Maestra de Primaria y Educación Musical, Marina Tristán (1984, Fiñana, Almería) no solo forma a niños. Tristán es especialista en el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y dedica sus tardes a enseñar a los que enseñan: es formadora de maestros. Entre sus creencias más firmes está que la implicación de las familias en la educación es básica y debería fomentarse más.
¿Por qué es tan importante?
Es muy básico. Conozco bastantes centros porque me dedico a la formación del profesorado y, por las experiencias que cuentan, las familias tienen cerradas las puertas del aula. Las utilizamos mucho en Infantil, pero en Primaria ya nos olvidamos de ella, no las dejamos que entren en clase. Las relegamos a que hagan el disfraz del carnaval. Desde el centro hay que fomentar que las familias participen en la formación, que puedan entrar al aula incluso. Es el nexo, si el maestro y la familia están unidos te garantiza el 50% de éxito con el alumno.
Quizá sea yo, pero abogar porque las familias entren en las aulas me da la sensación de que es un poco contracultural con el pensamiento habitual de los maestros, que consideran el aula un espacio muy suyo.
Es la cultura que se ha generalizado en los centros. Sobre todo en Primaria. En Infantil se tiene asumido que la familia es más necesaria. Pero en Primaria ya no. No nos gusta. A veces me pregunto si el docente tiene miedo de que las familias vean lo que hacen en clase.
¿Qué haces para fomentar esta participación?
Te puedo contar lo que estoy haciendo ahora. Desde que trabajo el ABP intento que en esas tareas haya algo en lo que las familias puedan participar o que cuando acabe el proyecto, se abra a la comunidad educativa. A veces las familias pueden venir a verla, a veces pueden formar parte de esta exposición. Aparte de abrir las puertas, me gusta tener un blog de aula. Creo que es importantísimo, es una ventana por la que te puedes comunicar con las familias. Ellos pueden mirarlo desde casa y dedicarle el tiempo que quieran. También estoy haciendo ahora la escuela de padres. Cuando consideramos que un niño tiene algún problema en el aprendizaje, invitamos a los padres al centro para dar las clases juntos. Lo hacemos una hora a la semana.
Alguien me comentó respecto a esto que el problema que se encuentran algunos maestros es que los padres que acuden a estas actividades suelen ser los que no necesitarían ir porque sus hijos sí que rinden.
Conmigo todos están yendo. Lo que más me gusta es que en algunos casos son madres, en otros padres. Algo estamos avanzando, no sólo se relega al papel de la mujer.
¿El problema entonces es que las familias no tienen maneras de participar en la educación?
No tienen esas vías. La creación del blog es algo sencillo. Pero es verdad que ocupa tu tiempo y la mayoría de los docentes son reticentes, no quieren abrir esa ventana. Cuando ves el blog de alguien ves cómo trabaja en el aula. No es lo mismo visitar un blog de recursos que uno donde se cuentan experiencias.
Pero por el otro lado, también pasa mucho que todo el mundo, y menciono especialmente a las familias, se ve capacitado para deciros a los maestros cómo tenéis que hacer vuestro trabajo. A nadie se le ocurriría decirle a un médico cómo tiene que operar.
La responsabilidad familiar no asumida hace que el docente sea un blanco fácil de culpabilizar. Tenemos familias que te dicen cómo hacer tu trabajo, familias que quieren que tú hagas su trabajo. No entienden que sus hijos se frustren, que poner límites no es algo negativo. Cuando tú no asumes algo que tienes que arreglar en casa, tienes que encontrar un culpable porque si no no te sientes bien. Las familias quieren éxito para sus hijos, pero sin esfuerzo. Y no lo hay. Los padres que tienen 30-40 años han sufrido el sistema tradicional, y como han aprendido en el sufrimiento no quieren eso para sus hijos y se vuelven proteccionistas. Hay de todo, pero esto pasa. Con el ABP me ha pasado lo contrario. Padres que, como el único sistema que conocen es el tradicional, el del libro de texto, el de la letra con sangre entra, creen que sólo se aprende sufriendo. Con estas metodologías activas, que propugnan todo lo contrario, ellos ven que su niño vienen bien al colegio, viene tranquilo, feliz, y te piden explicaciones de por qué su hijo no está sufriendo.
Elegiste trabajar por proyectos. ¿Por qué crees que es mejor?
Los modelos que tenemos hoy en día de aprendizaje no distan mucho de los que había a mediados del siglo XX. Si estamos atentos a la sociedad, nos da razones para implantar metodologías más experimentales con las que dejar atrás la metodología informativa, en la que el alumnado con actitud pasiva debe comprender, memorizar y reproducir contenidos. Solamente con el ABP se hace un aprendizaje por descubrimiento significativo, cosa que cuando se trabaja con los libros de texto no se hace.
¿Qué resultados estás obteniendo?
A nivel general, excepcionales. Aparte de que el ABP mejora la convivencia, la inclusión social y los propios resultados, los niños se sienten útiles y el aprendizaje se vuelve significativo. Cuando el niño cambia la actitud y se siente útil, está mucho más predispuesto al aprendizaje que haciéndolo de otra manera.
Leí en alguna parte que no empleas la distribución estándar de la clase. ¿Cómo es y por qué?
El anterior centro en el que trabajaba era muy pequeño, tenía pocos alumnos. Tenía rincones. Ahora en este centro tengo 27 niños de 11 años y los muros me han delimitado mucho esos espacios que tenía montados. Antes tenía equipos de 4-5 personas, un rincón de ordenadores, un rincón de lectura, una alfombra (esto lo digo porque a la gente en Primaria no le suele gustar que las haya), una mesa de trabajo más alta con papel continuo, cartulinas, una especie de rincón de la creatividad. Para mí lo principal es que el niño no esté puesto de uno en uno en dirección única mirando al profesor.
¿Por qué es importante que no esté así?
Cuando los colocas de uno en uno en dirección única mirando hacia la pizarra y el maestro, le estás diciendo que el maestro es la fuente única de conocimiento, que solo a través de él puedes aprender y tú eres como un vaso que tiene que ser llenado de conocimiento. Estaríamos hablando de un aprendizaje colaborativo, que viene entre iguales. También del maestro, pero su papel no es difusor de información, es dinamizador. El rol cambia y el maestro pasa a ser una ayuda en ese proceso, un mediador.
Has comentado antes que formas a docentes. ¿Cómo es la experiencia de formar a docentes?
Muy buena. La labor que hago por la tarde es tan importante como la que hago por la mañana. Lo que hago es llevar mi experiencia en el aula a otros centros. En esas sesiones, suelo hacer tres o cuatro por centro, hacemos un esbozo de proyecto que cada uno acopla a sus características. Lo que a mí me interesa es que den un boceto de cómo se podría realizar ese proyecto. Yo les ayudo a que pongan una base curricular, que es lo que a la gente se le olvida hacer. Con el ABP hay mucha teoría, muchos ejemplos, pero que te puedan explicar un proyecto de principio a fin estructurado, con su base curricular y sus tareas, a veces es complejo.
¿Qué tal alumnos son los profesores?
En un centro se puede ver exactamente lo que pasa en el aula, está la misma muestra. Siempre hay un alto porcentaje de personas entusiasmadas y también hay uno o dos que son disruptivos y cualquier cosa que pongas delante no les interesa. Tiraron la toalla y están ahí por obligación o hacen la formación para cumplir sexenios. Lo que hay es mucha gente que quiere perpetuar el sistema que han vivido. Luego está el tema del libro de texto. Parece que cuando hay que aprobar la oposición es el único momento en el que hay que programar. Tienes que coger la ley, trabajarla, preparar tus propias tareas. Luego apruebas la oposición y se te olvida todo porque Santillana ya te dice cuáles son los contenidos, dónde hay que darlos, a qué ritmo. Se dan cuenta de que con el libro de texto su vida es más fácil, y es mejor que te dirijan otros a que tomes tus propias decisiones.
Has puesto en marcha un proyecto que ha alcanzado cierta notoriedad en la zona. ¿En qué consiste?
Se llama Conciencia Animal. Es un ApS para hacer un servicio a la comunidad. Nace como una campaña de sensibilización para concienciar sobre las mascotas. A veces cogemos un animal y no somos conscientes del tiempo, el desgaste económico que requieren. Es un proyecto que nace desde el aula de 5º. Nos pusimos en contacto con la asociación Patitas Unidas, el refugio de animales de un pueblo cercano. Les dijimos que íbamos a hacer diferentes actividades para recoger beneficios y les invitábamos a trabajar con nosotros. Estamos haciendo una serie de actividades como recogida de pienso, medicina, juguetes. Vamos a hacer una ruta canina. Hemos creado un banco de cuidadores vacacionales. Lo último es un concierto y un mercadillo benéfico en el que participará todo el centro. Se han sumado también los otros cinco colegios públicos del pueblo.