«Yo no sé nada de música». «Yo no sé tocar un instrumento». Suelen ser respuestas habituales cuando se habla de arte sonoro, pero ya no son (o no deberían) ser excusa para no lanzarse en las diferentes disciplinas que componen la, seguramente, más desconocida de las artes contemporáneas.
Dentro del proyecto de PLANEA en el que el arte se imbrica con la escuela y sus quehaceres, se ha publicado el manual Un largo eco. Aprendizajes y acciones desde la creación sonora, cuyo objetivo, explica María Andueza, una de sus autoras, es hacer «un manual que te dé ganas de hacer».
Originalmente, el manual está pensado para utilizarse en las clases de primaria (la colección a la que pertenece ya había editado otro manual similar para secundaria), pero Andueza sostiene que, en realidad, es lo suficientemente abierto como para que pueda utilizarse en otras etapas, incluso en la universidad. «Hemos tratado de plantear las cosas de manera sugerente para que cualquiera se apropie» del libro.
Este libro forma parte de una colección Arte y Currículo, elaborado por el Consorci de Museus de Valencia, desde Permea y con el apoyo del proyecto Planea. Es el segundo de los volúmenes que editan, puesto que 2022 presentaron La tierra bajo mis pies, en el que se ponía en el centro el paseo como herramienta de construcción artística.
Los autores del nuevo volumen, María Andueza (profesora en el departamento de Diseño e Imagen de la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid) y Fran MM Cabeza de Vaca (compositor, artista sonoro y profesor de música), han querido facilitar la labor docente todo lo posible. Además de facilitar propuestas pedagógicas para el profesorado, han querido enseñar sobre creación sonora, para que maestras y maestros pudieran llegar al aula ya con ciertos referentes sobre los que poder trabajar.
«Esto lo hacemos trabajando con obras de artistas más o menos contemporáneos. La gente puede tener así referencias, y así se va creando una mochila de recursos para poder ser autónoma después», explica Andueza.
En este sentido explica Clara Boj, artista, investigadora cultural, docente en la Universitat Politècnica de València y una de las responsables del nodo valenciano de la Red Planea, que lo que se pretende con la colección es que «más allá de las actuaciones en centros educativos que se realizan, que hubiese un material que perdurase y sirviera de testimonio teórico para fomentar el crecimiento de arte y escuela».
«Los textos no son libros de textos, no como manuales, pero tampoco son ensayos puramente», aclara. «Se trata de un híbrido, con un lenguaje que profundiza pero que es accesible para los docentes, con muchos ejemplos prácticos». Una forma, en definitiva, de llevar arte de vanguardia a las aulas.
Qué encontrarás
El libro está organizado en nueve capítulos que, a su ves, se estructuran en tres partes tituladas siempre de la misma manera: escuchar y conoces; hacer y jugar.
El primero de ellos propone diferentes piezas que escuchar en clase con la idea de que conduzcan a determinadas cuestiones. Por ejemplo, comenta Andueza, una obra que tenga que ver con el agua y que pueda apoyar el trabajo en clase sobre el ciclo del agua. «Que la escucha, el flujo de un río, nos lleve a hablar del tema de la circularidad del agua».
«Otra escucha puede ser el ruido de la ciudad» lo que puede abrir la posibilidad de «hablar de contaminación no solo de gases, también sonora, acústica». Es decir, se propone una escucha concreta y, al mismo tiempo, «damos algunas claves para hablar sobre le tema, cómo apropiártelo en el aula».
La segunda parte del capítulo trata de aterrizar esta información y esta conversación en un producto físico. El alumnado debe hacer algo en relación a lo tratado, ya sea un fanzine sobre un paisaje sonoro ya sea una instalación sonora con una serie de dispositivos, por ejemplo, estudiando cómo suena el cuerpo, ejemplifica Andueza.
Por último, está la parte de jugar, con la que quieren hacer del aula un contexto, no solo de aprendizaje, sino lúdico también basado en la reflexión de que «lo pasamos bien y aprendemos». «Lo que hacemos es traer una obra con un componente lúdico y generar una dinámica», como hiciera Duchamp con su obra Un ruido secreto, consistente en meter algún elemento en una caja; algo que hace ruido pero no se ve lo que es y hay que jugar a pensar qué puede ser. Con una dinámica parecida en clase se pueden hacer el mismo ejercicio de adivinación y, por ejemplo, intentar describir lo que se oye.
La idea fuerza que tira del libro es que maestros y maestras se tiren a la piscina. Efectivamente no todo el mundo podrá sacarle todo el partido, pero quienes han escrito el volumen están pensando en que «los docentes buscamos sacar adelante las cosas» y para eso es muy positivo «encontrar un recurso fiable, que sin demasiado esfuerzo, te animes a hacer las cosa».
Pegado al currículo
«El libro te habilitar para hacer según lees», comenta Andueza, además de que han renunciado a hacer cosas complicadas con tecnología, aunque abrimos ventanas», en el sentido de que señalan algunos caminos que otros colectivos ya han transitado en el uso del arte sonoro. Por ejemplo, aunque se esquiva el entrar en la parte más técnica de lo que podría hacerse con edición de sonido, si se menciona la existencia de Audacity y sus posibilidades en clase.
Tanto Andueza como Cabeza de Vaca han revisado el currículo de primaria con la intención de que todas las actividades que se proponen en el libro puedan suponer el desarrollo, al menos, de algunas partes de lo que aparece en el texto.
Eso sí, su acercamiento tiene más bien que ver con la sugerencia de posibles caminos, no con actividades cerradas que puedan resolver al dedillo lo que se pide en los decretos autonómicos. La idea es «que los profes que buscan vean cómo trabajar el paisaje, el lenguaje y la rima», ejemplifica Andueza. «Ponemos ejemplos para que resuenen en la cabeza el docente».
«La propuesta de la colección, explica Boj, es activar las conexiones entre los contenidos, los aprendizajes de los diferentes niveles y las prácticas artísticas, prácticas transdisciplinares como la investigación», explica Boj, que añade que intentan «que se cea currículo como hoja de ruta que guía pero no limita, abre posibilidades, genera hallazgos».
El próximo volumen de la colección, que aparecerá en la primavera de 2024, está orientado a las prácticas artísticas comunitarias.