Este mes de septiembre ha arrancado la vuelta al cole y, con ella, han aparecido gastos como el material para las clases, la ropa nueva, los libros o la cuota mensual del comedor escolar. Se trata de un desembolso importante para todas las familias, pero especialmente para aquellas cuya situación económica es complicada y no pueden asumir todos los pagos. El del comedor escolar puede ser un gran problema para estos hogares, ya que ronda, de media, los mil euros por curso.
En España, casi 1 de cada 3 menores de 18 años –el 27,8%– vive en riesgo de pobreza. Sin embargo, solo el 11% recibe algún tipo de ayuda económica o beca para poder ir al comedor escolar. Esto implica que alrededor de 1 millón de niños y niñas en situación de vulnerabilidad se quedan sin este apoyo, aunque deberían recibirlo dada la situación de sus familias.
Esta cifra indica que los sistemas de becas y ayudas que tienen las Comunidades Autónomas no llegan a toda infancia que lo necesita. En nuestro informe Recetas que educan analizamos los factores que hay en juego para acceder a ellas como, por ejemplo, si hay suficiente presupuesto para dar todas las que se solicitan. Otro elemento importante es que muchas veces las becas no cubren todo el precio del comedor, esos mil euros de los que hablábamos antes, y solo se da un porcentaje. Los padres y madres, al no poder pagar la diferencia, deciden que sus hijos e hijas coman en casa. Además, mientras que en unas partes del territorio se considera que una familia de 4 miembros que ingresa 1.668 euros al mes puede optar a beca, en otras, con otros baremos económicos, creen que no la necesitan. De esta forma, muchas familias que viven por debajo del umbral de pobreza no reciben ningún tipo de ayuda para el comedor.
Desde Educo llevamos 10 años trabajando para que toda la infancia en situación de pobreza pueda acceder al comedor escolar y al espacio del mediodía. Nuestro programa Beca Comedor asegura una comida completa y nutritiva a los niños y niñas que, a pesar de necesitarlo, no han recibido las ayudas públicas o bien solo han recibido una parte y sus familias no pueden costear el resto. De esta manera no solo aseguramos su alimentación, si no también su derecho a la educación. Por qué ir al comedor escolar y al espacio del mediodía significa que siguen formándose hábitos nutricionales y sociales, que se relacionan con sus compañeros y compañeras de clase, que aprenden a gestionar conflictos o que disfrutan de su tiempo libre jugando. Desde Educo hemos repartido 59.000 becas y hemos facilitado más de 5 millones de comidas. Y seguiremos dado apoyo a los más vulnerables gracias a la colaboración de toda la sociedad para conseguir que ese millón de niños y niñas que no tienen beca y la necesitan puedan ir de manera gratuita al comedor escolar.