La creación de espacios de convivencia en los centros educativos responde a una necesidad cada vez más evidente en el contexto escolar: la de mejorar el clima de convivencia, abordar conflictos de manera constructiva y proporcionar al alumnado espacios seguros donde pueda desarrollar habilidades socioemocionales y canalizar sus emociones. Este aula se configura, así, como un recurso valioso para gestionar problemas de convivencia y cualquier conducta disruptiva que afecte al aprendizaje, al bienestar del alumnado y del centro educativo en general.
La función de las Aulas de convivencia
Siguiendo, en nuestro caso, el Decreto 114 de Convivencia del Gobierno de Canarias, en su Artículo 45 define las Aulas de convivencia como:
“1. Los centros docentes dentro de su plan de convivencia,y en las condiciones que establezca la Consejería competente en materia de educación, podrán crear aulas de convivencia para el tratamiento puntual e individualizado del alumnado que, como consecuencia de la imposición de una medida educativa correctora por alguna de las conductas previstas en dicho plan,se vea privado de su derecho a participar en el normal desarrollo de las actividades lectivas.
2. El plan de convivencia establecerá, en su caso, los criterios y condiciones para que el alumnado al que se refiere el apartado anterior sea atendido en el aula de convivencia. Corresponde a la dirección del centro la verificación del cumplimiento de dichas condiciones y la resolución a adoptar.”
En el marco educativo, el Aula de convivencia es promovida como una herramienta para fortalecer la convivencia positiva en los centros escolares, en la que se pretende destacar la necesidad de implementar programas y estrategias que promuevan una cultura de paz y respeto.
Son espacios que buscan ofrecer una alternativa al castigo tradicional, en los que se promueve el diálogo, la mediación, la autorreflexión, el autocontrol emocional, fundamentales en la formación integral del alumnado.
Ofrece una oportunidad para que el alumnado comprenda el impacto de sus acciones, reflexione sobre sus conductas y desarrolle habilidades que le permitan relacionarse de forma positiva con sus compañeros/as y con los adultos del entorno escolar.
También queremos señalar que no sólo está enfocada hacia el alumnado sino que el profesorado también puede hacer uso de ella.
Estrategias y espacios en el Aula de convivencia
Nuestra Aula de convivencia va más allá de ser sólo un espacio para cumplir medidas correctivas tal y como indica el Decreto 114.
Apostamos por un diseño de aula que fomente y potencie la humanización de espacios en el colegio, que aporte valores y calidez de un hogar, con la finalidad de acercarnos a un enfoque de educación centrado en el desarrollo integral de las personas y no solo en el académico.
Es el equipo de Gestión de la Convivencia el que realiza su seguimiento y organización, y es la orientadora del centro, que además es la coordinadora de convivencia positiva, la que potencia su utilización e imparte la formación necesaria al profesorado.

Nuestra Aula de convivencia incluye diversos espacios diseñados para trabajar habilidades específicas en el alumnado:
- Espacio de la Calma. Zona del sillón donde nos sentamos a calmarnos, a respirar e identificar nuestras emociones para gestionarlas. En este espacio hay una pequeña guía para identificar nuestras emociones y su nivel de intensidad. Este es un área donde el alumno o alumna puede realizar ejercicios de respiración y reconocimiento emocional, siguiendo pautas para identificar y gestionar sus emociones. La calma es un elemento esencial en la resolución de conflictos, y enseñar al alumnado a calmarse ante situaciones adversas es fundamental. La práctica de estos ejercicios contribuye a que reduzca sus niveles de estrés y ansiedad, elementos críticos en la gestión de la ira y la prevención de conductas agresivas (Goleman, 1996).
- Espacio del Diálogo. Zona de sillas con el sistema “Boca-Oreja” que sigue el modelo de prácticas restaurativas. En esta zona el alumnado en conflicto se turna para hablar y escuchar. La escucha activa y el respeto por el turno de palabra son habilidades que deben ser practicadas para facilitar la comunicación efectiva y la empatía entre pares (Rogers y Farson, 1987). En este espacio, se fomenta la capacidad de expresar de forma asertiva las emociones y pensamientos, habilidades que son esenciales para la resolución pacífica de conflictos.
- Espacio de Materiales: Zona de estanterías con materiales para usar en los momentos de búsqueda de calma. Son objetos sobre todo sensoriales y de trabajo mental para calmar pensamientos, canalizar conductas y ayudar a controlar reacciones emocionales desadaptativas. Los materiales y juegos ayudan a los estudiantes a canalizar sus pensamientos y emociones. Dichos objetos han demostrado ser efectivos para disminuir la ansiedad y el estrés, ya que permiten redirigir la atención del estudiante y ayudan en la gestión de impulsos (Mindfulness in Education, Weare, 2012).
Normas y organización en el Aula de convivencia
En el Aula de convivencia necesitamos normas claras como el respeto mutuo, el uso adecuado de los recursos y la organización en su acceso. Con estas normas promomvemos que el alumnado actúe de manera responsable y respetuosa con los materiales y con todo el proceso que implica la gestión de este espacio.
En ese sentido proponemos:
- Respeto mutuo. El alumnado debe tratar a los demás con respeto, escuchando sus opiniones y mostrando consideración hacia sus compañeros/as y hacia los profesionales que están en el aula.
- Uso adecuado de los recursos. Se espera que el alumnado utilice los recursos del aula de convivencia de manera responsable y respetuosa, cuidando el material y el espacio disponible. Hay que enseñarle cómo se usa el aula y qué normas tiene.
- Control y organización. Vamos al aula de convivencia cuando hay una situación importante que hay que resolver. Para ello debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
- El espacio actual de nuestro aula es reducido por lo que no podemos estar en el aula con grupos numerosos.
- El docente que lleva al alumnado allí, procura avisar a la persona coordinadora de convivencia positiva de que se va a usar el espacio. En el aula existe una lista de asistencia.
- Cada rincón tiene las normas en un cartel. Hay que leerlas atentamente.
- El Aula de convivencia es un espacio seguro.
- Este espacio no podrá utilizarse para ocio personal u otro tipo de actividad no mencionada anteriormente.
El hecho de que en cada rincón estén las normas permite que el espacio se convierta en un lugar de referencia, donde el alumnado aprende a desarrollar el autocontrol y a asumir la responsabilidad de sus acciones en un ambiente seguro y estructurado.
Se encuentra disponible para su uso durante toda la jornada escolar, ya que consideramos importante que las incidencias se puedan resolver en el momento en el que se producen. Para ello, el profesorado que gestione el incidente con el alumnado de cursos inferiores los acompaña allí para guiarlos en el proceso de calma, reflexión y posible resolución del problema. El de cursos superiores, 5º y 6º de primaria, podrá acudir de forma individual avisando siempre a la Orientadora, para que pueda supervisar. En el caso de no estar disponible, lo hará el director.
Todo el claustro recibe una formación inicial presencial durante los primeros días de septiembre, sobre las características del aula y su uso. Además, en el Classroom del centro quedan recogidas todas las normas, materiales, indicaciones de uso, etc.
Situaciones de uso del Aula de convivencia
El Aula de convivencia no solo se emplea para gestionar conflictos entre estudiantes, sino que también es útil para otras situaciones, como cuando un alumno o alumna necesita un espacio para calmarse, reflexionar o simplemente desconectar por unos minutos antes de regresar a clase.
Es un recurso que puede beneficiar también al profesorado, quien también puede recurrir a ella para gestionar sus emociones. Este tipo de intervención resulta valiosa porque reconoce que tanto estudiantes como maestras y maestros requieren momentos de calma para mantener un ambiente de aprendizaje saludable.
Entra estas situaciones de uso nos parece importante destacar:
- Un alumno/a está muy nervioso/a y no puede controlar su conducta ni gestionar sus emociones.
- Dos estudiantes tienen un problema grave y necesitan hablar en un sitio tranquilo.
- Un alumno o alumna necesita unos minutos para desconectar y luego volver a clase y seguir atendiendo,
- Está triste o siente frustración y necesita un espacio de tranquilidad para hablar y contar lo que le pasa o simplemente descansar.
- Se ha impuesto una medida correctiva y este es el espacio para cumplirla.
- Un o una maestra necesita hablar con un compañero o compañera de algo que ha sucedido.
- O necesita calmarse un rato por algo que ha sucedido.
El Aula de convivencia como herramienta de mejora continua
El Aula de convivencia, como espacio seguro y de apoyo, se presenta como una herramienta útil para construir un entorno escolar donde se favorece la convivencia positiva y el uso de prácticas restaurativas en la gestión de los conflictos.
La existencia de estos espacios permite que el alumnado y el profesorado participen en un proceso continuo de crecimiento y de adquisición de habilidades socioemocionales. Al proporcionar un lugar donde se puede reflexionar, expresarse y aprender, el aula de convivencia se convierte en una extensión del compromiso de los centros educativos con el bienestar y desarrollo integral de cada uno de sus alumnos y alumnas.
En conclusión, el Aula de convivencia cumple un papel fundamental, que el respeto, la empatía y la responsabilidad se fomentan como pilares esenciales para la convivencia. Como se menciona en el Marco Canario de Convivencia Escolar, es imprescindible crear entornos escolares en los que cada alumno y alumna se sienta valorado, comprendido y acompañado en su proceso de aprendizaje y crecimiento personal, y el Aula de convivencia contribuye significativamente a alcanzar estos objetivos.
Referencias bibliográficas
- Consejería de Educación y Universidades de Canarias. (2022). Normativa sobre convivencia escolar. Gobierno de Canarias.
- Fernández, M. (2023). Estrategias para mejorar la convivencia en el aula. Editorial Educación Hoy.
- García, L., Martínez, P., & Sánchez, R. (2020). Desarrollo socioemocional en la educación primaria. Revista de Psicología Educativa, 15(2), 45-60.
- López, A., & Martínez, S. (2021). Recursos sensoriales para la gestión emocional en el aula. Ediciones Pedagógicas.
- Pérez, J. (2019). Técnicas de autorregulación emocional en niños. Psicología y Educación, 12(1), 30-40.
- Rodríguez, E. (2018). Comunicación asertiva en el ámbito escolar. Revista de Educación y Desarrollo, 10(3), 22-35.
- Vargas, C. (2020). Respeto y empatía en la convivencia escolar. Editorial Humanidades.
- Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE): Establece el marco general de la educación en España, incluyendo aspectos relacionados con la convivencia escolar.
- Orden de 15 de septiembre de 2019, por la que se regula la convivencia escolar en las instituciones educativas de Canarias: Detalla las directrices específicas para la gestión de la convivencia en las escuelas de Canarias.
- Decreto 34/2021, de la Consejería de Educación y Universidades de Canarias: Reglamento sobre el uso y funcionamiento de espacios destinados a la convivencia escolar.