Hace muchos años que venimos insistiendo en la necesidad de fomentar la convivencia escolar positiva en la escuela. Juntos y juntas hemos vivido el despliegue de muchas medidas que, afortunadamente, ya forman parte de la vida de los centros: la ayuda entre iguales, las campañas para la prevención del bullying, la coeducación, las prácticas restaurativas, etc… han ido pasando del carácter experimental, del concepto de proyecto a constituir una medida organizativa más, y que pocas personas cuestionan ya en esos centros. Afortunadamente.
En paralelo, las metodologías más inclusivas, más cooperativas, que sectores del profesorado han venido impulsando, han ayudado también en el camino hacia aquellos centros donde la búsqueda del bienestar de la comunidad se constituye en un objetivo común.
Iniciamos nuestra participación en El Diario de la Educación e iniciamos también curso escolar con un paisaje que nos plantea nuevos retos, insistiremos a través de estas líneas en la necesidad de continuar nuestra labor de difusión y de formación en el terreno de la convivencia escolar.
En principio, nos gustaría aclarar que entendemos la convivencia escolar mucho más allá de un programa puntual de ayuda entre iguales o de la puesta en marcha de un aula de convivencia. El reto de la convivencia positiva es un reto por la puesta en marcha de otra forma de escuela. Cualquiera de las personas que han iniciado la puesta en marcha de planes de convivencia en los centros se han dado cuenta de que es un mecanismo transformador, que es una intervención integral y poliédrica al mismo tiempo. Es la búsqueda de otra forma de vivir la escuela.
Esa es la línea Convives.
Pero vivimos tiempos convulsos, que vamos a tratar de desgranar analizando los diversos escenarios que se nos presentan. El primero de estos es el de la postpandemia, con una primera llamada de atención a todo el profesorado para que la cotidianidad de los días y el rodillo curricular no nos haga olvidar todo lo que esta época está (aún) significando para la ciudadanía en general y para la escuela en particular. No podemos dejar pasar la oportunidad de reivindicar la necesidad de unos servicios públicos bien dotados y eficientes. No creemos que nadie ponga en duda que sin una sanidad pública como la que tenemos, hubiera resultado muy difícil afrontar la pandemia. Tampoco sin una escuela pública fuerte, que tuvo la suficiente agilidad para adaptarse a la situación y mantener el vínculo con sus alumnos y alumnas.
Sin sanidad, educación y servicios sociales es muy difícil hablar de convivencia, de bienestar social. No sabemos si vendrán a vacunarnos de nuevo este curso, si habrá nuevas dosis de refuerzo, lo que sí queremos hacer constar desde aquí es el recuerdo a todos esos niños y niñas de otros países menos privilegiados, que aún no han tenido oportunidad de ponerse la primera vacuna. Lamentable.
Aún nos parece que la convivencia escolar sigue siendo “un proyecto” de algún sector del profesorado. No es suficiente
También hemos comenzado la implementación de una nueva ley educativa. Desesperanzados ya de aquella idea del Pacto por la Educación que nunca fue, hemos comenzado a analizarla desde nuestro prisma Convives. Aún no hemos encontrado en ella una apuesta firme por la escuela que pretendemos, aún nos parece que la convivencia escolar sigue siendo “un proyecto” de algún sector del profesorado. No es suficiente.
En Convives pensamos que la convivencia positiva se aprende, y ha de estar presente también en el currículum. Hemos encontrado lamentablemente menos horas de Filosofía, de Ética, de Ciudadanía. Tampoco la imprescindible educación emocional termina de cuajar. Aparece la materia de Educación en valores cívicos y éticos, interesante, pero no suficiente.
Otro elemento destacable sería el profesorado encargado de estas materias, profesorado al que hay que formar. Ha de ser un profesorado que entienda la convivencia escolar desde un enfoque sistémico. Queremos cambiar el clima de centro, nada menos, y eso necesita de un profesorado comprometido, sensible.
Es cierto que nos alegra la figura del coordinador de bienestar, y nos parece esperanzadora. Queremos llamar la atención de que no debiera ser un mero cambio de nombre con respecto al responsable de convivencia. Nos parece un concepto más global, distinto. Estaremos pendientes.
De otro lado, continuamos, lamentablemente, en un escenario bélico. La guerra de Ucrania, aunque menos presente en los informativos, sigue ahí. Guerra a la que es necesario dar respuesta también desde la escuela. No solo a la de Ucrania, a todas, también las silenciadas. Nuestra escuela tiene que ser un espacio para la paz, también para prepararla. No podemos, no debemos solo volver al “día de…”, con un emotivo recuerdo a esos países. Hay que abrir la escuela a esas realidades. Hablar de ellas. Y es que quizás, de alguna manera, la respuesta esté en la escuela, formadora de las nuevas generaciones. Nos jugamos mucho.
Aún no sabemos cómo será ese invierno duro que nos anuncian los informativos, pero sí percibimos ya la nueva crisis económica, y sus consecuencias. Ninguna escuela que se preocupe por su alumnado, por el bienestar de su comunidad debe dejar de estar alerta a cómo la crisis afecta y afectará a sus alumnos y alumnas más vulnerables.
Y es que todos y todas sabemos que la pobreza infantil es muy visible en las aulas. También nos consta que su impacto y el de la exclusión social son fundamentales en el rendimiento escolar. Vamos a recordar algunos datos que nos deben hacer estar alertas si queremos que nuestra escuela sea una escuela que apueste por la inclusión, por la equidad:
En primer lugar, el reciente informe elaborado por el relator de la ONU para luchar contra la pobreza Philip Alston, que afirma que: “Se concentran en escuelas segregadas el 44 % de los estudiantes y el 72 % de niños/as en situaciones vulnerables, principalmente de etnias y migrantes. Las consecuencias de esta concentración persisten más allá de estas etapas educativas y se manifiesta de forma clara en la repetición de cursos, abandono escolar y disminución de probabilidades de continuar estudios universitarios”.
En España, muchos de los indicadores de pobreza y desigualdad están muy por encima de los niveles anteriores a la crisis. Y la población en riesgo de pobreza o exclusión social se ha llegado a situar ya en España en el 22%, según datos de modos de vida del INE 2022.
Es el momento de arbitrar medidas compensatorias para evitar que la crisis afecte a las potencialidades de nuestro alumnado, a su futuro
Es importante resaltar también que España es el tercer país de la Unión Europea con mayor tasa de pobreza infantil, al mismo tiempo que es uno de los que menos dinero público invierte en programas específicos para la familia y la infancia del continente.
Ningún profesor o profesora, equipo directivo o administración debería obviar estos datos. Estamos a principios de curso y seguramente muchos de nuestros lectores y lectoras han podido poner cara ya a este alumnado que estamos describiendo, a estas familias de su propio centro. Es el momento de arbitrar medidas compensatorias para evitar que la crisis afecte a las potencialidades de nuestro alumnado, a su futuro. No es posible ningún Plan de Convivencia que no procure la inclusión, la equidad. No tendría sentido.
Una derivada de estas situaciones de pobreza es, sin duda, la brecha digital.
Creemos que no es verdad que el virus atacara en la escuela a todos y a todas por igual. Fueron los alumnos y alumnas más pobres quienes tuvieron y tienen más dificultades para seguir una enseñanza on line. Una enseñanza que ya forma parte del quehacer escolar, de manera complementaria a la presencial. Existen, sin embargo, muchos casos en los que no es fácil de seguir con los medios tecnológicos disponibles en la familia.
Quienes carecen de los medios o las habilidades digitales necesarias están llamados a integrar un nuevo colectivo de marginalidad y exclusión social
En la sociedad actual no disponer de ordenador, de conexión o no saber utilizar las nuevas tecnologías afecta a la hora de encontrar un trabajo, solicitar ayudas o realizar gestiones con las administraciones. Afecta también a la hora de ejercer derechos básicos como la educación y la sanidad, entre otros. En la nueva sociedad de la información quienes carecen de los medios o las habilidades digitales necesarias están llamados a integrar un nuevo colectivo de marginalidad y exclusión social.
En España hay 301.566 hogares con menores de 16 años que cursan educación infantil, primaria y secundaria obligatoria, y que no disponen de ordenador o conexión a internet en casa (Garín, 2020). El trabajo “Nada es gratis” nos recuerda la necesidad de garantizar el acceso a las tecnologías Tics en la enseñanza obligatoria para todos los estudiantes, independientemente de sus recursos económicos, y así eliminar la brecha digital en éste tramo del sistema educativo.
Como vemos, mucha tarea por hacer, nuestra idea es traer a este blog experiencias, posicionamientos en cualquiera de estas líneas. Hay trabajos extraordinarios, quizás no suficientemente conocidos que están ya dando respuesta a algunos de éstos retos que hemos comenzado a desgranar en el artículo.
En definitiva, son momentos de crisis, pero también es el momento de la escuela como mecanismo de transformación social. Existen muchas voces, muchas opiniones que alertan sobre los malos tiempos que vienen. Estamos convencidos de que una de las claves de salida de esta época está precisamente en la educación.
Queremos trasladar a toda la comunidad educativa, profesorado, alumnado y familia la necesidad, más que nunca, de reforzar la escuela como un espacio para la paz. En este contexto bélico y de crisis que estamos viviendo, es necesario que la escuela recupere espacios para el debate, la convivencia, el contraste de pareceres, la tolerancia, la diversidad. La escuela del bienestar.
Referencias
Informe del Relator Especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos. Visita a España.
https://www.ohchr.org/es/documents/reports/visit-spain-report-special-rapporteur-extreme-poverty-and-human-rights
Familias en riesgo. Save the children. Febrero 2020
https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/familias_en_riesgo_feb2020.pdf
Encuesta de condiciones de vida. INE.
https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176807&menu=ultiDatos&idp=1254735976608
Brecha digital: mitos y realidades.
https://nadaesgratis.es/admin/brechas-digitales-mitos-y-realidades
Impacto de la pobreza en la educación
https://eldiariodelaeducacion.com/porotrapoliticaeducativa/2020/05/04/la-pobreza-impacta-y-mucho-en-la-educacion/