Creo que, si tuviéramos que elegir algunas palabras clave para definir el tipo de relación que se establece en estas aulas, serían: curiosidad, empatía, compromiso, gratitud. Se produce un doble movimiento que une a docentes y discentes, y estoy segura de que la interacción es intelectual y afectivamente enriquecedora para quienes se colocan a un lado y otro del proceso comunicativo que implica todo acto de enseñanza. También estoy convencida de que las comunidades se refuerzan gracias a la creación de este tejido porque, como ya escribí en algún otro lugar, “una sociedad democrática es aquella que enseña a leer a su ciudadanía”. El verbo leer es polisémico e implica fomentar el sentido crítico y la creatividad, formular las preguntas pertinentes, aprender a mirar el espacio que nos rodea e incluso a buscar soluciones. Todos estos objetivos se cumplen en las universidades populares (…)
En definitiva y más allá de una experiencia personal ineludible en el momento de valorar una institución, las Universidades Populares desempeñan un papel importantísimo para la activación cultural de los núcleos que las albergan y suponen una oportunidad de desarrollar las competencias y adquirir los conocimientos a los que, por distintos motivos, algunas personas no pudieron acceder en momentos de sus vidas señalados convencionalmente para el aprendizaje. Las Universidades Populares ratifican la idea de que cualquier momento es bueno para aprender, conversar y establecer vínculos fuertes, basados en la ciencia y la cultura, con otros seres humanos de nuestro entorno. Mi gratitud.
Marta Sanz (escritora), Federación Española de Universidades Populares, 2021. Libro Blanco de las Universidades Populares. FEUP Editorial. Madrid).
Las Universidades Populares españolas presentábamos en el último Congreso celebrado en Logroño en 2021 nuestro Libro Blanco. Un hito en nuestra trayectoria histórica que tras un proceso de elaboración participativa ha querido señalar los retos a los que debemos enfrentarnos en las sociedades del siglo XXI. Con ello no queremos renunciar a nuestras señas de identidad que nos han traído hasta aquí desde principios del siglo XX. Como dice nuestra Presidenta de la FEUP, Mónica Calurano Vellarino, en el Libro Blanco de las UUPP: “Las Universidades Populares surgieron a finales del siglo XIX y principios del XX de la mano de intelectuales de la Institución Libre de Enseñanza, para llevar la cultura y la educación a las clases populares, supliendo las carencias de unas instituciones incapaces de garantizar esos servicios públicos esenciales. Tenemos el orgullo de contar como madres y padres de las Universidades Populares a personas como Vicente Blasco Ibáñez, Carmen Conde, Antonio Machado, Wenceslao Fernández Flórez, María de Maeztu, Margarita Nelken, Elena Fortún o Miguel Hernández”.
¿Cuáles son los retos que nos hemos planteado?
Después de tantos años de historia, trabajando desde los valores de la pluralidad territorial, la libertad, la justicia y la igualdad, las Universidades Populares creemos haber realizado una contribución esencial a la construcción democrática, mediante una herramienta muy poderosa de transformación social: la participación y el aprendizaje a lo largo de la vida.
Las Universidades Populares somos ese espacio de dignidad, de relación humana, de aprendizaje y de compromisos, desde donde soñamos habitar un mundo más justo, igualitario y sostenible. Apelando a nuestras señas de identidad, y ante los desafíos que se abren en el horizonte, hoy más que nunca necesitamos un instrumento que nos permita reforzar nuestro papel de futuro, en alianza con las diferentes instituciones y administraciones, para enfrentar enormes desafíos en los ámbitos de la cultura, la educación, la tecnología, la empleabilidad, la igualdad real y la salud; a la vez que reforzar e impulsar los programas y proyectos en los que venimos trabajando desde hace años.
Hemos considerado necesario establecer un Libro Blanco que sirva de referencia respecto a los grandes desafíos que enfrentaremos en las próximas décadas y que sea una herramienta eficaz para la educación y la cultura en una sociedad en constante transformación.
Tenemos 7 grandes ejes de futuro desde nuestros procesos de intervención de desarrollo local y de educación a lo largo de la vida:
- Cultura: Hacia un nuevo paradigma cultural para generar riqueza y economía (economía naranja). La cultura del futuro es un ámbito donde las Universidades Populares han de ejercer su acción, colaborando en la revolución cultural que se avecina en la vanguardia de los movimientos como la Nueva Bauhaus, revalorizando el poder transformador de la cultura popular, la paz, la proximidad, la participación, la interculturalidad, la experimentación y la creatividad en nuestras vidas. La acción cultural ha sido un caballo de batalla de las Universidades Populares a lo largo de su historia, por ese motivo, desde el Libro Blanco vamos a seguir impulsando su papel con fuerza y determinación.
- Educación: Hacia un nuevo paradigma educativo. Las Universidades Populares tratarán de seguir dando respuesta a las nuevas necesidades de la sociedad, donde las instituciones y las políticas públicas no llegan. Unas necesidades que van más allá de la alfabetización y la formación básica, entroncando con la especialización educativa, la formación de formadores, la innovación, el desarrollo de las competencias clave para el siglo XXI (softskills), las competencias digitales, coeducativas, etc.
- Tecnología: Hacia una apropiación de las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial por parte de la ciudadanía. Al igual que las Universidades Populares han sido el instrumento para la alfabetización de la población en el acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, en este momento podemos ser la herramienta para que la ciudadanía se apropie de las tecnologías disruptivas de la Cuarta Revolución Industrial (big data, algoritmos, inteligencia artificial, programación, robótica, fabricación aditiva, realidad aumentada…) para el desarrollo del proyecto vital y profesional de las personas, superando las brechas para afrontar una transformación digital que requiere formación e inversión.
- Empleo: Hacia una apropiación colectiva de las habilidades para el empleo, las competencias clave y el emprendimiento por parte de la ciudadanía. Las transformaciones tecnológicas, económicas y sociales experimentadas en los últimos años, están revolucionando el mundo del trabajo y el empleo, obligando a la incorporación de nuevas competencias y al desarrollo de nuevos programas y proyectos para la mejora de la empleabilidad y el emprendimiento, un campo donde las Universidades Populares podemos seguir prestando servicios avanzados en materia de políticas activas de empleo vinculadas a los nuevos yacimientos de empleo en el municipio y entorno próximo que facilitarán el empoderamiento de la ciudadanía.
- Igualdad real entre mujeres y hombres: Hacia una nueva sociedad donde la igualdad real entre mujeres y hombres se convierta en una nueva realidad. Desde su nacimiento, la FEUP es heredera de valores de cooperación, igualdad de oportunidades y accesibilidad universal a la cultura, en un marco de ética y dignidad humana. Desde sus inicios, las Universidades Populares (UUPP) se definen como plurales y universalmente accesibles, acogiendo al alumnado sin distinción de clases ni sexo. La formación básica constituía, entonces y ahora, un elemento fundamental para lograr la independencia y el empoderamiento de las mujeres. Las Universidades Populares constituyeron un primer acercamiento de las mujeres de clase obrera a la educación, desde las ciudades a los pueblos y, en ocasiones, de la mano de grandes referentes femeninas de la literatura, la pedagogía o la política, tales como Carmen Conde, María de Maeztu, Elena de Fortún, Margarita Nelken, entre otras.
Avalada por más de cuatro décadas de trabajo de las UUPP, con millones de mujeres de toda la geografía nacional, a propuesta de la FEUP y de su equipo técnico liderado por Montserrat Morales Corraliza, se crea la Escuela Feminista Estatal – EFE FEUP Paca Aguirre, en la que participan mujeres especialistas y profesionales con dilatada experiencia de varias décadas en el trabajo directo con mujeres, con el compromiso de contribuir a la construcción de la igualdad real, desde la acción feminista local y global.
La invisibilización durante siglos de las mujeres hacen del conocimiento y el aprendizaje una realidad de necesaria reconstrucción para la memoria colectiva en los distintos ámbitos posibles de aprendizaje, participación y representación. Visibilizaremos las aportaciones de las mujeres en los diferentes ámbitos de representación, la historia, la política formal, el conglomerado económico, el saber universitario, la creatividad y todas las artes. Construyendo espacios de investigación feminista, utilizaremos el aprendizaje a lo largo de la vida como herramienta de transformación social. De igual modo, utilizaremos estrategias de acción feminista local para el empoderamiento de las mujeres que participan en las UUPP, aprovechando la dilatada experiencia de décadas de los equipos técnicos.
Asumiendo que las brechas que afectan a las mujeres son una cuestión social sin resolver, la igualdad constituye un ámbito de acción y un caballo de batalla en el trabajo diario de las Universidades Populares, un compromiso que ya asumieron como propio en los siglos XIX y XX, y continúa siéndolo en el XXI, hasta que se alcance la igualdad real. Por este motivo, desde el Libro Blanco, asumimos este reto como eje central de nuestras actividades.
- Salud proactiva: Hacia una nueva sociedad donde la salud física, mental y colectiva se conviertan en un objetivo para alcanzar la felicidad. Las Universidades Populares son espacios de proximidad a la ciudadanía, así como un lugar de encuentro donde la soledad no deseada no tiene razón de ser. Diferentes estudios realizados con la colaboración de Universidades oficiales de distintas CCAA ya hace décadas indicaban que el alumnado de las Universidades Populares señalaba mayoritariamente como opción de respuesta a la pregunta por qué razón vienes a una Universidad Popular el hecho de poder relacionarse, incluso por encima de aprender, que aparecía como segunda respuesta mayoritaria.
La experiencia de las Universidades Populares demuestra que la salud personal y colectiva, desde múltiples actuaciones llevadas a cabo a lo largo de los años en materia de educación emocional, de sexualidad, de nutrición, de salud ambiental, de trabajo de la autoestima, de trabajo en equipo, de resolución colectiva de los conflictos o de toma de decisiones, entre otras, aportaban y aportan una mayor salud emocional, una gestión más eficaz de nuestras emociones (cruciales para una vida sana a nivel personal y colectivo) y, por descontado, una mayor felicidad.
Ese posicionamiento pedagógico, orientado a unas mejores condiciones tanto para el aprendizaje como para la participación social, son imprescindibles para avanzar en nuestros desafíos futuros. En este sentido, la pandemia ha puesto de manifiesto la decisiva importancia de los cuidados de las personas.
Una relación de mayor proximidad entre la administración responsable de la salud y las redes educativas que representan las Universidades Populares apuntan a unas sinergias necesarias y, sobre todo, a una responsabilidad social compartida. Recabar la mejor información sanitaria posible para planificar la formación idónea en nuestros centros de formación y en instituciones hermanas de otros países de la UE será, a buen seguro, una de las estrategias de aprendizajes compartidas en los próximos años. La salud en todas sus dimensiones pasa a ser un eje central en la acción de las Universidades Populares asumido por el Libro Blanco.
- Acción histórica: Las Universidades Populares vienen desempeñando un trabajo crucial a lo largo de la historia a través del desarrollo de programas para la promoción cultural, la formación de personas adultas, la participación ciudadana o los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Todas las referidas acciones, además del fortalecimiento del papel de las Universidades Populares y sus redes, no solo han de mantenerse, sino que deben fortalecerse como eje y seña de identidad histórica de su saber hacer asumidos por el Libro Blanco desde una estrategia y plan de trabajo con programas y proyectos de futuro.
Este ha sido el proceso que hemos seguido para la elaboración de nuestro Libro Blanco: