Olga y Alla acaban de llegar de Odessa, son madre e hija que llegan huyendo de las bombas que caen por toda la ciudad y que observan desde el decimotercer piso en que viven. Acaban de llegar con lo puesto. Inmediatamente avisamos a los voluntarios para encontrar ropa para ellas: del 39, los zapatos y tallas M o L. En tres horas, el centro se llena de bolsas de ropa y zapatos. Olga, al llegar, sonríe algo, a Alla le cuesta más. En clase, encuentran actividades dinámicas de expresión y compañeros y compañeras que las ayudan. En casa, repasarán las expresiones que han visto.
La invasión de Ucrania ha supuesto una migración en masa hacia nuestro país, y hacia otros países de la Unión Europea, que requiere una respuesta inmediata, de las instituciones y de la sociedad. Es a la vez un reto y una necesidad de acogida colectiva. En el centro de FPA Jordi de Sant Jordi de La Vall d’Uixó, ya tenemos experiencias de acogida. Atendemos a personas, en colaboración con Cruz Roja, que después de vivir la travesía en un cayuco o patera hasta llegar a nuestras costas, necesitan aprender español, a la vez que adaptarse a nuevas formas de vida. Dramas humanitarios a los que intentamos dar normalidad, con ofertas educativas en las que, durante los tres meses como máximo que dura la acogida mientras buscan a familiares o a personas conocidas para seguir con sus vidas, intentamos enseñar un nivel básico de castellano para facilitar su incorporación a nuestra sociedad.
Si algo tiene la educación de personas adultas es que en los centros desarrollamos un trabajo muchas veces exento de marcos de referencia que nos permitan homologar actuaciones y contar con los recursos que necesitamos para ello. Interpretamos y adaptamos normativas que están dirigidas a centros de primaria y secundaria e intentamos que respondan a las necesidades y situaciones que viven las personas adultas dentro y fuera del aula. Explico esto porque en la planificación para identificar necesidades y en su respuesta, muchas veces improvisamos y utilizamos recursos de manera creativa que serían impensables en otras enseñanzas del sistema educativo. Esto es así, porque hablamos de personas adultas, mayores de edad, y de contextos en los que la participación y la inclusión ocurren a la vez dentro y fuera de las aulas de manera simultánea.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania y la posible llegada de personas refugiadas, necesitábamos evaluar los recursos con los que contábamos y tomar decisiones respecto a cómo integrar a estas personas en el centro, teniendo en cuenta que necesitan atención específica por la situación psicológica y los problemas de aprendizaje e integración que podrían acompañarles. La respuesta ha superado las expectativas.
Las personas con estrés postraumático o que han vivido una experiencia emocional dolorosa en muchas ocasiones pueden tener problemas para aprender o concentrarse. Las parejas lingüísticas en el aula les ayudarán a conectar no solo con la lengua sino con personas que las acompañan y ayudan
Por un lado, encontramos a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de La Vall d’Uixó que acompañan impecablemente a las personas que llegan. Habría aquí que reconocer que la colaboración y el contacto estrecho con instituciones como el Ayuntamiento y organizaciones como Cruz Roja son fundamentales en el funcionamiento de los centros de educación de personas adultas, además de para llevar los itinerarios de inclusión de muchas personas extranjeras.
Por otro lado, en nuestra comunidad educativa encontramos profesorado que amplía su horario y elabora materiales; maestras jubiladas que asisten a grupos del centro y que aportan su tiempo para impartir clases de manera voluntaria o alumnado que se presta, como voluntario también, para ser pareja lingüística o para participar en actividades complementarias y recogida de recursos.
Ahora mismo tenemos más personas voluntarias que venidas de Ucrania, pero son fundamentales para poder hacer el trabajo de inclusión y, sobre todo, de acogida, que tenemos por delante.
Hemos creado parejas lingüísticas de apoyo cuya única finalidad es contribuir a la inclusión de las personas refugiadas durante las actividades complementarias, otras contribuirán a la elaboración y recogida de recursos para aprender. Estamos todavía construyendo el significado de estas parejas según surgen las necesidades estas últimas semanas. Pero su labor fundamental es acompañar a quienes llegan al centro. Sobre todo las mujeres más mayores, por encima de los 50 años, que llegan con la mirada perdida y con más dificultades para concentrarse.
Las personas con estrés postraumático o que han vivido una experiencia emocional dolorosa en muchas ocasiones pueden tener problemas para aprender o concentrarse. Las parejas lingüísticas en el aula les ayudarán a conectar no solo con la lengua de enseñanza, sino también a mantener la concentración en clase, a repetir explicaciones y a apoyar la inclusión social.
Estas parejas nacen con la idea también de poder acompañar en las actividades que se realizan fuera del centro y a las que están todas las personas ucranianas invitadas a venir, como parte de este proceso de inclusión: visitas al ayuntamiento, la biblioteca, al mercado municipal, a Correos o a la Policía local. Unas visitas en las que se les enseñarán el funcionamiento de cada entidad al tiempo que aprenden nuestro idioma.
La pareja lingüística quiere ser un acompañamiento en previsión de la situación psicológica con la que llegan estas mujeres. Gracias a la traductora con la que llegan al centro conocemos buena parte de sus historias de vida, algo que resulta emocionalmente desgastante para todas y todos.
Esta y otras actuaciones que llevamos a cabo tienen la finalidad de generar una intervención comunitaria, de inserción en las actividades del centro. Para conseguirlo, además, contamos con que ya había una alumna ucraniana y que parte de la comunidad ucraniana de la localidad se ha prestado a participar con nosotras en las actividades.
Más allá de seguir las clases, la intervención que queremos hacer en primera instancia es la de acompañar emocional y socialmente a estas mujeres; acompañamiento a las que vienen e indagación sobre aquellas que no están viniendo aunque sabemos que están en el municipio.
La conexión lingüística y humana hará que el tiempo de estancia se acorte.