Existen ocho institutos públicos en el distrito madrileño de San Blas-Canillejas, un distrito en el que viven 150.000 personas. Institutos que, como tantos otros de la Comunidad de Madrid, de todo el Estado, han pasado mucho tiempo «compitiendo» para conseguir retener y/o aumentar el alumnado con todo tipo de propuestas.
Centros que, pasado un tiempo y producto a medias de la suerte, la necesidad y la ocasión, han comenzado un camino completamente diferente: el de la colaboración entre sí. Gracias, en buena medida, al nuevo equipo de la Junta Municipal del distrito, a Víctor Núñez, asesor de la concejalía del distrito, que hace un año comenzó a reunirse con todos ellos para estudiar las posibilidades de colaboración.
«Había mucha competencia entre los instutos. Decidimos que mejor que competir sería colaborar», entre otras cosas porque mucha de «la información que tienen las familias sobre unos institutos y otros, en muchas ocasiones, no se ajusta a la realidad». Así lo explica Carmen Otaño, directora del IES Carlos III, uno de los 8 institutos.
Con esta situación aparece en la ecuación Víctor Núñez, explica Otaño, que lanza la posibilidad de visualizar las cosas positivas que se hacen en los institutos. Y surge la idea de «crear un espacio de convivencia, explica Núñez. Todos los centros tenían proyectos» sobre convivencia. De ahí la posibilidad de poner en común lo que cada cual está haciendo.
En esta posibilidad de crear un espacio común aparece en la ecuación la asociación La Rueca que ya trabaja con el IES Suances y el Simancas en convivencia. «El objetivo es poner en marcha actividades conjuntas para que la red funcione», dice Núñez. Y de ahí nacen las tres primeras que han realizado y están preparando.
En el mes de marzo, entre el alumnado de 3º de ESO de los diferentes centros se crea una Pasarela de Igualdad; hace unas semanas se organizaron, con docentes de los ocho, unas jornadas de formación sobre convivencia.
En ellas participaron Rosa Garvín, del proyecto de Comunidades de Aprendizaje, además de una de las responsables de parte del Plan Nacional de Convivencia lanzado el año pasado por el Ministerio de Educación. También estuvo allí Juan Carlos Torrego, de la Universidad de Alcalá de Henares y experto en convivencia escolar y en programas de alumnado ayudante y mediadores de convivencia. También participantes en el Plan Integral de Convivencia del distrito de Villaverde, del que hablamos hace algún tiempo.
En el horizonte les queda la primera Carrera Solidaria de la RID (Red de Institutos del Distrito), el próximo 14 de mayo. Para ponerla en marcha han contactado con la asociación La Despensa Solidaria, con la que colaboran recogiendo alimentos y otros elementos de primera necesidad a cambio del dorsal para la participación en la carrera, y también con el Club de Atletismo de Suances que les ayudará a la organización y gestión de la propia carrera.
En lo que respecta a la convivencia, eje de la Red, se ha puesto en marcha en los diferentes centros, programas de alumnado ayudante y alumnado mediador, tras la formación correspondiente con chicas y chicos. Está previsto, aunque todavía no se ha perfilado, el que se celebre una reunión con el alumnado participante de todos los institutos, para que se conozcan y puedan compartir experiencias y vivencias.
Es una de las primeras redes, desde luego en Madrid, de centros educativos trabajando en la misma línea, incidiendo, todavía poco a poco, en el tejido barrial y vecinal en el que se encuentran insertos.
Para Iván Sánchez, educador social de La Rueca, la formación de esta Red es muy interesante para ellos porque la incidencia en dos direcciones, sobre el territorio en los centros y sobre estos en el territorio, tiene buenas expectativas.
La Rueba participa en la coordinadora de las organizaciones sociales y barriales del distrito, de manera que con la Red ya montada será más sencillo que la comunicación fluya en los dos sentidos. Así, unos y otros podrán aprovecharse de las iniciativas y trabajos de los demás.
Para algunas de las responsables de los institutos, la importancia de la red, más allá de haberse conocido, es la posibilidad de construir una colaboración que pueda durar en el tiempo. Una colaboración que mira, desde sus diferencias, cómo hay necesidades y objetivos comunes para los que entienden que es mejor compartir conocimientos y esfuerzos,
Entre las coincidencias que los IES han encontrado están los chicos y chicas con dificultades de integración dentro del sistema formal de educación. Alumnado que en muchas ocasiones vive situaciones familiares, sociales y económicas realmente complejas. Asegura Salomé Blanco, jefa de estudios del Francisco de Quevedo, que hay muchas familias en el distrito que no cuentan con ningún ingreso de ningún tipo.
Hablan de las dificultades que tienen para gestionar las actividades extraescolares, o para dinamizar los recreos, por ejemplo. Apoyo que encuentran, ahora, en La Rueca. Y no solo. También para hacer escuelas de padres y madres o para la gestión de la 7ª hora, la últimahora en la que acaba el alumnado expulsado y que se utiliza para intentar recuperar un poco el tiempo perdido.
Marta González, jefa de estudios en el IES Las Musas, además de lo que se ha logrado en la mejora de la convivencia en los centros, señala como algo positivo el que ahora se conocen entre sí. «La falta de contacto (entre centros) genera desconfianza», asegura, algo que ahora ya tienen superado, en poco más de un año de vida de la red. Ahora, si surge algún rumor sobre alguno de los institutos, una llamada entre quienes conforman la Red disipa las dudas. También en el caso de que alguien necesite más información, asesoramiento o acompañamiento en alguna de las actividades que están llevando a cabo y que otro ya lleve tiempo implantando.
La red, dicen las responsables de los tres institutos con las que hablamos, se nutre en buena medida del trabajo soterrado que se hace desde La Rueca y desde la Junta de distrito dinamizando las reuniones, proponiendo acciones, tomando actas, recordando futuras reuniones… «Y también, asegura Marta González, la voluntad de los centros de que siga funcionando». Para esta profesora, «se educa con el ejemplo, y nosotros (los docentes de los centros educativos) somos ejemplo para nuestros alumnos. Ven que hablamos y colaboramos con los otros institutos».
Todavía es pronto para comprobar cómo está o puede estar influyendo la creación de la red en el territorio, en todo el distrito. Desde luego ya está marcando nuevas formas de trabajo y de colaboración entre institutos que hasta hace no tanto tiempo no solo estaban aislados unos de otros, sino que competían contra los demás para seguir sosteniendo sus propios proyectos.