En este artículo deseamos explicar un estudio que se realizó en el marco de un TFG en la UAB en torno a la metodología Aprendizaje y Servicio (ApS) utilizada en la materia Servicio en la Comunidad (SC) de la ESO. El objetivo del estudio fue identificar los factores de éxito de los proyectos de ApS sobre temáticas de medio ambiente. Metodológicamente, primero se realizó una revisión documental y posteriormente se aplicó una metodología cualitativa de recogida de datos y análisis, consistente en la realización de seis entrevistas (individuales y/o grupales) en tres institutos públicos de Cataluña, con una participación total de ocho alumnos y tres docentes.
Del análisis de los datos obtenidos con las entrevistas observamos que las opiniones de los tres centros son muy coincidentes, tanto en lo que se refiere a las voces del profesorado como a las del alumnado. En primer lugar, todos destacan la motivación del equipo docente como de vital importancia, tanto en el acompañamiento del alumnado como en la elaboración y seguimiento del proyecto, porque a menudo no se da. Coincidiendo con lo que exponen los autores Puig et al. (2006), la profesionalidad y la conciencia social facilitan la conexión entre la práctica diaria en los centros y la filosofía de los proyectos de ApS. Por tanto, estamos ante una motivación intrínseca hacia la metodología y hacia el proyecto. Sobre la motivación del alumnado, las respuestas obtenidas muestran claramente que ésta aparece cuando el alumno puede tomar decisiones sobre la elección del proyecto a desarrollar. Además, ver la aplicación en el mundo real enmarcada en una práctica de valores aporta emociones y sentimientos imprescindibles para la adquisición de la motivación.
En segundo lugar, las personas entrevistadas han valorado positivamente que el proceso de ApS comience con una primera parte de sensibilización, previa a la puesta en práctica de valores, que permita tocar la fibra y animar a mirar más allá de uno mismo. Así pues, remarcan el hecho de incluir charlas, documentales, debate y otras actividades para potenciar la acción personal pensada y sentida, promoviendo la responsabilidad, el compromiso, el cariño y la comprensión de valores que en el servicio se aplican (Puig et al., 2009). Las entidades ambientalistas son el pilar del éxito, puesto que aportan conocimientos específicos sobre el medio ambiente e ideas para la intervención, cubriendo las carencias que se generan, normalmente en aspectos alejados del currículo. Tal y como expone Puig et al. (2009) para que el vínculo funcione, es necesario que cada agente tenga clara su aportación, creando un trabajo horizontal, interdependiente y un clima de compromiso. Las voces entrevistadas destacan que este vínculo debe ser estrecho, permitiendo crear sinergias y proyectar nuevas ideas.
El tercer tema emergente es la debilidad de los procesos de evaluación en toda su amplitud. Hemos detectado una falta de evaluación por parte del alumnado, algo que se podría revertir mediante la incorporación de un diario de campo a lo largo del proyecto con unos criterios previos, y preguntas como “¿Cómo me he sentido?”, “¿Qué me ha aportado el día de hoy?”, “¿Qué podría mejorar?”.
Los análisis realizados a partir de las voces escuchadas han proporcionado muchas reflexiones de mejora que podrían considerarse. Destacaremos las más relevantes desde nuestro punto de vista: (1) Construir una red de apoyo docente hacia este ámbito para combatir la falta de motivación docente, mediante la creación de un espacio físico o telemático entre los institutos del entorno, donde se compartan barreras, inquietudes e ideas; (2) Hacer una pequeña prueba piloto con el alumnado en el último trimestre del curso previo al servicio comunitario, incluido en el crédito de síntesis, facilitando la familiarización con la propuesta; (3) Incluir una tarea en los “ecodelegados” de los institutos, consistente en recoger las inquietudes e intereses socioambientales a introducir y desarrollarlos en el servicio comunitario; (4) Incluir las nuevas tecnologías mediante acciones formativas; (5) Ofrecer formaciones para el fomento de la participación activa.
Una vez realizada esta investigación, han surgido nuevas inquietudes y temas a estudiar, posibilitando nuevas líneas de investigación. Como ampliación de esta investigación, se podría desarrollar un estudio de casos múltiples, profundizando en los datos obtenidos, consiguiendo unas conclusiones más detalladas. También resultaría interesante analizar cómo el ApS ambiental facilita la consecución de los retos de la Agenda 2030. Unos retos de reflexión y de investigación que nos planteamos para un futuro próximo.