La frontera entre República Dominicana y Haití se ha convertido en uno de los lugares más complejos de nuestro mundo. Difícil de comprender y más difícil de explicar. Allí el visitante descubre que las fronteras no son líneas neutras trazadas sobre mapas. No son solo límites geográficos o legales. En sus puentes, en sus mercados, en sus hospitales y en sus comedores es posible mirarlos como espacios de contacto entre culturas, identidades, miedos, sueños y esperanzas. Quizás el desafío es voltear los significados. La apuesta vendría por definir una frontera como un lugar de encuentro. Sin duda, los territorios fronterizos nos invitan a hablar de elementos que “separan”. Pero no podemos olvidar que son territorios que “conectan”.
Nos hemos imaginado las fronteras (esta y todas) como una página en blanco para nuevas historias; un espejo de desigualdades estructurales; un espacio de diálogo y solidaridad; una oportunidad de potenciar el compromiso ético que ha de acompañar siempre al periodismo. De alguna manera, las fronteras, en su dimensión simbólica y material, nos desafían a cuestionar lo que damos por sentado. El proyecto Frontera Caribe es una invitación a desaprender y contar estos “no lugares” como espacios de vida y transformación. Las fronteras son, sin duda, enclaves donde se margina y se divide. Pero ¿por qué no concebirlos igualmente como territorios de reparación, escucha y transformación?

El lugar y el “no lugar”
¿Qué es una frontera? ¿Dónde empieza? ¿Adónde acaba? ¿Quién la creó? ¿Cómo? ¿Bajo qué pretexto? El mapamundi nos recuerda que somos una colección artificial de territorios circuncidados por líneas artificiosas que dividen el terreno. En el norte de México hace tiempo, conviví con los kikapú. Ellos cruzan de México a EEUU, y al revés, sin entender bien qué es una frontera. Es un asunto complejo. La frontera está unida a nuestra idea de qué es una comunidad. Hannah Arendt recordaba que el derecho a tener derechos depende de pertenecer a una comunidad política. Las fronteras, visibles e invisibles, nos recuerdan que algunas personas quedan fuera de ciertos espacios, colectivos y oportunidades. Por su parte, Marc Augé, nos explicó que muchos de estos espacios de tránsito son una especie de “no lugares”. ¿Por qué? Los hemos convertido en territorios sin identidad, sin historia y sin reconocimiento simbólico. En el suelo que conecta Haití con República Dominicana pudimos comprobar esta aseveración. Allí, muchas veces, el sujeto queda reducido a la condición de un “pasajero anónimo”. Pocos hablan de quienes habitan esos lugares. Lugares, por cierto, rebosantes de intercambios, búsquedas y vida.
Quizás el desafío se sitúa en cómo explicamos aquello que sucede en estas franjas de tierra. ¿Qué historias se cuentan? ¿Cuáles se silencian? ¿Qué personajes predominan? ¿Cuáles desaparecen de los relatos? ¿Y la mujer? ¿Siempre víctima o también líder y motor de procesos transformadores? ¿Contamos a esas personas como sujetos de dignidad? ¿O los hemos convertido en cifras que alimentan la estadística?
Partiendo de ello, el que llega allí para aprender, desaprender y tratar de contar lo visto y lo vivido piensa que quizás la pregunta no sea cómo gestionar mejor las fronteras. Podríamos también repensar su sentido. Este elemento es crucial: mientras las fronteras sean grietas para vigilar y controlar caminaremos hacia un periodismo y unas sociedades de confrontación. Tenemos la oportunidad de convertirlas en lugares para el encuentro y la responsabilidad. En nuestra agenda mediática tendríamos que aumentar el valor de estos territorios forajidos y mestizos como espacios donde lo noticiable no es solo el dolor que generan, sino especialmente las posibilidades de humanidad que inauguran o podrían abrir.
El proyecto
Las fronteras y todos los “no lugares” son una gran oportunidad para repensar cómo nos contamos. “Frontera Caribe: Taller periodismo y educación mediática para la cobertura informativa del territorio fronterizo entre República Dominicana y Haití desde la co-creación y la construcción colaborativa de miradas alternativas sobre la violencia, la mujer y la inmigración” es un proyecto de cooperación interuniversitaria que busca mejorar la calidad docente, las capacidades de investigación y el trabajo periodístico alrededor de la frontera entre República Dominicana y Haití. Financiado por la XLI Convocatòria del Fons de Solidaritat de la Fundació Autònoma Solidària de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), el proyecto abarca la producción de materiales y el desarrollo de acciones de formación, sensibilización y debate sobre la narrativa de la violencia, las migraciones, la mujer y el medioambiente.
La iniciativa –que incluye dos talleres prácticos, dos jornadas de reflexión y un ciclo de debates– se concibe como un espacio colaborativo entre periodistas, docentes y personas investigadoras. El proyecto contará con el apoyo y la participación de los cronistas y escritores Martín Caparrós y David Jiménez, así como un grupo de docentes, profesionales de la investigación y periodistas de R. Dominicana, Haití y la UAB. Colaboran la Universidad Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo del gobierno dominicano, el Instituto Superior Pedro Francisco Bono (especializado en cuestiones binacionales) y los medios “El País Dominicano” y “El nuevo diario”, entre otros.

La ‘media literacy’ como oportunidad de diálogo
El Gabinete de Comunicación y de Educación es un grupo consolidado y especializado en la investigación y divulgación científica, que pertenece al Departamento de Periodismo y Ciencias de la Comunicación de la UAB. Reconocido por AGAUR (Agència de Gestió d’Ajuts Universitaris i de Recerca) de la Generalitat de Catalunya como Grupo de Investigación Consolidado en función de su trayectoria, proyección y desarrollo, desarrolla proyectos e investigaciones en el terreno de convergencia entre la comunicación y la educación. Desde su creación, ha desarrollado iniciativas destinadas a integrar, con conciencia y libertad, las tecnologías de la comunicación en la denominada sociedad global o del conocimiento. Bajo la dirección de Santiago Tejedor, el Gabinete organiza diferentes másteres propios, como el Máster en Periodismo de Viajes (presencial y online), el Máster de Comunicación y Educación, el Máster de Comunicación del Medioambiente y el Máster en Gestión de la Comunicación Política y Electoral. El grupo posee una colección de publicaciones, en forma de artículos científicos, libros y capítulos de libro, y otros trabajos, muy amplia y variada que se renueva constantemente. Además, cuenta con un laboratorio de proyectos de innovación docente, transferencia y nuevos formatos que se conciben y desarrollan desde una perspectiva basada en la creatividad y el trabajo multidisciplinar. El Gabinete organiza cada año una expedición académica que recorre el mundo con estudiantes de diferentes universidades y carreras. Se trata de la Expedición Tahina-Can que ha sido premiada como mejor proyecto educativo de España. Además, cuenta con el portal Tu Aventura, la plataforma educativa InfoEDU y el proyecto de newsgames y ciencia Reporteros de la Ciencia.
