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Allá por los años 80 buena parte de los barrios del extrarradio de Madrid y de muchas otras capitales, sufrían el golpe de la heroína. Una generación de jóvenes prácticamente fulminada por la sobredosis y el SIDA. En Aluche, fue tal la situación que el Ayuntamiento construir un centro de atención para drogodependientes. Al vecindario no le cayó bien la noticia, y para equilibrar la balanza, cedieron al colegio público un solar con el que ganaron muchos metros de patio.
Han pasado los años, cuatro décadas. La población del distrito ha envejecido y las necesidades han cambiado. El mismo consistorio tenía prevista la construcción de un centro de día para personas mayores en la calle Camarena, número 277. Pero, sin previo aviso y con cierta nocturnidad, ha cambiado de idea. El centro lo construirá en el patio del colegio. La comunidad educativa del colegio se ha enterado gracias a la Plataforma por del centro de Mayores del barrio y a la asistencia al pleno que celebró a primeros de mes la Junta de Distrito. En los presupuestos aparece dicha construcción.
Rubén González es vocal del AFA del centro educativo. Un cole que, según explica, sin ese espacio con canchas deportivas, se quedaría sin lugar para alojar a todo el alumnado que tiene en los recreos. El Amadeo Vives no solo de línea dos desde 3 a 12 años, sino que acoge también una escuela infantil 0-3 de gestión privada en el mismo edificio en el que está su alumnado de 3-6, en la planta baja.
González explica al teléfono que en la única reunión que han podido mantener con representantes del Ayuntamiento les han explicado que el cambio de lugar para el centro de día se debe a que en la misma calle Camarena pero en el número 181 hay una residencia de mayores pública, de la Comunidad de Madrid. No quieren solapar servicios.
La residencia, comenta, está entre dos de los distritos más poblados de la capital, con una población de aproximadamente medio millón de habitantes y tiene una lista de inscritos de 20.000 personas. No parece que un centro de día pudiera ser ningún problema de competencia para dicha infraestructura.
A esto se añade que el suelo cedido al colegio, un tercio de su patio de recreo, no solo lo utilizan esas decenas de niñas y niños, sino que es una infraestructura que se cede, a su vez, a otros colectivos. Por ejemplo, allí se celebran competiciones deportivas que no tienen canchas más cercanas para hacerse. O son espacio de reunión para la asociación Madres Solteras del barrio. Esta asociación se encarga de ayudar a las familias que no puede recoger a sus hijas e hijos a la hora de cierre, de manera que utilizan los patios del centro para realizar actividades con estas niñas y niños. También se realizan allí algunas extraescolares e incluso competiciones deportivas intercentros que, presumiblemente, dejarían de celebrarse..
«Si lo hacen será el final del colegio». Es la opinión de Vanesa Negreira, madre de dos niñas en el cole, una en 6º y otra en 1º. Si el Ayuntamiento lleva a cabo su plan, supondría, dice, dos años de obras que, para ella, supondrían un problema en la matrícula. Ella misma se plantearía sacar a la pequeña del centro y entiende que a otras familias les pasaría lo mismo.
El AFA se ha puesto en contacto con el Dirección de Área Territorial de educación que les corresponde, pero allí les han dicho que no es su competencia, que es un terreno municipal y no pueden hacer nada por ellos y que no tienen que dar explicaciones.
El pasado domingo, las familias del centro decidieron hacer presión y hacerla junto a las y los mayores del barrio y celebraron una concentración para protestar. Ambos colectivos entienden que la solución del Ayuntamiento no satisface a nadie, cuando ya había una resolución que sí lo hacía.
La cosa ha dejado solo al PP en el distrito de Aluche, al punto de que PSOE y Más Madrid han redactado una resolución en contra de esta situación que también ha apoyado Vox. En cualquier caso, el texto no ha sido aprobado gracias a la mayoría de los populares.
El hecho de haberse enterado a las puertas de las Navidades ha enfadado más, si cabe, a las familias, quienes entienden que se ha hecho ahora para evitar las protestas y conseguir aprobar, bajo cuerda, una situación que no gusta más que a los populares.
Actualmente, las familias están haciendo una recogida de firmas para hacer presión al Ayuntamiento, además de estar pensando nuevas acciones.
