Salteras es un pueblo cercano a la ciudad de Sevilla. Tiene alrededor de 5.500 habitantes. Está enmarcado en la comarca de Aljarafe y además de tener algunos edificios reseñables, como la Iglesia de la Oliva, también cuenta con una sección de educación permanente (SEPE). No cualquiera, sino la SEPE que alberga a su vez Radio Alberquilla, una «emisora» realizada por y para personas adultas con un marcado caracter educativo y cultura.
La radio (más cercana a un servicio de podcast en realidad) lleva en cuncionamiento desde finales de 2018, aunque el germen comenzó a incubarse meses antes, cuando en 2017, durante la celebración del Año Eurpeo de la Eduación de Personas Adultas, la Universidad de Jerez organizó un evento en el que participó la SEPE de Salteras. Su participación consistió en la realización de un programa radiofónico en el Instituto Universitario de Investigación para el Desarrollo Social Sostenible durante el que se conectaron a Radio Alma de Bruselas. La conexión sirvió, entre otras cosas, para compartir experiencias con algunas personas emigradas a la ciudad belga.
La cosa funcionó tan bien que cuando volvieron a Saltera ya lo hicieron cn el gusanillo de organizar una emisora por su cuenta y comenzar a andar. Les llevó un poco de tiempo porque necesitaron varios permisos administrativos, tanto de la Junta de Andalucía como del Ayuntamiento, y un acuerdo con el aula de mayores de la Universidad Pablo de Olavide, de cuyas y cuyos alumnos se nutre la emisora.
«El Sálvame» o la radio
«Emilio, me queda el Sálvame o vosotros; y la tele no la voy a ver». Puri Nogales, a sus 85 años, tiene las cosas claras y claras se las expuso hace algún tiempo a Emilio Plazas, uno de los maestros de la sección y alma mater de la emisora. Puri es una persona absolutamente «conjurada con la educación», asegura Plazas. Una mujer que quiso estudiar, ser maestra o médica y que no pudo hacerlo porque nació en julio del 36 y tuvo que dedicarse a trabajar y no a estudiar. Una mujer que muchos años después decidió que quería formarse, entrar en el aula de mayores de la universidad y después en la radio. Nogales, además de todo esto, puede ser el resumen de vida de buena parte de las personas que entran por las puertas de los centros de personas adultas.
Radio Alberquilla tiene varias almas. Por una parte se ha convertido en una herramienta para la participación de quienes la hacen. Una manera de ser altavoz de inquietudes e intereses de la población adulta de la comarca. Al mismo tiempo, es herramienta educativa y cultural.
Como comenta Plazas, el trabajo de competencia lingüística, oral y escrita, es una de las bases fundamentales de la emisora para todo el mundo que participa en ella. A esto se suma la competencia digital puesto que, aunque hay un técnico que se encarga de subir los programas a la web, quienes participan en los programas conocen todo el proceso: el funcionamiento de la mesa de sonido, cómo se graba, cómo se edita, la producción y la subida.
A esto, el maestro señala el hecho de que en los últimos dos años, desde la pandemia, la radio se ha convertido en una ventana abierta para muchas personas mayores que han tenido y tienen miedo a volver al centro educativo por lo que les pueda pasar. Han conseguido mantener el enganche así, no solo con la sección, sino con su propio proceso educativo.
Por supuesto, quienes realizan los programas reciben formación previa para tener en sus manos el control de lo que ocurre, al mismo tiempo que están obligados por la filosofía de la emisora a realizar programas que tengan carácter educativo o cultural (o ambos).
Plazas lo ejemplfica de nuevo con Puri y su programa de cocina. No se limita a ser un programa en el que se explican recetas de la zona. También se habla de su historia, de dónde provienen los ingredientes, etc. Se trata de hablar de la cultura y la tradición gastronómica de los platos que se explican, por ejemplo. Plazas explica que antes de que los programas se cuelguen para el público, pasan el filtro para comprobar que cumplen con los requisitos educativo-culturales. «No se acepta cualquier cosa, comenta, ha de tener carácter formativo».
Sus programas, eso sí, son de lo más variopintos en cuanto a la temática. Además del programa de cocina de Puri, también hay entrevistas, programas musicales, sobre cultura y artes… Todos los programas están alojados en la web y se pueden reproducir libremente.
Más allá de Salteras
Emilio Plazas confiesa que entre los objetivos a medio y largo plazo está el de convertirse en motor, en referente de las radios educativas y generar una red de centros y emisoras lo suficientemente tupidas como para darse soporte y apoyo unas a otras. Mira con cierta envidia a lo que pasa con las radios escolares en Extremadura y Canarias, comunidades en las que están perfectamente integradas en el sistema educativo.
Tanto es así que hace no mucho celebraron un concurso de experiencias, en el que solicitaban que centros educativos les hicieran llegar relatos. Participaron 65 centros de todo el país. La idea eran relatos cortos sobre personajes históricos, escritos literarios, ficciones. Plazas comenta que gracias a esta iniciativa han pasado varias cosas. Una, que Radio Alberquillas continúa dándose a conocere. Otra, que el profesorado cuyo alumnado participó en el concurso, haya incorporado la escritura de relatos cortos dentro de las actividades del currículo ordinario.
Además, a Radio Alberquilla le ha dado alas para pensar en poner en marcha en los próximos meses algún tipo de concurso sobre podcast en el que quienes participen tendrán que realizar algun programa de 7 a 10 minutos con el objetivo de «invitar a la gente a hacer radio».
Plazas tiene claro que aunque la audiencia no es uno de los motores para la emisora, a cuanta más gente lleguen, mejor. De ahí la puesta enmarcha de estas propuestas, así como del interés, más o menos público, en conseguir ser germen de una red de emisoras ligadas a centros de adultos. Aunque la radio es una herramienta educativa potente que se utiliza en decenas y cientos de centros educativos de todos el país, su peso en los centros de adultos es muy escaso. Plazas quiere que esto cambie. Cree en las posibilidades que ofrece la radio a las personas adultas, oportunidades formativas y culturales.
Cuando comenzaron solo eran cuatro personas (contando con él). Ahora son 20 y sueñan con generar una red de radios, mientras miran con cierta envidia a experiencias como las de Canarias o Extremadura, comunidades en las que han imbricado la radio educativa dentro del sistema educativo formal.