustau Gili, pàg. 27. (1912).
10 Escoles del Districte sisè. Història, Barcelona: Gustau Gili, pàg. 28. (1912).
11 Galí, Alexandre. Història de les institucions i del moviment cultural a Catalunya 1900-1936. Barcelona: Fundació A.G, pàg. 112. (1978).