Pradia: misterio en la ciudad
El primero de estos proyectos lo desarrollan desde hace tres años investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de Valladolid (UVA). Se trata de un videojuego, que ya se puede descargar, y que se centra en la mejora de la prosodia del niño y el adolescente. La UAB ha llevado a cabo un análisis de las necesidades de mejora prosódica de los niños y adolescentes con síndrome de Down (después de haber grabado a una buena muestra), y la UVA se ha encargado del desarrollo informático del juego.
¿Y qué es la prosodia? “La podemos definir como el conjunto de fenómenos fónicos que alcanzan más de un fonema o segmento. Es decir, aspectos como el énfasis, el ritmo, la entonación, la fluidez, la melodía, las pausas o la velocidad de habla”, explica Lourdes Aguilar, profesora del departamento de Filología española de la UAB e investigadora principal del proyecto. “La mayor parte de niños con síndrome de Down hablan y se hacen entender, pero tienen tendencia a hacer muchas interrupciones o a no respetar la cadencia de las frases, si les ayudamos en estos aspectos podrán mejorar su expresión oral con todo el que esto comporta”, añade.
El videojuego (que inicialmente se iba a llamar “La piedra mágica”) está concebido como una herramienta de apoyo al aprendizaje que puede ser dirigida o autónoma, es decir, que el niño puede jugar acompañado de un educador pero también lo puede hacer solo. Cada jugador tiene un avatar que representa un héroe que busca un amuleto mágico que protege la ciudad, y para pasar de nivel y seguir buscando (los escenarios son muy cotidianos) sólo lo puede hacer mediante la superación de pruebas de voz, en las que, lógicamente, se va trabajando la prosodia.
La iniciativa es fruto de una investigación impulsada por el programa RecerCaixa, de la Obra Social “la Caixa”, en colaboración con la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP) (convocatoria 2013), y que posteriormente ha contado también con financiación de la Fundación BBVA (convocatoria 2015 de ayudas a Equipos de Investigación Científica en Humanidades Digitales). Ahora los investigadores han presentado el proyecto al programa Erasmus + de la Unión Europea, para llevarlo a más países, en asociación con universidades de Francia, Portugal, Italia, Irlanda y Bosnia, además de la colaboración de las entidades Down Catalunya y Down Valladolid.
Yo también leo
El segundo proyecto es una APP desarrollada por una diseñadora gráfica, Gemma Fàbregas, con la colaboración con Capacitats21, una entidad dedicada al tratamiento y prevención de adicciones que hace unos años ha abierto también una línea de atención integral a menores con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales. Hace un par de años Fàbregas cursó el Máster de Aplicaciones Multimedia de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y su trabajo final de máster fue el diseño de esta APP. La universidad premió el trabajo, y eso hizo que tanto ella como la presidenta de Capacitates21, Mari Anne Aimé, se lanzaran a buscar financiación y alianzas para convertir “Yo también leo” en realidad.
“Mari Anne y yo somos amigas, y un día me comentó que se pasaba horas haciendo fichas con su hija Martina para enseñarle a leer, me explicaba las dificultades que tenía, y me extrañó que no hubiera ninguna aplicación que metiera aquel método de aprendizaje en un entorno multimedia, de aquí surge todo”, comenta Fàbregas. Han entrado en contacto con varias instituciones que han mostrado su interés por el proyecto, pero hasta que se acabe de concretar un apoyo que permita el desarrollo pleno de la aplicación lo que ahora preparan es una campaña de crowdfunding que permita tener un prototipo para que pueda ser probado por niños con síndrome de Down antes del verano.
La APP se basa en el método de lectura global, que consiste en facilitar primero el aprendizaje de palabras enteras, posteriormente de sílabas y finalmente de grafías. Y sigue también algunas de las pautas pedagógicas del método de María Victoria Troncoso, profesora de pedagogía terapéutica y presidenta de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria. Su método ha acompañado a varias generaciones de niños con síndrome de Down.
Yo También Leo, explica Fàbregas, “se adapta a los diferentes estadios de desarrollo de la lectura”. “Para la etapa de prelectura –añade– cuenta con varios juegos que agudizan las capacidades perceptivas, más adelante se introducen las letras, pero en primer lugar asociando imágenes a palabras enteras, con objeto de aprovechar la buena memoria visual que por norma general tienen los niños con síndrome de Down. Más adelante los juegos introducen la división de las palabras en sílabas y finalmente en letras, y al final el niño acaba leyendo frases enteras”.
La aplicación permitirá escoger el tipo de letra (ligada, de palo o de imprenta) y el idioma (castellano o catalán), pero uno de los aspectos que más ayudará a conectar con el niño es que permitirá personalizar las imágenes, es decir, en la mayoría de juegos (de parejas, de selección, de clasificación, de reconocimiento…) se podrán usar fotografías añadidas por el usuario. Así, por ejemplo, si se habla de una escuela o de una maestra, las fotos podrán ser las de la misma escuela y maestra del niño que está aprendiendo a leer, o en un rompecabezas se podrá sustituir la imagen de la aplicación por la de foto del hermano del menor. Además, para favorecer el aprendizaje del niño, la APP combina en todo momento estímulos visuales con estímulos auditivos.