Algunos, como Nestor F. Marqués, lo sitúan en la Antigua Roma (ver libro Fake News de la Antigua Roma: engaños, propaganda y mentiras de hace 2000 años, Espasa Libros 2019). Otros, como José Manuel Pérez Tornero, hablan ya de un tsunami (ver libro La gran mediatización I. El tsunami que expropia nuestras vidas, editorial UOC 2020). La reflexión y el análisis de nuestra ciudadanía, nuestros medios, nuestras instituciones, nuestro sistema educativo ante los contenidos y las plataformas que circulan conectadas al ciberespacio es y será un reto formativo, investigativo, divulgativo y de sensibilización. Por tanto, se necesitaron y se necesitarán investigaciones al respecto. El gran desafío es no repetir lo dicho. Esto es: no volver a decir lo sabido. Es decir: renovar e innovar en las miradas y en las reflexiones sobre estos procesos. Para ello, es clave sistematizar y estructurar lo que, hasta la fecha, se ha venido realizando desde diferentes ámbitos y perspectivas.
Ordenar para investigar
El proyecto OMEDIALITERACY. Overview of the challenges and opportunities of media literacy policies in Europe es un proyecto de investigación, de cariz descriptivo y explicativo, que aborda uno de los principales retos sociales actuales: la desinformación. La investigación, que está financiada por la European Media and Information Found, busca identificar los conocimientos existentes sobre los efectos de la desinformación en Europa, comparar las políticas actuales sobre alfabetización mediática y desinformación en los países miembros, y la identificación de buenas prácticas para superar la desinformación. El trabajo busca impulsar una revisión de la literatura científica y una revisión de la documentación sobre políticas sobre desinformación en Europa, comparando también las políticas de desinformación e identificando buenas prácticas. Los resultados y las conclusiones de este trabajo documental, analítico y sintético, darán forma a un informe con recomendaciones para la política y la práctica. El proyecto, que está liderado por el Gabinete de Comunicación y Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona, cuenta con la participación de la University of Vienna (Austria), la University of Amsterdam (Holanda) y la Nova University of Lisbon (Portugal).
Nuevos desafíos: ¿las mismas preguntas?
Los desafíos derivados de la media literacy introducen novedades que, muchas veces, proceden de los acelerados desarrollos tecnológicos que se han producido en los últimos años. La Inteligencia Artificial es uno de los más notorios y que inaugura más y mayores retos. En esta línea, el proyecto Identificación, Verificación y Respuesta. El Estado democrático frente al reto de la desinformación interesada (Ref. SPLEC2100C008176XV0, desarrollado conjuntamente por RTVE y el Gabinete de Comunicación y Educación de la UAB, trabaja por fomentar procesos de verificación que conviertan a la ciudadanía y, especialmente, a los profesionales del periodismo en actores dotados de competencias y de instrumentos para validar la información que existe en la Red. Esta iniciativa, que está generado una plataforma abierta de verificación, se apoya en las posibilidades de la IA. Además, diferentes iniciativas, como el proyecto CRAL – Creative Audiovisual Lab for the promotion of critical thinking and media literacy (financiado por “Erasmus+ EACEA/34/2019: Social inclusion and common vàlues” https://www.cral-lab.eu), que impulsa el Gabinete de Comunicación y Educaicón de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), junto a ALL DIGITAL, (Bélgica), EGInA (Italia), Istituto Centrale per I Beni Sonori e Audiovisivi (Italia), Hellenic Open University (Grecia), Centre of Technical Culture Rijeka (Croacia) y Association Langas į Ateitį (Lituania), busca dotar a la comunidad educativa de las herramientas necesarias para combatir la insuficiente alfabetización mediática que existe, cultivar el pensamiento crítico de los estudiantes y ayudarlos a comprender la responsabilidad y el poder de su voz. Es una propuesta dirigida a jóvenes de entre 14 y 19 años para que reinterpreten y lideren la producción de contenidos audiovisuales. En este escenario, es vital articular de forma precisa cuáles son las preguntas de investigación que conectan con los desafíos actuales. Esto implica retomar interrogantes del pasado y aterrizarlos en el actual contexto edu-comunicativo. Elaborar un listado de las preguntas clave es una tarea compleja y, hasta cierto punto, estéril. No obstante, sería posible identificar algunas cuestiones que articulan los principales desafíos a los que hemos de tratar de dar “respuesta”. Servirían, por ejemplo, estas 15:
- Educación en medios, alfabetización mediática, media literacy, educación multipantalla, alfabetizaciones múltiples… ¿cómo acotar el concepto y cómo definirlo?
- ¿Cambia el concepto según el contexto o la coyuntura?
- ¿Se redefine según los desarrollos tecnológicos?
- ¿Qué rol ha de jugar la ética?
- ¿Qué trabajos o investigaciones del “ayer” han de seguir “hoy” siendo referentes?
- ¿Sigue vigente el Currículum UNESCO en una coyuntura de clara transformación de procesos, tecnologías y acceso a los contenidos?
- ¿Cómo conecta la media literacy con los ODS?
- ¿Cuáles son las habilidades y las competencias –hoy día en el escenario de la IA y el Big Data– que ha de poseer un ciudadano para poder afrontar este desafío edu-comunicativo?
- ¿Y de un docente?
- ¿Y las familias?
- ¿Y nuestros representantes políticos e instituciones?
- ¿Cuál es el rol, la responsabilidad y la misión a cumplir por los medios de comunicación?
- ¿Qué desafíos inaugura la IA en este territorio investigativo, informativo y formativo?
- ¿Sería necesario articular un observatorio global, horizontal, colaborativo y multidisciplinar sobre la materia?
- ¿Ha sabido y sabe la academia trabajar junto a otros actores sociales y profesionales alrededor de este objeto de estudio?
Para responder a lo anterior se necesita cartografiar lo dicho y lo hecho. Podría quizás hablarse de contruir un “estado del arte”. Sin embargo, el Diccionario panhispánico de dudas desaconseja el uso de esta expresión. La considera un “calco censurable del inglés state of the art”. Y propone las expresiones “estado o situación actual”, “últimos avances” o “estado de la cuestión”. En nuestro caso, no obstante, son insuficientes. Quizás deberíamos hablar de “marco teórico”, entendido como una pieza crucial en toda investigación que identifica fuentes primarias y secundarias decisives para sustentar el estudio y su diseño metodológico. Para ellos, los antecedentes serán clave. En resumen, necesitamos ordenar y sistematizar los trabajos (en todas sus formes y dimensiones), los proyectos y las investigaciones que han abordado este objeto de estudio. Y no es tarea fácil. Recuerdo a Sócrates y su archiconocido: “Solo sé que no sé nada”. Quizás es un buen comienzo en este escenario marcado por la multiplicidad de voces. Y, por ende, de investigaciones, proyectos, publicaciones, informes… La humildad, la honestidad, el rigor y la ética del que investiga, dice y responde. Sin olvidar la fuerza de las preguntas. Y, especialmente, la necesidad de colaborar, establecer sinergias y conocer qué, cómo, dónde y cuándo se ha hecho previamente. Sería solo un paso. Un primer paso.