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“La financiación recibida por la Universidad de Málaga en el marco del modelo de financiación de la Junta de Andalucía se aleja bastante de cubrir tan siquiera los gastos de personal y corrientes”. Esta frase resume en buena medida las causas que han llevado al Consejo de Estudiantes de la Universidad de Málaga a decretar una huelga que se ha materializado en cinco días de paro académico que se cierran hoy. Está entresacada del documento de los presupuestos de la propia Universidad para 2025. Documento de 417 páginas que desgrana la situación de esta universidad.
En él no solo hay quejas porque no se cubren los gastos de nóminas y corrientes. También se indica que, aunque el porcentaje de estudiantes matriculados en sus facultades es aproximadamente del 15 % y ha sido así desde hace muchos años, sus finanzas llevan bajando desde 2012, con un ligero repunte en 2024, y ha pasado de más del 15 % al 13.85 %. Parece una disminución menor, pero según este mismo documento, si el porcentaje se hubiera mantenido igual, la universidad habría recibido 40 millones más de los que les llegaron el año pasado. Tan es así que hace poco la Junta les concedió un crédito de más de 50 millones para poder hacer frente a su situación financiera, provocada por la propio Junta.
Javier Borrego es el presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad, organismo que ha movido este paro. Asegura que dos son las causas que les han llevado a este punto. La infrafinanciación, la primera de ellas. Habla de infraestructuras en mal estado, techos que se caen, aulas sin mesas que utilizan tablas sobre taquillas, aunque sean casos excepcionales. También habla de prácticas de laboratorio que han de hacerse en parejas o grupos porque no hay material para todo el mundo, de donación de equipos por parte de grupos de investigación… Un largo etcétera que se suma al hecho de la precariedad en la que vive el profesorado, insuficiente para hacer frente a las necesidades del alumnado. “No tienen tiempo para pensar en nosotros”, asegura al teléfono. Se muestra solidario con el colectivo y asegura que la protesta busca que estén en mejores condiciones para que el alumnado reciba “la educación que nos merecemos”.
La otra causa es la tramitación de la ley de universidades, la LUPA. Se aprobó a la carrera en el Consejo de Gobierno andaluz hace unos días, ya está en el Parlamento y se tramitará con urgencia, para que esté en vigor a inicios de 2026. Mientras los rectores criticaban que el texto aprobado no se parece al que habían negociado, desde el CEUMA critican que ni siquiera se les ha tenido en cuenta, se les ha avisado tarde de las reuniones, han tenido que conseguir los borradores del texto bajo cuerda porque no los recibían y no se les ha escuchado.
Paro en Almería
Borrego cree que el paro de cinco días ha tenido un seguimiento bueno, así como los actos que han ido celebrando a lo largo de la semana.
El miércoles se reunieron los consejos de Estudiantes de todas las universidades andaluzas con representantes de la Consejería de Universidades para hablar de la situación en los diferentes campus. Aunque no les dieron ninguna información fidedigna, creen que hay margen de maniobra para mejorar la LUPA y evitar algunos de sus problemas. En relación a la financiación de las universidades, cuenta, les dijeron que “lo estudiarán”.
Si de algo ha servido, seguro, el paro de cinco días, es para poner en la agenda la situación de la Universidad de Málaga y servir como ejemplos para otros consejos de Estudiantes. El de Almería, presidido por Francisco Javier Estrella ha convocado un paro académico, en este caso mucho menos ambicioso, de una hora para el próximo miércoles.
Son fechas complicadas, explica Estrella, con entregas de final de trimestre, exámenes y demás. De ahí que no hayan querido ir a mayores.
Este joven explica que la situación para ellos es preocupante y asegura que su universidad es la que menos invierte por estudiante de todas las andaluzas y la tercera a nivel estatal. Habla de un agujero de entre 12 y 21 millones, según se comparen con la media autonómica o la estatal.
Esperarán a enero para hablar con el rector de la Universidad y estudiar posibles medidas posteriores para seguir haciendo presión y dando a conocer la situación por la que pasan.


