El Museu Pedagògic de Castelló (MPdC) de la Universitat Jaume I nace hace diez años con la vocación de ser un espacio igualitario en el que compartir experiencias educativas y hacer comunidad. En la actualidad, su principal propósito consiste en avanzar hacia un proyecto que hibride miradas historicistas, la performatividad de las artes y la reflexión crítica de la realidad y contribuir a dinamizar la innovación y el debate pedagógico de la ciudadanía de Castelló y sus comarcas. Nuestras principales referencias son el territorio y la comunidad, las experiencias educativas que nacen del compromiso ciudadano con el patrimonio histórico-educativo, su dignificación, visibilización e interpelación comunitaria. Apostamos por la colaboración con otros agentes del territorio implicados en el desarrollo de propuestas que versan sobre la educación en un sentido amplio. Trabajamos para desarrollar un proyecto de toda la comunidad, que encuentra su verdadero sentido al establecer vínculos que ayudan a fortalecer y estructurar el tejido social alrededor de un proyecto cultural sobre nuestro patrimonio educativo.
El ideario del Museo se sustenta en la horizontalidad y descentralización del proyecto que se articula a partir de la idea de red. Pretende conectar de esta forma diferentes nodos y establecer entre ellos relaciones de cooperación. Cada nodo constituye el nexo de unión del museo y la ciudadanía en su territorio y, al mismo tiempo, se constituye como una ventana abierta que conecta la realidad y la oferta patrimonial de cada municipio con el resto de la red. El objetivo compartido por los miembros de la red es el compromiso por la mejora educativa, la valoración de los saberes que cultiva y ofrece nuestro entorno, la potenciación de la educación patrimonial, y la investigación y la recuperación de la memoria educativa de Castelló y sus comarcas. El Museo Pedagógico de Castelló pretende, además, contribuir a vertebrar nuestro territorio haciendo visibles y relacionando la gran diversidad de proyectos educativos existentes, tanto aquellos que se desarrollan desde los centros educativos como los que tienen lugar en otros espacios de la localidad.
El proyecto del MPdC ha ido transitando hacia una idea de museo abierto, dinámico y transformador, con una mirada más ancha que la estricta función de colección o conservación, una perspectiva capaz de interpelar y establecer diálogos con la ciudadanía. Al entender el museo desde una dimensión comunitaria y territorial que busca la transformación social, asociamos el MPdC con los planteamientos de la museología social actual y con la propuesta de archivo vivo de Foucault. Como señala Oscar Navajas el museo es un medio para facilitar el diálogo de la ciudadanía con el patrimonio de una comunidad, para que esta transmita su identidad y para que defina su futuro mediante la recuperación, el uso y la potenciación de su pasado.
Creemos oportuno que las actividades que se programen se realicen de manera performativa, con el objetivo de sacudir conciencias y fomentar la reflexión crítica a través de un diálogo entre el patrimonio educativo y la ciudadanía. Queremos que el museo provoque emociones, que nos ayude a elaborar experiencias para promover un aprendizaje vivencial. En esto consiste nuestra idea de vinculación afectiva con el territorio: el museo es práctica vivida y compartida, de todo el mundo y para todo el mundo.

En cierto modo, es un espacio donde se practican modos de ver y de hacer relacionados con el espíritu originario de los movimientos de renovación pedagógica (MRP), de un tiempo en el que las maestras y los maestros pensaron que su profesión también pasaba por la profesionalización, por estar al día y por aprender entre iguales a partir de un compromiso cívico y de una vocación de servicio público. Quien se acerca al MPdC, como quien se sumaba y se suma a los MRP, no busca una acreditación, ni un reconocimiento administrativo, ni ocupar una posición de privilegio. Lo hace por la aventura del saber, por conocer una cosa más, y por conectar con las esencias de lo que significa educar: no se trata de dar lecciones, sino de ser uno entre tantos, de aprender entre iguales, de saber y de compartir lo que se sabe. Como nos recuerda Francesc Imbernón, “Los futuros profesores y los profesores que se incorporan al sistema público deben convivir en un ambiente de renovación educativa, lo que significa establecer los mecanismos organizativos y legales que faciliten una verdadera formación entre iguales”. Esta actitud define un talante y una forma de entender la escuela. Tanto en el caso de los movimientos de renovación pedagógica como en el caso de nuestro museo se propicia un encuentro, un espacio y un tiempo aparte en el que buscar la renovación constante a través de un contacto permanente con la realidad y con la actualidad del momento. En el MPdC se parte de un posicionamiento que aspira a ser glocal, esto es, con plena consciencia de que las actividades que se desarrollan en su seno tienen una dimensión global pero se gestan en y para nuestro territorio de referencia: las comarcas de Castelló.
El MPdC comparte el alma indisciplinar de los MRP en un doble sentido. En primer lugar, porque no atiende a la fragmentación del saber en compartimentos estancos. En palabras de Kaplún, “en nuestras universidades todos se enmarcan, con mayor o menor ajuste, dentro de alguna de las disciplinas científicas existentes. Disciplinas que establecen límites a lo que es posible pensar a partir de sus categorías conceptuales y de su lenguaje, de sus supuestos y métodos consagrados”. El ideario del MPdC rompe con este esquema y en él, desde un punto de vista intercultural e inclusivo, el diálogo horizontal de saberes ocupa una posición central. Y en segundo lugar porque partimos de la idea machadiana de que aquello que sabemos lo sabemos entre todas y todos. Esto hace que todas las personas, más allá del lugar que ocupan en los escalafones universitarios o del saber experto que puedan atesorar, son necesarias. Profesorado universitario y estudiantado, PTGAS, maestros y maestras en activo y jubilados, sociedad civil y personal de mantenimiento y servicios, trabajamos conjuntamente desde un plano de igualdad para hacer realidad los proyectos del MPdC. Esto hace que nos cuestionemos algunas de las lógicas universitarias más naturalizadas, como aquellas en las que el escalafón marca el espacio que podemos ocupar y las conversaciones en las que podemos intervenir, tanto en los ámbitos académicos como administrativos. O también aquellas otras que acríticamente normalizan el crecimiento desorbitado de la burocratización del sistema universitario, que acaba constriñendo su mundo de la vida. El MPdC, al igual que los MRP, encuentra su camino, tal y como afirma Imbernón, “en la diferenciación y en la adecuación al entorno, en la autonomía y la participación y la corresponsabilización de una gestión democrática”. Decía Rancière que el sentido de la escuela radica en constituirse en un espacio de aprendizaje para, por, y entre los iguales, un lugar en el que disfrutar de un tiempo liberado para aprender por el puro placer de aprender. Necesitamos una universidad pensada comunitariamente que frente a la lógica competitiva imperante que acaba siendo excluyente, abrace las ideas de cooperación, inclusión y construcción colectiva del conocimiento.
Encontrar un espacio en la universidad donde el personal académico y el no académico trabajen conjuntamente por el compromiso en un mismo proyecto ciudadano, es posiblemente algo que puede ayudar a crear los contrastes necesarios de esta alma indisciplinar que necesita la universidad hoy, y un lujo que recupera el espíritu renovador e inconformista de los MRP.
A tenor de estos planteamientos, proponemos proyectos relacionados con la recuperación del patrimonio histórico-educativo de las comarcas de Castelló como el del Laboratorio Didáctico del MPdC, un espacio abierto y dinámico en el que trabajamos un equipo de personas provenientes de ámbitos tan diversos como el PTGAS, maestros y maestras jubilados y en activo, estudiantado, profesorado universitario, artistas plásticos y personal técnico de restauración. También el proyecto de recuperación de la memoria inmaterial de las escuelas de masías, del territorio rural castellonense, o los numerosos trabajos académicos de Grado y de Máster vinculados al MPdC.
Nos constituimos en red junto a otros agentes e instituciones del territorio como la Fundació Càtedra Enric Soler i Godes, el Seminari d’Educació Ambiental de Castelló, la Associació Cultural de Llucena, la de Atzeneta del Maestrat, l’Associació Tossal Gros de les Coves de Vinromà, los Movimientos de Renovación Pedagógica y el proyecto ReCreaCas del MRP “Escola d’Estiu” de Castelló, o la Asociación Amics de l’Escola del Canto de Benassal, entre otros. Desarrollamos conjuntamente proyectos y actividades en los que compartimos el compromiso por la mejora educativa y la recuperación de la memoria vinculada al hecho educativo en el territorio de Castelló, potenciando la educación patrimonial. Los seminarios, grupos de trabajo que acoge la red y proyectos, nacen de alguno de sus nodos como por ejemplo el proyecto ReCreaCas, el Seminario de Educación Ambiental de Castelló y el Col·lectiu de Mestres de la Plana, que están asociados al Movimiento de Renovación Pedagógica. Otro ejemplo sería el grupo de estudio sobre la colección artística del Equipo Hoz, que está asociado a la Fundació Càtedra Enric Soler i Godes. En cuanto a los proyectos, el Laboratorio Didáctico del MPdC se gesta principalmente entre el personal académico y no académico (PTGAS, PDI, estudiantado y maestras y maestros jubilados) de los Departamentos de Educación y de Pedagogía de la UJI. Finalmente, en el proyecto de las Escuelas de Masías participan entre otros colectivos la Associació Cultural de Llucena, la de Atzeneta del Maestrat, l’Associació Tossal Gros de les Coves de Vinromà y la Asociación Amics de l’Escola del Canto de Benassal y las escuelas e institutos de enseñanza secundaria vinculados a estos pueblos. Además, desde su creación el MPdC ha producido numerosas exposiciones temporales, algunas desde una visión más historicista del hecho educativo y otras en las que se ha trabajado desde un punto de vista más performativo partiendo de una propuesta de interpelación y diálogo con la ciudadanía.
Entre estas últimas, y por el tema que nos ocupa, queremos detenernos en la exposición “Nou Atles Il·lustrat” comisariada por Glòria Jové y Quim Bonastra, que proponía una interpelación sobre el papel que la cartografía -en sus diferentes acepciones- juega en nuestras vidas y en nuestro territorio. Esta fue una de las primeras exposiciones producidas por el MPdC y constituye un ejemplo paradigmático de su ideario. Partió de su colección de mapas y del papel que para Manuel Bartolomé Cossío debían tener los museos pedagógicos en cuanto a la revitalización docente y ciudadana. Así hizo Cossío con su Museo Pedagógico Nacional, que no concibió como un contenedor de objetos sino como un espacio para la innovación educativa y la formación en el campo de la educación. La exposición del MPdC es un proyecto polifónico que utiliza recursos propios junto con recursos de diferentes nodos de la red -el Museu de Belles Arts de Castelló, el espacio cultural Menador, el Espai d’Art Contemporani de Castelló (EACC), y la Biblioteca y la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la UJI. De esta forma el MPdC se convierte en un lugar idóneo para la renovación pedagógica y la interpelación ciudadana.

Por otra parte, también queremos reseñar como paradigmático el proyecto de recuperación de la memoria inmaterial de las escuelas de masías de Castelló, al que hacíamos referencia anteriormente. En este caso, la participación comunitaria es el eje central de una propuesta que tiene el objetivo de recuperar, conservar y transmitir la memoria pedagógica colectiva y los materiales pedagógicos del modelo escolar mixto que durante los dos primeros tercios del siglo XX caracterizó la escolarización en las zonas rurales más remotas de Castelló. Se trata de un proyecto en el que los estudios de Historia de la Educación se dan la mano con el concepto de movilización del conocimiento y de archivo vivo de Foucault para producir un saber comunitario. Aquí, son las asociaciones culturales y colegios de los pueblos involucrados, especialmente de las localidades de Llucena, Atzeneta del Maestrat, les Coves de Vinromà y Benassal, las que lideran en cada zona el proyecto como miembros activos de la red del MPdC.
En la actualidad el MPdC intenta responder a la idea de laboratorio de ciudadanía a la que se ha referido Jaume Martínez Bonafé en este mismo espacio. Ofrece oportunidades para que el estudiantado participe en propuestas colaborativas de formación conjuntamente con maestros y maestras en activo y jubilados, con escuelas, con comunidades locales y con artistas plásticos. Trabaja desde un posicionamiento de investigación y reflexión sobre la realidad, o como Jaume expresa, desde la experiencia, y en la experiencia de la acción comprometida. De esta forma el Museo Pedagógico y el MRP de Castelló comparten hoy por hoy el objetivo de revivir prácticas educativas, compartir proyectos comunitarios y construir alternativas socioeducativas para una auténtica renovación pedagógica.
Referencias
Imbernon, F. (2024). La Renovación Pedagógica en la actualidad. El diario de la Educación. Red Universitaria de Renovación Pedagógica. 4 de julio de 2024.
Kaplún, G. (2004). Indisciplinar la universidad. Disponible en http://www.wuranga.com.ar/
Navajas Corral, O. (2012). La museología social como herramienta del cambio en los museos de Japón. En Asensio, Pol, Asenjo & Castro (Eds.), SIAM. Series Iberoamericanas de Museología.Vol. 4, pp. 241-255.
Martínez Bonafé, J. (2024). Un Movimiento de Renovación Pedagógica. El diario de la Educación. Red Universitaria de Renovación Pedagógica. 18 de junio de 2024.
Para saber más:
Safont-Cruz, E. (2021). Patrimoni pedagògic del segle XX, una herència cultural a protegir: el Museu Pedagògic de Castelló (MPdC) i les seues tasques de conservació i restauració. Kult-ur, 8(16). https://doi.org/10.6035/kult-ur.6275.
Terol-Trenzano, E. (2022). El Museu Pedagògic de Castelló: un espai polièdric per a recuperar la memòria escolar i impulsar la formació. Kult-ur, 9(17), 223-242. https://www.e-revistes.uji.es/index.php/kult-ur/article/view/6651.
Jové, G.; Traver, J. y Bonastra, Q. (2022). Un atles de material pedagògic i un museu pedagògic per a la innovació educativa. L’experiència del Museu Pedagògic de Castelló i del projecte “El museu és una escola” de la UdL. Educació i Història. Revista d’Història de l’Educació, 39, 213-237. https://doi.org/10.2436/20.3009.01.279.
Segarra-Arnau, T.; Traver-Martí, J.A. y Moliner-García, O. (2023). Memoria de las escuelas de masías de Castellón. Un proyecto socioeducativo de participación comunitaria. En A. Vico-Bosch y L. Vega Caro (coords.). La innovación en el ámbito socioeducativo a través de las tecnologías y la atención a la diversidad (pp. 1103-1118). Editorial Dyknson. https://www.dykinson.com/cart/download/ebooks/17287/.
Segarra-Arnau, T.; Traver-Martí, J.A. y Lozano-Estivalis, M. (2024). Memoria crítica de la escuela rural. Recordar para transformar. En B. Sáenz-Rico y M. Sánchez, (coords.). 3er Congreso Internacional Educación Crítica e Inclusiva. Hacia una práctica inclusiva y comprometida socialmente. Libro de Actas (pp. 908-912). Universidad Complutense de Madrid. https://eventos.ucm.es/109309/section/52903/3er-congreso-internacional-de-educacion-critica-e-inclusiva-subtitulo-hacia-una-practica-inclusiva-.html.