Existen muchas razones por las que una asociación como la nuestra ha optado por pronunciarse abiertamente a favor de la nueva figura del Coordinador o Coordinadora de Bienestar y Protección (CBP), apuesta que nos llevó incluso a la convocatoria de las pasadas Jornadas Convives, que la tuvieron como tema central y cuya memoria gráfica animamos a visualizar a todas las personas interesadas.
Durante su desarrollo fueron apuntándose una serie de ideas que queremos retomar desde esta plataforma que nos ofrece El Diario de la Educación:
- Entendemos que no podemos dejar pasar una oportunidad de consolidar todas aquellas iniciativas de mejora de la convivencia que han surgido y siguen surgiendo en los centros, pero que no suelen tener detrás una estructura mínima vinculada a la organización del mismo, por lo que corren el riesgo de desaparecer con las personas cuando la gestión de las mismas no tiene continuidad. Es así como han ido consolidándose en los centros medidas que comenzaron con un aire experimental, hasta llegar a formar parte de las estructuras del centro, y de las que nadie cuestiona ya su eficacia.
- Es también buen momento para revisar nuestro Plan de Convivencia. Pensamos que aún existen centros donde el plan de convivencia se ve reducido a normas, y que raramente se consulta salvo cuando se da alguna incidencia importante, por lo que nos parece que el plan es una buena plataforma de lanzamiento para que la coordinación de bienestar y protección se plasme en algo mucho más amplio, más sistémico.
- Nos parece también que el Plan de Convivencia es una herramienta útil para el adecuado ejercicio de las funciones que el coordinador o coordinadora de bienestar y protección tiene asignadas por ley, así como para el establecimiento de esa red de coordinación, esa “tela de araña” que garantice la protección de niños, niñas y adolescentes.
- Creemos que la Coordinación de Bienestar y Protección (CBP) es un trabajo que debe entenderse en equipo, fomentando la participación de los distintos sectores de la comunidad educativa. Pensamos que ha de iniciarse con un proceso de reflexión y de análisis del clima escolar en materia de convivencia, para pasar a convertirse en una forma de canalizar la tan ansiada participación del alumnado y de las familias. En nuestra reciente revista Convives, la número 37, se ofrece un interesante repertorio de materiales para trabajar esa participación en el centro.
- La prevención debe ser una de las primeras medidas a implementar. La educación para la prevención de conflictos y para la resolución pacífica de los mismos, así como para la no violencia en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social. Los programas de prevención de los problemas de convivencia escolar tratan de prevenir la aparición de situaciones de violencia en los centros y para ello trabajan, fundamentalmente, el desarrollo de habilidades de resolución pacífica de conflictos desde un modelo de participación que integre a todos los miembros de la comunidad educativa
- Debe contemplar también unos formatos de reparación del daño. Hemos de dar también la máxima importancia a que las personas que hayan sufrido alguna forma de violencia puedan encontrar el lugar para que el centro, sus instituciones, se ocupen de organizar actividades donde esa persona pueda encontrar de nuevo la estabilidad y el bienestar. Está en la filosofía de Convives acercar al lector, a la lectora, no sólo estas reflexiones, sino también los recursos necesarios para desplegarlas, en ese sentido animamos a consultar nuestro monográfico nº 21 “Prácticas restaurativas y Convivencia”.
- Nos parece que es un extraordinario vehículo para garantizar la protección del alumnado más vulnerable. No pueden seguir apareciendo casos de maltrato en los informativos y que el centro y su personal los desconozca. Es preciso que la CBP desarrolle una estrategia de sensibilización y de prevención que los haga prácticamente inviables. La CBP debe ser un mecanismo de detección precoz mediante el despliegue de unos observatorios donde la comunidad educativa pueda verbalizar posibles señales de alarma, y así evitar el sufrimiento de los más débiles.
- Es muy conveniente que contemple una apuesta firme por la inclusión y por la equidad. La CBP debería velar porque ningún alumno o alumna con cualquier tipo de dificultad, ya sea personal o social se sienta excluido de la vida en el centro. Es una prioridad.
- Creemos que es el momento de revisar los protocolos que sobre convivencia existen o han de existir en el centro. Pensamos que pueden ser muy necesarios en determinadas situaciones y tienen que ser facilitadores; por ello planteamos una revisión estructural de los mismos para eliminar al máximo los aspectos burocráticos, e incrementar el compromiso de la comunidad y el tratamiento restaurativo en todos los casos posibles. Nos duele en Convives la frase “no había ningún protocolo abierto” que hemos oído recientemente en casos muy mediáticos. Entendemos y apoyamos su existencia, pero pensamos que no deben tener esa pátina exculpatoria que nos ha parecido leer entre líneas en muchas de estas lamentables situaciones. La convivencia positiva es mucho más que un protocolo.
- La CBP ha de dedicar medidas concretas a la ciberconvivencia. Es bien sabido que la mayor parte de las incidencias que se vienen produciendo tienen un importante soporte en las redes sociales.
- Es también el momento de la coeducación. Es una buena oportunidad para que los Planes de Igualdad y todas las actividades que la fomenten formen parte esencial de la CBP
- En cuanto a la puesta en marcha de ésta figura, pensamos que existe normativa sobre el tema en las distintas comunidades, pero lo que si tenemos claro es que la coordinación de bienestar y protección precisa de las condiciones laborales necesarias para poder hacer correctamente un trabajo que nos parece tan importante. Instamos a las distintas Consejerías a que asuman la relevancia de ésta función, dotándola de una carga horaria razonable. El adecuado ejercicio de las funciones que la ley asigna a esta figura exige garantizar que sea, de verdad, un motor de cambio: horario, tiempo, formación y recursos son imprescindibles.
- También deberíamos considerar unos plazos razonables. El despliegue de un formato de CBP que tenga este enfoque global ha de incluir una temporalización adecuada. No será lo mismo el trabajo en aquellos centros donde las ideas que transmitimos aquí ya tengan o hayan tenido un recorrido previo, que en aquellos otros donde este enfoque preventivo y de convivencia positiva sea algo más novedoso. En este supuesto se necesita un proceso de sensibilización y de formación que nos exigirá unos plazos acordes con el proceso. No debería ser un problema, ya que entendemos que desde que se pone en marcha la idea de la CBP ya estamos trabajando en ella, ya estamos sensibilizando sobre su importancia. Démosle tiempo.
Finalmente, queremos desde Convives presentar nuestras aportaciones. Han sido muchos los años y muchos los y las profesionales que se han acercado a nuestra asociación para colaborar de forma generosa en la creación de ese clima de Bienestar que nos ocupa. Aportaciones que hemos articulado en cuatro bloques a tener en cuenta para la puesta en marcha de la CBP:
Estar bien PARTICIPANDO
La participación de los niños, niñas y adolescentes en las decisiones que afectan a su propia vida y a la vida de la comunidad en la que habitan es un derecho reconocido y uno de los principios fundamentales de la Convención de los Derechos de la Infancia.
La construcción de un entorno educativo seguro y de cuidado mutuo necesita de la colaboración y participación de todos y de todas.
Es responsabilidad de las administraciones, centros y diferentes actores educativos, generar las oportunidades para construir conjunta y participativamente entornos y escuelas seguras, que cuiden el bienestar y la seguridad de toda la comunidad educativa.
Nos parece un excelente punto de partida dialogar sobre vivencias y necesidades del alumnado, de las familias y del profesorado para la realización de un diagnóstico proactivo sobre el Bienestar, organizando actuaciones para la reflexión, en las que cada sector pueda profundizar, indagar y cuestionarse sobre cuáles son sus necesidades:
- Qué es, desde su prisma, el Bienestar
- Qué necesitan para sentirse seguros y seguras en los espacios y tiempos educativos.
A partir de las conclusiones de este diagnóstico inicial, se ha de acordar qué estrategias y qué actuaciones pueden cubrir las necesidades detectadas.
Estar bien COEDUCANDO
Coeeducar precisa incorporar la ética del cuidado a las personas y al entorno para que se desarrollen identidades cuidadoras, modelos positivos, prosociales y noviolentos.
Los valores que sustenten cualquier toma de decisiones respecto a la Coordinación de Bienestar y Protección han de estar impregnados de valores igualitarios, sin estereotipos de género, para así contribuir a desarrollar los proyectos de vida individuales y colectivos de bienestar, tanto en los ámbitos públicos como en los privados.
Con base a tres pilares coeducadores y noviolentos:
- Desarrollo de una autonomía personal interdependiente
- Desarrollo de vínculos de equidad relacional desde el respeto y buen trato con las personas y con los recursos naturales
- Desarrollo moral de la sociedad, desde la ética del cuidado
Estar bien CIBERCONVIVIENDO
La coordinación de Bienestar y Protección ha de tener presente la formación de una ciudadanía digital crítica y comprometida, conociendo y abordando los beneficios y riesgos de las TRIC (tecnologías de la relación, información y comunicación).
Se han de coordinar las acciones primordialmente desde la prevención: elaboración colectiva, difusión y evaluación de protocolos y normas de convivencia escolar en entornos digitales. Sensibilizar a la comunidad educativa sobre el trabajo e importancia de la ciber-convivencia; relacionarse con las instancias que pueden mejorarla; y diseñar y coordinar los programas que se apliquen, en colaboración con las familias. Todo en aras de dotar al alumnado de estrategias de gestión técnica, emocional y moral para actuar en el ciberespacio.
Naturalmente, intervenir y dar respuesta a incidentes de ciber-convivencia, facilitando los avisos sobre situaciones de riesgo y siguiendo los protocolos establecidos. Además, promover un seguimiento proactivo del clima, liderando los análisis de las interrelaciones virtuales y detectando posibles conflictos. Finalmente, personificar la referencia a quien acudir para la resolución de conflictos, aplicando en lo posible medidas restaurativas y con participación activa del alumnado.
Estar bien INCLUYENDO
La CBP ha de garantizar la seguridad en el centro, el bienestar de las personas y la protección de las más desfavorecidas. Se ha de evitar el rechazo, los discursos de odio, la humillación o exclusión, cualquier discriminación de las personas, la competitividad del sistema gano/pierdes, o pierdo/ganas, ha de erradicar relaciones de poder-sumisión sustituyéndolas por relaciones de buentrato, equidad, empatía e interdependencia.
Para considerar:
- Diversidad y bienestar: La pluralidad como riqueza educativa para toda la comunidad
- La inclusión de todo el alumnado debe ser objetivo prioritario.
- Tratar de garantizar la igualdad de oportunidades.
- La prevención del racismo, la xenofobia y la homofobia nos parece esencial. También del bullying como manifestación de los discursos del odio.
- La colaboración de los centros, tanto con el tercer sector como con las distintas administraciones, para abrir la Escuela a la zona, a la localidad.