Esta información ha sido publicada por agenciasinc.es
El pasado día 19, se dieron a conocer, en la sede el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, los resultados de la octava Encuesta de Percepción Social de la Ciencia, realizada desde 2002 por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). Entre los datos más destacados, se encuentra el interés de las mujeres por la ciencia, que ha subido del 9,9% en 2014 al 13,7% en 2016, un incremento del 38,4%. Esta cifra, unida al leve descenso del interés de los hombres, del 20,4% al 18,5%, hace que la brecha de género se haya reducido a la mitad en solo dos años (del 10,5 al 4,8%).
La encuesta, presentada por la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, y el director general de FECYT, José Ignacio Fernández Vera, revela también que el porcentaje de españoles que sigue la ciencia y la tecnología ha pasado del 6,9% en 2004 al 16,3% en 2016, lo que supone un incremento acumulado del 136%.
El interés por la ciencia y la tecnología sigue siendo mayor en los jóvenes, pues un 23,1% se declara atraído por estos temas. Sin embargo, el mayor aumento de la atención por la ciencia se produce esta vez en el tramo de edad de 45 a 65 años.
En lo que se refiere a la atracción declarada por la ciencia y la tecnología cuando se pregunta expresamente sobre este tema, se mantiene en un 3,12 en una escala del 1 al 5. Un 40,22% de la población está ‘muy o bastante interesada’ en la ciencia (4 o 5 en la escala) frente a un 29,6% ‘poco o muy poco interesada’ (1 o 2 en la escala). De este porcentaje de españoles ‘con poco interés’, el 33,1% lo atribuye a que ‘no entiende la ciencia’.
Educación y alfabetización científica
Los ciudadanos perciben un déficit en formación científica aunque desciende del 47,1% al 44,2% el porcentaje de los que consideran que su educación científica es baja o muy baja, que sigue siendo superior a los que la califican de normal (42,6%). Destaca que los jóvenes de 15 a 24 años perciben una mejor educación científica que la media, pues solo un 29,9% la califica de baja o muy baja, 14 puntos menos que la media.
Este año se ha cambiado la forma de preguntar por conocimientos científicos concretos y los encuestados han tenido que elegir la afirmación correcta entre dos opciones en lugar de decir si era verdadero o falso un enunciado. Los resultados de la encuesta de 2016 muestran que los entrevistados han logrado una nota media mayor, que se sitúa en 7,66 sobre 10, frente al 6,39 de 2014 y el 5,09 de 2006.
No se producen diferencias de género en esta pregunta, pero sí de edad, pues los mayores de 65 años tienen un conocimiento menor que la media (6,68).
En esta edición se ha incluido por primera vez una pregunta sobre la confianza de los ciudadanos en prácticas paranormales o pseudocientíficas. Los resultados revelan que los españoles desconfían de los horóscopos (un 83,9%), de los fenómenos paranormales (76,7%), de los curanderos (76,3%) y de los números y cosas que den suerte (71,3%).
Sin embargo, están divididos en dos prácticas pseudocientíficas: el 59,8% confía mucho, bastante o algo en la acupuntura y el 52,7% confía mucho, bastante o algo en los productos homeopáticos. Las personas con mayor nivel de estudios confían más que la media en estas prácticas cuya eficacia no tiene evidencia científica.
Imagen de la ciencia
Respecto a la imagen que los ciudadanos tienen sobre la ciencia, un 54,4% afirma que tiene más beneficios que perjuicios frente a un 5,8% que afirma que lo contrario. Para los ciudadanos, las aplicaciones o tecnologías que más beneficios proporcionan son: internet (65%), telefonía móvil (62,6%), investigación con células madre (61,8%) y drones (41,1%).
Crece significativamente el porcentaje de personas que no tienen una opinión formada sobre las tecnologías que despiertan más rechazo, como la energía nuclear, la clonación o el fracking. Además, baja de forma significativa, la percepción ciudadana de que la energía nuclear y cultivo de plantas modificadas genéticamente son más perjudiciales que beneficiosos (8 y 10 puntos porcentuales respectivamente), aunque siguen despertando mayor rechazo que apoyo ciudadano.
Los científicos vuelven a ser en esta encuesta la segunda profesión más valorada con un 4,4 sobre 5 (subiendo respecto al 4,24 de 2012), solo por detrás de los médicos (4,55). A continuación se sitúan profesores (4,28) e ingenieros (4,14).
Ciencia y tecnología y medios de comunicación
Respecto a encuestas anteriores, se mantiene el déficit de información científica percibido, pues existe una diferencia entre el nivel de información (2,79 sobre 5) y el grado de interés (3,12 sobre 5) de un 0,33.
Internet es la primera fuente de información científica para un 37,7% de los ciudadanos. Pero es la televisión la fuente más consultada cuando se citan tres medios para estar informado de ciencia (71,2%) e internet se sitúa en segundo lugar con el 57,8%. Los jóvenes utilizan mayoritariamente la red para informarse de ciencia: un 82,1% de penetración en jóvenes de 15 a 24 años y un 77,5% en los de 25 a 34 años.
Las redes sociales se convierten en esta encuesta, por primera vez, en la fuente de información científica más consultada en Internet (un 43,6% frente al 30,8% de 2014). También aumentan significativamente los canales de vídeos como Youtube o similares como fuente para el 36% de los internautas (29,7% en 2014). Sin embargo, los medios generalistas (34%) y la Wikipedia (32,9%) se estancan como fuente en internet.
Al preguntar por las redes sociales utilizadas como canal de información científica, destacan el aumento de Facebook, un 40,9% frente al 28,3% de 2014, el mantenimiento de Twitter, un 16,3% frente al 14,7% de 2014, así como el crecimiento de Instagram, un 13,4% frente al 6,6% de 2014, llegando al 22,4% entre los jóvenes de entre 15 y 24 años.
Políticas de apoyo a la ciencia y tecnología
Las prioridades de gasto público de los españoles se concentran en sanidad (85%) y educación (73%) seguidas de pensiones (53,7%) y desempleo (47,2%). Tras la vivienda (25,7%) se sitúa la ciencia y tecnología con un 19,2% de ciudadanos que la eligen entre sus cuatro prioridades de gasto público. Este porcentaje es superior entre los hombres de 15 a 24 años (28,9%), entre los hombres de 25 a 34 años (26,3%) y entre las personas con estudios universitarios (30,7%).
En 2016, dos de cada tres ciudadanos españoles (67,8%) estarían dispuestos a donar a la ciencia, frente a un 64,7% en 2014 y al 57,1% de 2012. Los más dispuestos a donar son las personas con educación universitaria (39,5%).
En la encuesta de 2016 se mantiene el apoyo a una participación más importante de la ciudadanía en las decisiones de ciencia y tecnología que les afectan en un 51,6% de la población.
Para la VIII encuesta de percepción social de la ciencia se han realizado 6.357 entrevistas personales distribuidas por comunidad autónoma y tamaño de hábitat, con un mínimo de 350 entrevistas por cada una de las 17 Comunidades. La población estudiada son personas residentes en España durante cinco años o más de 15 años de edad en adelante. El trabajo de recogida de la información tuvo lugar del 20 de octubre al 10 de diciembre de 2016.