El aumento de delitos de agresión sexual, especialmente grupales, el acoso escolar, la ansiedad, la depresión o las autolesiones o el suicidio en edades tempranas nos reclaman una urgente y cuidadora intervención como docentes, como familias o como cualquier persona adulta de una sociedad de bienestar.
La necesaria y reciente ley contra la violencia en niñas, niños y adolescentes precisa de medidas estructurales para trabajar el desarrollo moral, la sensibilización y asunción de responsabilidades de todas y cada una de las personas para cambiar de paradigma desde el que actualmente actuamos, que hace invisibles en demasiadas ocasiones aspectos fundamentales.
Situaremos de qué hechos hablamos. Para ello contaremos con una selección de informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación, que al margen de que sean más o menos rigurosas, -juzgarlos no pretende ser el objetivo de estas líneas-, nos van a servir para focalizar un análisis social crítico y a la vez, ojalá autoreflexivo, sobre qué estamos haciendo mal, siempre con la intención de poner luz a cómo, quién y qué mejorar.
Violación grupal a una niña de once años por seis individuos en un centro comercial de Badalona
Los hechos se hicieron públicos en marzo. La denuncia fue el 15 de diciembre. La violación había tenido lugar el 19 de noviembre.
La agresión sexual fue grabada en vídeo y difundida en las redes.
La víctima actualmente recibe atención psicológica y pediátrica de forma periódica en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona .
Es en un programa ‘Planta Baixa’ de TV3, donde la hermana mayor de la víctima relata que seis chicos amenazaron a la menor con un cuchillo a su hermana, la llevaron a los lavabos del centro comercial y la violaron, «haciendo con ella lo que quisieron». Añade que la niña pidió ayuda a un agente de seguridad, pero que éste no le hizo caso.
La niña no lo comunica a su familia ni a ninguna persona adulta hasta el mes de diciembre.
Fue un compañero de clase quien al ver el video inicia la intervención. «Hay unos tíos que están reventando a tu hermana». Al llegar a su domicilio, pidió explicaciones a la niña, que se derrumbó y explicó lo que había sucedido un mes atrás. Y es cuando la familia pone la denuncia.
Los Mossos d’Esquadra identifican a cinco de los seis chicos de la grabación. Dos ya han sido detenidos en un centro de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGIA) de la Generalitat. Para otro libertad vigilada. Otros tres son inimputables, pues tienen menos de 14 años. Uno no ha aparecido aún.
El vídeo con la violación grupal se ha difundido entre el alumnado del centro, lo vieron, difundieron y no dijeron nada. El hermano, por haberlo denunciado, es amenazado y acosado por alumnado del centro, situación que la familia denuncia de nuevo y el juzgado de menores ha decretado seis meses de internamiento, en régimen cerrado, para el agresor.
Tras la sentencia sigue recibiendo amenazas, le culpabilizan .»Por tu culpa ha entrado un chaval a un centro. Te voy a apuñalar. Estás muerto». Se pone escolta para el hermano de la víctima. Un agente de paisano de los Mossos d’Esquadra acompaña cada día de casa al instituto y después de vuelta al hogar.
El Ayuntamiento aprobó una declaración institucional y expresó la voluntad de personarse en este caso como acusación popular. El alcalde requiere al centro comercial información sobre los protocolos seguidos en este caso y «reclamar su revisión si no han funcionado correctamente».
Los menores imputados acuden a clase a pesar de que el profesorado solicita a la administración que les diga qué medidas deben adoptar y el instituto alega que no pueden expulsarlos porque no han cometido ninguna infracción en el interior del recinto académico.
La dirección del centro explicó que la primera noticia sobre el caso le llegó a través de una exalumna, pero que la niña no quiso hablar sobre ello cuando fue interrogada por la directora y una tutora. La confirmación oficial de la denuncia ha sido comunicada a la escuela hace una semana por parte de los servicios de Inspección del Departamento de Educación de la Generalitat a fin de activar las unidades de apoyo a alumnos en casos de violencia. Como medida de protección al hermano amenazado, el centro lo atiende de forma individualizada, fuera del grupo.
La familia valora mudarse, se plantea un cambio de domicilio y de colegio, incluso abandonar Badalona.
Utilizamos ahora una actividad escolar, muy interesante y eficaz en las aulas cuando se trabaja la competencia de aprender a aprender, el entrenamiento para enseñar a pensar, concretamente la rutina de pensamiento:” veo, pienso y me pregunto» que hoy nos ayudarán a plantear preguntas que inviten a pensar respuestas y a cuestionarnos sobre nuestras propias posturas, sentimientos y actuaciones ante situaciones complejas.
En las familias
¿Por qué la niña no puede, no sabe, tiene dificultades para pedir ayuda a su familia? ¿Por qué la familia no es una ayuda directa para la niña?
¿Cómo establecemos padres y madres vínculos sanos y de comunicación con nuestras hijas e hijos? ¿Sabemos protegerles, les desprotegemos o sobreprotegemos, haciéndoles dependientes y vulnerables? ¿ Tenemos buena comunicación? ¿Cómo podemos desarrollarla? Cómo ser personas confiables, cercanas, ayudadoras, accesibles
En el centro
¿Por qué la niña no puede, no sabe, tiene dificultades para pedir ayuda en el centro a la persona tutora o alguien adulto de confianza? ¿ por qué el centro no la ayuda?
¿Enseñamos en los centros competencias para convivir pacíficamente y para establecer relaciones interpersonales sanas, respetuosas, inclusivas? ¿Formamos alumnado competente personal, digital y socialmente? ¿Configuramos centros seguros y de bienestar?
¿Cómo es posible que aunque una exalumna lo comunicara al centro no se pusiera en marcha el protocolo ante maltrato infantil o el de violencia de género? ¿por qué esa resistencia a comunicar a la familia y a personas especializadas la sospecha de una situación tan grave? ¿diferenciamos comunicar de denunciar? ¿sabemos a quién derivar y pedir intervención especializada?
El entorno
¿Por qué el guardia de seguridad no cree a la niña? ¿Por qué ante la duda no se pone del lado de la persona vulnerable?
¿Por qué la sociedad mira para otro lado fácilmente? ¿Nos justificamos para no embarrarnos del jaleo que supone denunciar? ¿Hay dosis de tolerancia por las que justificamos la violencia, apostillando que según el caso?
Educación sexual y coeducación
¿Por qué unos chicos se sienten en el derecho de utilizar sexualmente a una niña? ¿Por qué se sienten con derecho a obligarla a prácticas alienantes y violentas? ¿Cómo funciona su pensamiento, su ética? ¿Por qué grabar un video para alardear de sus actos violentos?
¿Qué está pasando con la ausencia de una educación afectivo-sexual en la educación formal y en la educación familiar? Quién y cómo educa sexualmente a niñas, niños y adolescentes ¿Estamos contribuyendo a la violencia sexual y al imperio capitalista de la pornografia con esta ausencia educativa?
Es el fiscal de menores quien nos alerta, tras la violación en Badalona, de que niños, niñas y adolescentes usan la pornografía como si fuera un tutorial. ¿Interiorizan los chicos actitudes sexuales violentas?¿Interiorizan las chicas su lugar subordinado y lo que se espera sexualmente de ellas? ¿Confunden los chicos sus deseos con el derecho a acceder al cuerpo de las chicas?
Muchos mitos y leyendas que sostienen creencias y valores hegemónicos están impregnados de esta cultura… Zeus como el primer violador en serie en la mitología griega. El mandato de que la mujer debe subordinarse al varón, educación y socialización diferenciadas que defienden El Emilio y Sofía de Rouseau, padre de la educación actual. Mitos o episodios bíblicos como el Lot que ofrece a sus dos hijas a varones perversos que amenazan en su puerta, para aplacar sus ansias, deshumanizándolas, utilizándolas como monedas de cambio.
¿Somos conscientes de cómo los contravalores de la pornografia, sumados a contravalores hegemónicos que subyacen en nuestras creencias tienen un gran impacto en la infancia por su nuevo formato digital, omnipresente, de fácil acceso y de disponibilidad inmediata? ¿influyen en los valores como sociedad? ¿Educamos en equidad profunda a nuestros chicos y chicas?
Romper el pacto de silencio para romper el acoso
Hay dos héroes en esta historia invisibilizados por los medios y que merecerían ser considerados como referentes. El compañero de clase que lo dice y del hermano de la víctima con su acción, su proacción, el no callarse, el parar el video y no reenviarlo, el comunicar y pedir ayuda; son quienes inician la posibilidad de que se haga justicia. Consiguen que se rompa el pacto del silencio en torno al sufrimiento solitario y culpable a la víctima.
¿Por qué se pone énfasis en los agresores y sus condenas -que dependen del sistema penal- y no ponemos el énfasis en la actitud de estos dos chavales que ayudan a la víctima denunciando, comunicando, criticando, no tolerando la circulación del video?
¿Sabemos que trabajar el acoso escolar, la sexualidad, la violencia de género incrementa los elementos protectores de las víctimas y disminuye los riesgos de ejercer violencia en quienes agreden?
Es importante reforzar actitudes positivas y, por tanto, publicitar a quienes han prestado ayuda. Romper el pacto de silencio, defender y conectar afectivamente con la víctima son elementos fundamentales para romper el acoso escolar. Pongámoslo en valor.
Más daños colaterales
El hermano precisa escolta, y recibe clases apartado de su grupo.
La familia se plantea mudarse de centro, de ciudad…
¿Estamos socialmente sanos si permitimos que unos pocos menores violentos impongan su imperio del terror en el barrio, en el centro? ¿Qué lectura pueden hacer chicas y chicos, todas las buenas personas que ven mermados sus derechos? ¿ podemos hacer algo como sociedad? Hagámoslo. ¿Podemos articularnos estructuralmente para que las víctimas sean protegidas y se le paren los pies a quienes abusan? La educación es clave.
Ser menores y no ser imputados
El escándalo social por el hecho de que los tres menores no pueden ser imputados, que no tengan edad para ingresar en un centro de menores, siendo importante, sin duda ¿es lo fundamental? ¿Tenemos un periodismo de paz que incluya causas, alternativas, y consecuencias, que realmente aporte argumentaciones, que permeabilice posturas radicalizadas? ¿Podemos fomentar un periodismo que respete el rigor informativo y de esta forma ayude a generar opinión desde el conocimiento? ¿Nos quedamos con el escándalo, la visión negativa de lo mal que está la sociedad, con el miedo o buscamos alternativas? ¿Es la cárcel la única medida para que disminuya la violencia sexual?
¿Nos quedamos en la alarma social o profundizamos un poquito y aprendemos de lo que pasa? ¿Habría que hablar de lo que se va a hacer para que esos menores asuman su responsabilidad? ¿Cómo se va a implicar a sus padres, madres o a quienes tengan su tutoría legal?
¿Es necesario educarlos? ¿Habrá que reCOeducarlos en una convivencia positiva? ¿Qué nivel de desarrollo moral tenemos como sociedad? Según la escala de Kohlberg y Carol Gilligan estaríamos en el estadio más bajo y desde luego necesitamos incorporar estrategias educadoras que propicien cambios interiorizados en quienes agreden, cambios que fomenten la convivencia pacífica y noviolenta.
Una esperanza, un desarrollo desde la CUIdadanía
El desarrollo social desde la ética del cuidado nos da esperanzas. Hay que educar en premisas cuidadoras para la autonomía interdependiente, las relaciones de equidad y el compromiso ético con las personas y los recursos comunes.
La nueva figura de la coordinación de bienestar y protección que se está configurando este mismo curso en los centros educativos bien pudiera ser una oportunidad para replantearnos todo ello con la participación de la comunidad educativa.
La Lopivi permite que esta figura la asuma el profesorado del centro u otro personal facilitado por las administraciones. La educación no es un gasto, es una inversión de las sociedades democráticas. Tenemos la oportunidad y la necesidad de ayudar al sistema educativo a incorporar a educadores y educadoras sociales que trabajen codo a codo con el profesorado y a la vez con las familias. Especialmente con aquellas más vulnerables.
Lo que de cualquier modo tenemos que asumir es el compromiso de que TODAS Y TODOS somos necesarias para construir el mundo que imaginamos, que queremos, por el que trabajamos y luchar activamente por conseguirlo.