El pasado martes, en la pedanía de Aljucer, Murcia, se quitó la vida en su domicilio una joven de 13 años. Según la familia, a causa del acoso escolar que sufría desde hacía tiempo y que la había obligado a cambiar de centro educativo este curso.
El caso está del Grupo de Menores de la Policía Nacional de Murcia (GRUME) que comenzará la investigación en el entorno educativo de la joven.
Según informa La Verdad, el curso pasado comenzó el acoso en el instituto Juan de la Cierva por un grupo de compañeros. Según fuentes de la familia, el centro educativo supo de la situación, pero hasta que no pasaron algunos meses y la niña finalmente habló con sus progenitores, no hubo consecuencias. Los padres de la chica denunciaron la situación ante el IES que tomó cartas en el asunto y, al parecer, expulsó a alguno de los protagonistas del acoso.
La niña cambió de centro a petición de la familia directamente a la Consejería y tras conseguir un informe psicológico de la profesional que la estaba tratando. De esa manera, comenzó el curso en el Licenciado Francisco Cascales, de la ciudad de Murcia. Según Educación «el protocolo se activó, se investigó y se tomaron decisiones en colaboración con la familia».