Todo lo que sigue detrás es un resumen de El compromiso de la juventud con el desarrollo sostenible: Desmontando los discursos anti-Agenda 2030 editado en febrero de 2024 por la Secretaría General de Transición Social y Agenda 2030 del Gobierno Vasco, elaborado por Nekane Viota Fernández, junto con otras personas de UN Etxea.
Supone una aportación fundamental para los administradores públicos, también educativos, y puede servir para organizar ideas en torno a ese objetivo común que es aproximarnos a construir en alianza un mundo más equitativo y sostenible.
Dado que en varias ocasiones hemos leído que el profesorado (tanto de la enseñanza obligatoria como de la universitaria) manifiesta su desconocimiento u olvido del asunto, nos permitimos insistir en ello, solamente nos quedan seis años y tenemos muchos compromisos pendientes delante. Así pues, imaginemos que buena parte del profesorado programa una sesión de debate reposado que se preocupe de clarificar lo que ha podido suceder para la pérdida de favor vivencial de la Agenda 2030, de la que los centros educativos no son ajenos. Hay algunos datos que deberían conocer (copia textual del informe de Nekane Viota) para encontrar supuestos, no meras hipótesis, para la construcción de alianzas 2030. Son puntos de partida que necesitan ser compartidos para que el centro escolar sea parte activa de la vida cotidiana:
- En el estado español, la polarización ideológica ha aumentado un 40% en los últimos 20 años.
- En tiempo electoral las campañas elevan la polarización un 30% respecto al periodo sin elecciones.
- La polarización de la vida política es un fenómeno percibido no solo por la ciudadanía sino también por la clase política.
- La calidad de la democracia resulta muy deteriorada por el creciente distanciamiento entre la actividad política y la ciudadanía.
- Las redes sociales, influyentes a la hora de conformar una opinión política, parecen ser un factor que aviva la polarización.
Es importante concertar dimensiones ya que las van a trasladar a la juventud. Su participación activa es fundamental para lograr los objetivos de la Agenda 2030, que, no lo olvidemos, aspiran a promover los derechos humanos y alcanzar un desarrollo sostenible. No son una carta a los Reyes Magos que, en lugar del cometa Halley, buscan la estela del consumo y la desigualdad:
Si así se hace, se lucha contra la desinformación actual (fake news), que en España, y en otros muchos lugares del mundo, impulsada por gobiernos o magnates histriónicos, que ha tenido unas consecuencias nefastas en la configuración de un futuro compartido:
- Fomento de la división y polarización.
- Riesgo de discriminación y exclusión.
- Deterioro del debate público y la toma de decisiones.
- Impacto en la percepción de la realidad y legitimación de la intolerancia.
- Menosprecio de los derechos humanos.
- Obstaculización de la cooperación.
- Desacreditación de Naciones Unidas, impulsoras principales de los ODS y la Agenda 2030.
Nuestros centros escolares y todo el profesorado están obligados a verificar la información que dan al alumnado; lo contrario sería un fraude educativo, de afectación personal y profesional. En el estudio aludido se aportan muchos enlaces para imaginar mundos mejores. Por eso relacionados aquí los engaños sin fundamento, manifiestamente tendenciosos hacia el desprecio de casi todo lo ecosocial o que busca eliminar la desigualdad. Dicen por ahí, “vomitan” determinadas redes sociales o esparcen dirigentes políticos manifiestamente embaucadores que la tan nombrada Agenda 2030 es, en sí misma, perversa porque:
- Nos quiere ver a todos pobres.
- Impulsa la inmigración masiva.
- Quiere imponer su ideología de género.
- Va en contra de los valores tradicionales y religiosos.
- Quiere adoctrinar a nuestros niños y niñas.
- Limita nuestra libertad de expresión.
- Quiere destruir a las familias.
Por si esto no fuera suficiente por parte de los negacionistas del cambio climático y las desigualdades sociales, siguen exagerando sus débiles razonamientos con afirmaciones del tipo de:
- Las restricciones ambientales van a obstaculizar el desarrollo económico.
- El cambio climático es un cuento.
- No podemos confiar en la comunidad científica.
- Estamos perdiendo la identidad cultural/nacional.
- Se está incrementado una sensible pérdida de soberanía nacional.
¡No podemos pensar que haya una parte importante del profesorado que piensa así!, aunque a veces los silencios contra algunos argumentos de los apuntados delatan. Así pues, aprovechándonos una vez más del informe animamos al profesorado a que reflexione para sí mismo, y como ayuda a la formación y al auto aprendizaje del alumnado si conviene que lo capacite para:
- Aprender a identificar la desinformación.
- Verificar las fuentes de información y contrastar lo expuesto.
- Elegir focos de información rigurosa.
- Valorar el papel de la ciencia en la explicación de hechos y fenómenos de la vida cotidiana.
- Fortalecer el pensamiento crítico.
- Platicar ordenadamente para desmontar teorías que carecen del mínimo rigor científico.
- Huir de la precipitación para afirmar o desmentir opiniones.
- Dotarse de una alfabetización mediática rigurosa.
- Hacer un uso responsable de las redes sociales.
- Generar e incrementar conciencia y compromiso de grupo.
¿Cuánto profesorado que comulgue con las ideas negacionistas, pasotistas, acientíficas habrá entre esa muestra que elaboró beBartlet para el laboratorio de opinión Cluster 17? ¿Será un tercio, como se dice de la población española?
Nunca olvidaré aquella conversación que tuve con Francesco Tonucci en Valencia, hace muchos años. En concreto, esa frase clave que resumiría así: solo los buenos maestros podrán salvar la escuela. Se podría completar con aquella entrevista que le hizo la revista dyle (Dirección y liderazgo educativo). Una cuestión más sin mala intención: en esos debates para conocernos mejor, imprescindibles en cualquier centro escolar, habríamos de caracterizar (acordar) unas cuantas capacidades de esos necesarios nuevos maestros-as de colegios y profesorado de instituto.