En la actualidad, todos los municipios madrileños con más de diez mil habitantes cuentan con un centro o aula pública de Educación de Personas Adultas (CEPA). Somos setenta los centros dependientes de la Consejería de Educación y, aunque tenemos perfiles y características muy diferentes según seamos de distrito, locales en grandes municipios, comarcales en los más pequeños o penitenciarios, compartimos objetivos y problemas. Una vía para abordar esos problemas es la Asociación de Directores de Centros Públicos de Educación de Personas Adultas de la Comunidad (Adeacam), que nos permite trabajar en red y apoyarnos.
Pese a que la Educación de Personas Adultas lleva asentada más de 40 años, nos sorprende el desconocimiento que la población en general e, incluso, algunos responsables públicos y compañeros docentes tienen de la propia existencia de los centros, nuestra oferta educativa y la cartera de servicios que prestamos a la comunidad.
Precisamente, dar visibilidad a los CEPA es uno de los objetivos que nos planteamos al organizar estas actividades colaborativas entre Centros de Educación de Personas Adultas, que denominamos InterCEPAs. Aunque no es el único, también tratamos de dinamizar la vida interna y actividad de cada centro, implicar a alumnado y profesorado en la comunidad educativa haciéndoles sentir que forman parte de un colectivo importante, empoderarles gracias a sus habilidades creativas, artísticas o deportivas, fomentar esta habilidades y conseguir la colaboración de instituciones y entidades.
Las InterCEPAs son proyectos y actividades desarrolladas entre varios centros de adultos que permiten compartir metodologías, fomentar la colaboración y el trabajo en equipo y favorecer el encuentro entre alumnado y profesorado de diversos centros, ayudando a crear redes de aprendizaje.
Sabemos que retomar los estudios o formarse a edades avanzadas no es una decisión fácil. En ocasiones, el alumnado de los CEPA se siente aislado en unas enseñanzas que desconoce. Las actividades colaborativas les ayudan a contactar con otras personas en sus mismas circunstancias y eliminar ese sentimiento. Por otra parte, para el profesorado estas enseñanzas tan singulares pueden conllevar inseguridad; realizar actividades en colaboración con compañeros de su centro y de otros similares, proporciona tiempo y espacios de aprendizaje entre iguales.
Tras años desarrollando actividades InterCEPAs hemos corroborado que sirven para reforzar los aprendizajes curriculares, colaboran en la adquisición de competencias clave, ponen en valor las habilidades que posee el alumnado; les motivan y contribuyen a que disminuya el abandono escolar; ayudan a construir la idea de pertenencia a la comunidad educativa de su centro y contribuyen a la visibilidad del trabajo desarrollado en los centros de educación de personas adultas.
La organización de una actividad InterCEPA nace de la iniciativa de uno o varios centros . El compromiso de organización puede ser anual o permanente. Se estructura una primera fase local en cada CEPA participante. Cada centro decide su implicación en la fase local: cuanto mayor es, y si se incorpora a la práctica docente en el aula y al desarrollo curricular del curso, mejores son los resultados y la valoración de la actividad entre alumnado y profesorado. La segunda fase es la concurrencia entre los centros inscritos en la actividad y su desarrollo depende la las características de la InterCEPA. Este es el momento de mayor visibilidad fuera de los centros y donde se recaba la colaboración de entidades, artistas y asociaciones locales; en los últimos años, esta fase recibe el apoyo de la Unidad Técnica de Adultos de la Consejería, tanto económico como en el reconocimiento del esfuerzo a la organización.
Los encuentros que se organizaron entre alumnado y profesorado en 2017 con motivo del Año Europeo de la Educación de Adultos supusieron un importante impulso a la organización de actividades InterCEPAs porque nos hicieron aún más conscientes de los beneficios que reportan estos encuentros entre centros.
La más veterana de nuestras actividades es el Certamen Literario. Surgió de la colaboración entre varios centros para celebrar el IV Centenario de El Quijote. En 2022 ha celebrado su decimosexta edición con la participación de 52 centros. Está abierto a todo el alumnado, animándoles a escribir para expresar sus sensaciones, pensamientos, recuerdos o experiencias relacionados con un lema que se elige para cada edición. Cada centro selecciona un relato finalista y entre ellos se eligen tres ganadores por votación; todos los finalistas tienen su premio que se entrega en un acto público que siempre resulta emocionante con la lectura de los tres relatos que se han considerado mejores. Antes se editaba una revista con todos los textos finalistas que se distribuía entre los CEPA; actualmente se alojan todos en una página web.
El Concurso de Lectura en voz alta ha celebrado su séptima edición. Es un proyecto de fomento de la lectura organizado por categorías: enseñanzas iniciales, español y secundaria. Este curso han participado veintidós centros y se aloja la lectura de los finalistas en un canal de YouTube,
Desde 2017 se celebra el Certamen Photoshópate con el objetivo de desarrollar la creatividad de los alumnos mediante la creación de contenidos que estimulen y trabajen sobre valores, al tiempo que potencia el uso y conocimiento de las TIC. También en Photoshópate se propone un lema en cada edición y se clasifican los trabajos en cinco categorías según las enseñanzas que están cursando los participantes.
Otra de las InterCEPAs más consolidada es la Liga de fútbol 7. Con la participación de equipos compuestos por alumnos, alumnas, docentes y personal de administración y servicios trata de fomentar la deportividad, el compañerismo, el respeto, el compromiso con el equipo y el esfuerzo. Tuvo que suspenderse en 2020 y no se pudo celebrar en el curso siguiente debido a la pandemia, pero este curso se ha retomado con la participación de diecisiete equipos.
Con el objetivo de tomar conciencia de la importancia de la correcta ortografía como herramienta indispensable para la cohesión y coherencia en la redacción de textos, se celebra el Concurso de Ortografía que, organizado en varias categorías, ha llegado ya a la cuarta edición con una alta participación.
Otra InterCEPA afectada por la pandemia ha sido la Gymkana. En su primera edición en el curso 2018/19, fue organizada entre tres centros comarcales y significó todo un evento para el pequeño municipio en que se celebró la final, Torrelaguna. Los equipos deben formarse con cinco personas de cada centro incluyendo, obligatoriamente, distintas edades y enseñanzas y compiten para superar pruebas de varios ámbitos de conocimiento. Esperamos celebrar una nueva edición en el próximo curso en el sureste de nuestra comunidad.
Este curso hemos desarrollado la segunda edición del Concurso de murales lapbook. Porque no todo es tecnología, se propone a los alumnos que apliquen su creatividad y expresión plástica haciendo murales que incorporen desplegables, sorpresas, fichas y… todo lo que se les ocurra para explicar contenidos curriculares. Se organiza en cinco categorías de tema libre.
Y nos hemos estrenado con un Concurso de fotografía matemática, organizado por categorías, en el que los alumnos participan con fotos originales que plasman situaciones de la realidad cotidiana donde se vean reflejadas las matemáticas. También está organizado por categorías según las diferentes enseñanzas y cada centro participa en la fase final con la fotografía de un alumno por categoría.
Tenemos asignaturas pendientes. Algunas InterCEPAs como la Batalla de Gallos o la Feria de la Ciencia, que tuvieron elevada participación y muy buena valoración, han dejado de celebrarse porque no hemos sido capaces de encontrar relevo para su organización. Aunque no tiramos la toalla y la antorcha sigue esperando relevista.
Termino con una valoración personal. Como veterana maestra de educación de personas adultas tengo muy presente que todo el esfuerzo suplementario que significa participar y organizar las InterCEPAs se compensa con la satisfacción que sienten nuestros alumnos, con las enseñanzas que nos transmiten. Nunca olvidaré cuando nuestro equipo de fútbol 7 perdió su primer partido por veintiún goles a uno; cuando yo me temía lo peor, el equipo reaccionó estableciendo red, entrenando más, haciendo verdadero equipo, ayudándose en las clases… una lección imborrable. La ilusión con que nuestras alumnas de iniciales descubren las líneas y formas o la perspectiva a través de la cámara de su móvil, la emoción y experiencias que nuestros alumnos consiguen transmitir con sus relatos, el orgullo con que invitan a familiares y amigos a ver sus trabajos… compensan todo el trabajo suplementario que significa organizar estas actividades. La complicidad, la empatía que se siente en los encuentros de las fases finales, en las entregas de premios, en las exposiciones, el respeto y felicitaciones de los invitados que clausuran esos actos, la afluencia de público… indican que conseguimos que cumplan los objetivos con los que las planteamos.