Este año se celebra el centenario de la radio en nuestro país, en noviembre de 1924 se iniciaron las emisiones en Radio Barcelona (EAJ-1) y Radio en España (EAJ-2). La radio es un aparato que, a pesar de los años, sigue siendo un gran medio de comunicación. Se están realizando diferentes programas para conmemorar este siglo de vida. Por el momento no he escuchado que se hable de radio para niños y jóvenes, y sobre todo de radio escolar. Este recurso didáctico hoy todavía se utiliza en distintos centros educativos. Algunos de ellos tienen pequeños estudios de radio y también algunos Centros de Recursos de Cataluña que pueden realizar la grabación. Los programas pueden escucharse en sus páginas web o en formato podcast. La radio es una poderosa herramienta para trabajar la competencia lingüística, comunicativa y digital, entre otros.
La Radio Escolar se inicia en Londres por la BBC, en 1922. Muy rápidamente se fue extendiendo a muchos países. En 1928, Ràdio Barcelona empieza a emitir los primeros programas de Ràdio Escolar dirigidos por el maestro Ramon Pérez Vilar. Esta Radio siempre se consideraba un complemento de los contenidos que se trabajaban en la escuela. Pero será durante la Segunda Guerra Mundial, por falta de maestros y escuelas, que la Radio Escolar se convirtió como sustituto de los maestros y en el único sitio que los estudiantes podían continuar sus estudios. Así los alumnos podían seguir recibiendo educación. De hecho, una vez terminada la guerra, en algunos países se mantuvieron. Muchas escuelas compraron aparatos de radio donde, además de escuchar, también emitían programas los propios alumnos. Las emisiones eran variadas y especializadas por edades.
Artur Matorell, en 1945, pone en marcha el proyecto de Ràdio-Escolar, dentro de la emisora de Ràdio Barcelona. Estas emisiones duraron hasta 1957. En total fueron cuatrocientas noventa sesiones. Los programas fueron concebidos como complemento de la labor del maestro en la escuela. La idea era ofrecer a las escuelas lo que no tenían, la colaboración en la tarea docente, un estímulo entre alumnos de diferentes escuelas, intensificar conocimientos de Historia y Geografía y programar actividades educativas diversas. El programa iba dirigido a alumnos de diez a catorce años. Se emitían los jueves por la tarde, con una duración de cuarenta y cinco minutos. El Ayuntamiento de Barcelona dotó de aparatos de radio en las escuelas municipales. El programa se dividía en cuatro partes: un tema de cultura general, un tema folclórico, un tema musical – tanto del cancionero popular, como dar a conocer música clásica- y ejercicios de pasatiempos y juegos. Los maestros integraban en su horario escolar las emisiones. Conocían los temas que se tratarían y los utilizaban como centro de interés semanal, por eso hacían un trabajo con el alumnado antes y después de la emisión. El alumnado era invitado en la participación en directo del programa, aportando contenido y presentando trabajos que habían realizado temas de programas anteriores. También podían intervenir en directo con su coro de música escolar, escenificando cuentos radiados o recitando y comentando textos literarios de diferentes autores. De todos los trabajos recogidos por el alumnado, organizaban exposiciones públicas. En el archivo de la Asociación Rosa Sensat, se pueden consultar los guiones de todos los programas emitidos. Estos programas del jueves de la tarde aportaban algo de luz en unos años de oscuridad política y educativa.
En 1952, coincidiendo con el quincuagésimo aniversario de la muerte del Poeta Jacint Verdaguer, Martorell y su hija Maria emitieron siete programas dedicados a su figura durante el verano. Eran radiados en castellano, por motivos de la censura, pero con versos interpretados o cantados en catalán, como el Vilorai o el Emigrant (Martorell, 1949). Puede decirse que los Martorell, Artur y Maria (los guiones van firmados por ambos) no olvidaron nada de lo esencial de la producción verdagueriana conocida en ese momento. Sea como sea, la lectura de los guiones da, por si fuera necesario, una visión de la calidad pedagógica y estilística de quien fue el autor principal, Artur Martorell, y de la ayuda de su hija María, también una destacada pedagoga. Y tampoco hace falta analizar demasiado para ver, en el fondo una oportunidad que, en aquellos tiempos oscuros del franquismo, recordaba o daba a conocer a una de las grandes figuras de la literatura catalana, entonces marginada y perseguida. Al mismo tiempo que se podía escuchar en catalán las poesías del poeta, ya sean cantadas o recitadas.
Este centenario podría ser un buen momento para recordar los inicios de la Radio Escolar y que todavía hoy es una gran herramienta educativa: conocer el pasado para construir el presente para orientar el futuro.