«Me preocupa que tengan siempre presente que enseñar quiere decir mostrar. Mostrar no es adoctrinar, es dar información pero dando también, enseñando también, el método para entender, analizar, razonar y cuestionar esa información. (…) Pónganse como meta enseñar a pensar, que duden, que se hagan preguntas. No los valoren por sus respuestas. Las respuestas no son la verdad, buscan una verdad que siempre será relativa. Las mejores preguntas son las que se vienen repitiendo desde los filósofos griegos. Muchas son ya lugares comunes, pero no pierden vigencia: qué, cómo, dónde, cuándo, por qué. Si en esto admitimos, también, eso de que «la meta es el camino», como respuesta no nos sirve. Describe la tragedia de la vida, pero no la explica. Hay una misión o un mandato que quiero que cumplan. Es una misión que nadie les ha encomendado, pero que yo espero que ustedes, como maestros, se la impongan a sí mismos: despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad.»
Última clase de Fernando Robles, (Aristarain, 2002)
Hay demasiados desasosiegos que me acompañan y supongo, de un modo u otro, también a ustedes. Como decía ayer Tucídides, la libertad y la tranquilidad son excluyentes o el pensador galo Pascal, nada nos puede consolar, cuando lo pensamos detenidamente. A menos que prefieran no pensar en serio y consideren la libertad eso de tomarse unas cañas o tener un rider en la casa con la cena, a golpe de app, en medio de una tromba.Hay tantas cosas que podría decir del rumbo que está tomando el mundo (Berardi, 2024) y con él, la universidad (Manzanera y Tudela, 2024; Anta-Félez, 2024; Castaño-Villar, 2015), mientras intentamos no ser un engranaje más (Khalidi, 2024), que no sé por dónde comenzar. Por todo ello, he decidido hacerlo por lo más importante: ustedes. Ustedes que están sentados frente a mí, escuchando, preguntando, reflexionando.
Si hoy escribo esto es porque nuestro presente es cada día más asfixiante. Y seguimos, al menos un puñado de simios sentipensantes, sin querer volver a esa normalidad, sabiendo que la normalidad era (Vijay Prashad, 2020), y sigue siendo, el problema. Vivimos en tiempos de precariedad (Tisianos y Papadopoulos, 2006) y de desposesión (Harvey, 2012) acelerada, donde el neoliberalismo se muestra progresivamente más lejos del ideario liberal neoclásico y su modus operandi autoritario se acrecienta (Brown, 2021). Más aún, en países donde la extrema derecha gobierna e intenta convertir la educación superior en un lugar ajeno al pensamiento y el conocimiento crítico, la conciencia histórica y la autonomía del profesorado (Giroux, 2023). La destrucción de la biosfera y sus efectos, la desigualdad social creciente, el colonialismo, la amenaza de la democracia, el rearme patriarcal, el régimen de guerra global (Hard y Mezzadra, 2024) y el expolio continuado de nuestros bienes comunes, nuestras capacidades y convicciones son los vectores que atenazan el mundo de vida. Con el abismo moral de habernos adentrado en un bucle de desintegración y exterminio humano (Albanese, 2024), hasta desposeernos de nosotros mismos como personas.
Frente a todo esto, la universidad no cesa, ni repara en la hoja de ruta de la gobernanza mundial de la educación y la universidad empresa, obedeciendo cada consigna y pauta muerta. Siguiendo cada cual con sus frases, con lo suyo, en casa, en su despacho o sus camarillas, normalizados por la gestión y monitorizados por los papers. Mientras tanto, en primavera brotaron las asambleas y acampadas como anomalía, permitiéndonos salir fuera (Red Universitaria por Palestina, 2024). Y reconocer que lo que hay contiene lo que fue y lo que podría ser, y que cuando vengan otras luchas, esa experiencia mostrará que es brasa no apagada y vivirá de nuevo (Gopegui, 2024).
Y de nuevo, seguiremos atreviéndonos a pensar, investigar, dialogar, como fuerza creadora, instituyente, capaz con su artesanía reflexiva, de crear y recrear la institución. Practicando el desafío de desestabilizar la racionalidad instrumental que esclerotiza nuestras subjetividades y vidas, a la vez que crecen los efectos de la desposesión y la incertidumbre a la que estamos sujetos. Resquebrajando ese individualismo precario, hiperproductivo, auto-explotador y competitivo que nos resigna en la falta de alternativa y en la desarticulación social (Zafra, 2024). Actuando para desafiar al arma más brutal del neoliberalismo: la cancelación lenta del futuro (Fisher, 2018) y la destrucción moral del lazo y la urdimbre social. Involucrándonos en la desaceleración, imaginando diferentes finales del capitalismo, reconociendo y promoviendo los dispositivos donde el Capital no está, salir del Antropoceno, del androcentrismo clasista y racista (Danowski y Viveiros de Castro, 2019).
Los futuros deseados por hacer han de beber de nuestro mejor patrimonio cultural y pedagógico, como son los Movimientos de Renovación Pedagógica, MRP, entre otros. Esa lumbre que reanima el deseo, el pensamiento, la acción y el compromiso en la escuela y en el mundo social. Un MRP que reunía en las Escuelas de Verano de los primeros años de los ´80 alrededor de 25.000 participantes, la mayoría de infantil y primaria, sin ningún incentivo alguno. Irradiando su influencia a escuelas, al movimiento vecinal y a la formación continua en los últimos años de los ´70 y principios de los ´80 del pasado siglo. Hasta el Mº de Educación llegó a reconocer a los MRP como la fuente más importante de formación continua del profesorado a mitad de los ochenta (Groves, 2017). No obstante, el régimen democrático que se estableció en España quedó muy distante de su proyecto social y político (Groves, 2010). El ministro Maravall no accedió a aquellas necesidades clave para garantizar la educación activa: estabilidad y promoción del profesorado ligado a publicaciones y participación en proyectos de renovación en lugar del método cuartelario de antigüedad y cargos; programas de estudio orientativos; supervisión estimulante para la renovación pedagógica en vez de control; organización relacional de la escuela asamblearia, etc. (Groves, 2010b).
Aquellos MRP supusieron un movimiento social que convergía con otros movimientos por la transformación liberadora de la escuela y de la sociedad (Bonafé, 1993). Pasado aquel tiempo, hasta aquella primavera del ´77 en que, tras las luchas antifranquistas, la entrega apasionada a la experimentación y a la creación contracultural (Labrador, 2017), lograron generar, con sus contradicciones y su epidemia de heroína incluida, un país donde un significativo sector social y educativo luchaba por una democratización intensa. Tras aquellos años y superado el imaginario conformista, consensuado y apaciguador de la CT, cultura de la transición (Martínez, 2012) con el movimiento de las plazas del 15M, esa CT que ha actuado desde los ´80 como regulador de conciencias políticas y sociales, como único marco posible de realidad durante décadas se abre un tiempo otro, de crisis sistémica (social, energética, climática, belicista,…) de capitalismo caníbal (Frazer, 2023).
Por ejemplo, compartiendo aula entre docentes, democratizando la evaluación con la participación de estudiantes y familias, saliendo de la facultad al mundo social, co-supervisando, haciendo investigación-acción, cultivando la atención y el cuidado, escuchando de verdad, sin paternalismos y desde la historia de vida de nuestros estudiantes (Freire, 2016) y un largo etcétera. Gran parte de las acciones de innovación docente bajo la retórica de la excelencia se han diseñado expoliando propuestas de los MRP y de nuestro patrimonio inmaterial. Necesitamos rescatar y defender aquellos nombres, valores y experiencias. Necesitamos lugares y tiempos en los campus y ciudades donde podamos conversar, discutir y escucharnos de verdad, donde se experimente y se generen alternativas ante la diversidad de retos y problemáticas contemporáneas. Comprometiéndonos, prototipando (Lafuente, 2024), experimentando y aprehendiendo junto a iniciativas ciudadanas y entidades locales. Para el fortalecimiento de capacidades humanas que nos están siendo usurpadas: la atención, la imaginación, la escucha-conversación, la empatía, la ayuda mutua y el compromiso social. Abriéndonos a otros ámbitos y territorios de nuestros barrios, ciudades y pueblos. Y tejiendo un espacio de diálogo entre los diferentes sectores sociales donde emerjan estrategias participativas de creación desde la autonomía con las iniciativas ciudadanas de afectadas y afectados, las asociaciones, el sindicalismo social, las cooperativas, la economía social y los movimientos sociales.
Hoy tenemos más burocratización en nuestras instituciones y existen mayores incentivos para el desarrollo profesional de la subjetividad neoliberal, sin duda. Pero también tenemos malestares y precariedades nuevas que acoger y reapropiar (Fernández-Savater, 2024), sociedades más diversas, el apoyo de diferentes disciplinas universitarias con los MRP y su legado, así como una fuerte demanda social de estudiantes, familias y sociedad que piden una educación viva y activa.
Frente al culto a la innovación (Agbar, 2023), generada por la banca, las tecnológicas y otras corporaciones o el modelo de talent show al que se somete a la educación, propio de la sociedad del espectáculo y del agónico dogma del crecimiento y el desarrollo. Necesitamos, más que nunca, sin caer en el idealismo pedagógico, extender y avivar la filosofía, las ideas y las experiencias de los Movimientos de Renovación Pedagógica.
Ustedes, mis estudiantes de educación
Si quieres participar y unirte a esta red, puedes escribir un correo electrónico a: redunirenovacionpedagogica@gmail.com
Referencias
Agbar, E (2023) El culto a la innovación. Ned Ediciones, Madrid.
Albanese, F. (2024). Informe de la Relatora Especial sobre la Situación de los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967. https://www.clacso.org/wp-content/uploads/2024/04/Anatomia-de-un-Genocidio.pdf
Anta Félez, JL. (2024) Crítica de la razón universitaria. Ed. AASA, Jaén.
Aristarain, A (2002). Lugares comunes. Película, coproducción Argentina-España. https://www.filmaffinity.com/es/film225948.html
Berardi, F. (2014). ILDISERTORE. https://francoberardi.substack.com/
Brown, W. (2021). En las ruinas del neoliberalismo. Traficantes de Sueños, Madrid.
Castaño Villar, F (2015). Y si no deseamos lo que se normaliza como deseable en la universidad: capturas, fugas y ambivalencias en el capitalismo cognitivo. Revista de Sociología de la Educación, RASE. Vol 8, nº 2 (Ejemplar dedicado a: Evaluación y Gubernamentalidad), págs. 300-302. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5318075.pdf
Danowski, D y Viveiros de Castro, E (2019). ¿Hay un mundo por venir? Ensayo sobre los miedos y los fines. Caja negra, Buenos Aires.
Fernández-Savater, A. (2024). Capitalismo libidinal. Ned Ediciones, Madrid.
Fisher, M. (2018). Los fantasmas de mi vida. Escritos sobre depresión, hauntología y futuros perdidos. Caja Negra, Buenos Aires.
Frazer, N. (2023) Capitalismo caníbal. Qué hacer con este sistema que devora la democracia y el planeta, y hasta pone en peligro su propia existencia. Siglo XXI, Madrid.
Freire, P. (2016). El maestro sin recetas. s. XXI, Buenos Aires.
Garcés, M. (2023). El tiempo de la promesa. Anagrama, Barcelona.
Garcés, M. (2020) Escuela de aprendices. Galaxia Gutemberg, Barcelona.
Giroux, H.A. (2023). Resisting far right and neoliberal agendas in education: The stance of critical educators. Studia Krytyczne/Critical Studies, 12, p. 65-74. https://czasopisma.uni.opole.pl/index.php/sk/article/view/5607
Gopegui, B (2024). Un derecho a la contrariedad. Diario El Salto. https://www.elsaltodiario.com/pequenas-grandes-victorias/un-derecho-contrariedad
Groves, T. (2017) Freinet y los maestros españoles: la configuración de un movimiento social y pedagógico (1969-1983). Educació i Història: Revista d’Història de l’Educació, núm. 30 (juliol-desembre), p. 133-154
Groves, T. (2010) ¿Qué engaña más, la memoria o los documentos? Experiencias de la pedagogía Freinet en la escuela rural en los años setenta. Groves, T. Foro de Educación, n.º 12, 2010, pp. 171-183.
Groves, T. (2010b).El Movimiento de Enseñantes durante el Tardofranquismo y la Transición a la Democracia 1970-1983. Tesis doctorales. UNED, Madrid.
Hard, M y Mezzadra, S (2024). Régimen de guerra global. Diario El Salto. https://www.elsaltodiario.com/sidecar/un-regimen-guerra-global
Harvey, D. (2012) El enigma del capital y las crisis del capitalismo. Akal, Madrid.
Khalidi, R. (2024) America’s foremost scholar of Palestine, is retiring: ‘I don’t want to be a cog in the machine any more’. En https://www.theguardian.com/world/ng-interactive/2024/oct/08/rashid-khalidi-palestine-israel-scholar-columbia-university-retires
Lafuente, A. (2024) Guía. Cómo hacer un prototipo. https://laaventuradeaprender.intef.es/guias/proyectos-colaborativos/
Labrador, G. (2017). Culpables por la literatura: imaginación política y contracultura en la transición española (1968-1986). Akal, Madrid.
Martínez y VV.AA. (2012). La CT o La Cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española. Debolsillo, Barcelona.
Martínez Bonafé, J. (1993). Los MRPs o el compromiso en la escuela. Cuadernos de pedagogía, 220, 104-109.
Martínez Bonafé, J. (2024). Un Movimiento de Renovación Pedagógica. El Diario de la Educación. https://eldiariodelaeducacion.com/red-universitaria-de-renovacion-pedagogica/un-movimiento-de-renovacion-pedagogica/
Manzanera Ruiz, R., Tudela-Vazquez, MP. (ed.) (2024) La Agenda 20230 en las universidades andaluzas. Una mirada crítica post-pandemis. Universidad de Granada, Granada. https://digibug.ugr.es/handle/10481/89855
Red Universitaria por Palestina (2024). https://www.redxpalestina.org
Tisianos, V. y Papadopoulos, D. (2006) Precariedad: un viaje salvaje al corazón del capitalismo. corporeizado. https://transversal.at/transversal/1106/tsianos-papadopoulos/es
Vijay Prashad (2020).Non torneremo alla normalità, perché la normalità era il problema, April 9.https://thetricontinental.org/it-13-2020-new-world-order/
Zafra, R. (2024) El Informe. Trabajo intelectual y tristeza burocrática. Anagrama, Barcelona.