El proyecto Identificación, Verificación y Respuesta. El Estado democrático frente al reto de la desinformación interesada (Ref. SPLEC2100C008176XV0), desarrollado conjuntamente por RTVE y el Gabinete de Comunicación y Educación de la UAB, trabaja por fomentar procesos de verificación que conviertan a la ciudadanía y, especialmente, a los profesionales del periodismo en actores dotados de herramientas y recursos para validar la información que circula por el ciberespacio. Cuando hablamos de la IA, nos adentramos en un terreno donde son más las preguntas que las respuestas. También los desafíos que –cuidado– no solo son tecnológicos. Creo que no deberíamos olvidar estas diez reflexiones que son, sin duda, diez grandes hitos:
1) Entender los algoritmos: se ha hablado de data literacy como esa necesidad de formar a la ciudadanía para desenvolverse con solvencia en un escenario marcado por la información e impactado por la infoxicación. Es crucial conocer la estructura y el engranaje de los algoritmos que, en el terreno periodístico, deciden, filtran, eluden, seleccionan, excluyen, etc.
2) Reforzar la ética: la ética es una decisión que nos hace mejores personas. La deontología nos hará mejores periodistas. La IA no ha inaugurado este desafío. El peso de este hito viene de hace mucho tiempo. Internet lo aceleró y ahora, ante la capacidad de los robots para automatizar procesos, hemos de ser capaces, especialmente en el terreno periodístico, de partir de un sólido compromiso ético.
3) Potenciar la alfabetización mediática e informacional (AMI): no basta con el acceso a las máquinas. Se requiere una capacidad de acceso, uso y evaluación crítica de los medios y las tecnologías que los acompañan. Por ello, la AMI se torna solución y, a la vez, antídoto. Sin duda, es una de las claves que, por su enfoque holístico, puede ayudar a periodistas, ciudadanos y tecnólogos.
4) Hacer pedagogía: hemos de ser capaces de contar de otro modo la tecnología y, en este caso, la IA. Esto implica ser capaces de identificar potencialidades y amenazas. O, como se apuntaba antes, ofrecer las herramientas y los conceptos que posibiliten a la ciudadanía aplicar un pensamiento crítico, una mirada exigente que no caiga de forma gratuita ni en el halago infundado ni en la crítica inconsistente.
5) Luchar por la transparencia: la transparencia de los procesos es clave. La ciudadanía necesita saber cuáles son las mecánicas que hay detrás de esas interfaces que nos dicen cosas. Y los medios y emprendimientos periodísticos han de entender que esta acción de transparentar es una inversión en calidad y credibilidad.
6) Explorar perfiles profesionales: el docente e investigador Juan Francisco Jiménez Jacinto presentaba hace unos meses la tesis doctoral titulada El uso de la inteligencia artificial en la prensa española. Nuevos perfiles profesionales y tendencias en la formación, en la que incidía en la necesidad (o urgencia) de comprender que emergen nuevos roles profesionales en las rutinas de producción periodística. Es un cambio que interpela a los que investigan, idean y producen contenidos informativos de diferente índole y tipología. Y es una invitación que afecta a los medios y también a la institución educativa dedicada a preparar a los futuros profesionales del periodismo y la comunicación.
7) Renovar los planes de estudio: las universidades, concretamente las facultades y escuelas de comunicación y periodismo, afrontan el reto insoslayable de renovar (año tras año) sus planes de estudio. La IA exige una reflexión perenne sobre el qué y el cómo aprender y enseñar periodismo.
8) Seguir investigando: el gran desafío es el de seguir investigando desde enfoques, perspectivas, metodologías y áreas multidisciplinares. Se trata de un objeto de estudio tan amplio y complejo que ha de ser abordado desde todos los saberes, con una presencia destacada de las humanidades digitales.
9) Apostar por la innovación: el apoyo de la IA al periodismo abre la posibilidad de potenciar la apuesta por la innovación de los procesos, los formatos, los mensajes y los canales.
10) Defender el periodismo: el periodismo debe sentirse cómodo con la incertidumbre. La tecnología siempre ha inaugurado debates y crisis que, a fin de cuentas, no han logrado prescindir de la importancia y la necesidad de un oficio que nuestras sociedades necesitan para conocerse y entenderse. Por ello, con la ayuda de la IA, hemos de ser capaces de reivindicar la esencia y el porqué del periodismo.
Arthur Schlesinger, historiador y crítico social galardonado con el Pullitzer, decía que «la ciencia y la tecnología revolucionan nuestras vidas, pero la memoria, la tradición y el mito cercan nuestra respuesta», quizá por ello Arthur C. Clarke apuntaba que cualquier tecnología suficientemente avanzada es equivalente a la magia. En una entrevista publicada por el diario El País, el historiador Yuval Noah Harari afirmaba que «Google elegirá a tu pareja, te conocerá mejor que tú mismo». Recuerdo a Mark Kennedy, que defendía que todos los grandes inventos tecnológicos creados por el ser humano (el avión, el automóvil o el ordenador) «dicen poco acerca de su inteligencia, pero dicen mucho de su pereza».
El periodismo no debería ceder ante este pecado capital. Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques. Lo dijo Orwell. Eugenio Scalfari añadió matices: periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente. Para hacer esto, se necesitan humanos que van, miran (difícil acción) y, después, regresan para contarlo (o al menos intentarlo). La clave es seguir apostando por un periodismo que no solo «dice», sino que «cuenta». Todo lo demás, ya lo dijo el autor de Rebelión en la granja o 1984, «son relaciones públicas». Pero nosotr@s, querido lector, hemos de seguir apostando por el periodismo. Y, en ese hito, las máquinas pueden ayudar.