Desde 2011 quienes trabajan en educación infantil de primer ciclo tienen el mismo convenio colectivo. Desde 2012 soportan una congelación salarial que, denuncian desde la Federación de Enseñanza de CCOO, aboca a muchos de ellos, prácticamente, a la pobreza, con salarios que pueden estar en 665 euros al mes. Una congelación que en 2015 fue firmada por USO, FSIE y UGT.
La necesidad de una revisión al alza de los salarios, tras el cambio introducido por el anterior Ejecutivo de Pedro Sánchez y con el empuje de Unidas Podemos y que elevó el salario mínimo interprofesional (SMI) a los 900 euros, así como la mejora de otras condiciones laborales, es grande.
Este miércoles, si nada cambia, habrá firma entre la patronal y los sindicatos USO, FSIE y UGT del XII Convenio Colectivo del sector. La Federación de Enseñanza de CCOO, mayoritaria, no solo no firmará sino que ha convocado una jornada de huelga mañana en todo el Estado.
Pedro Ocaña, responsable de Privada dentro de la FECCO, aseguraba esta mañana en rueda de prensa que desde el sindicato se exige que en 2020 haya un salario, como mínimo, de 1.000 euros mensuales. Con la idea, a futuro, de que haya una homologación paulatina del Convenio de Educación Infantil con el de Enseñanza Concertada.
Hoy por hoy, en este último, se establece que las maestras cobran 1.618,23 euros al mes y las educadoras 1.235,57. En el Convenio de Educación Infantil, que presimublemente se firmará el míercoles, las primeras cobrarían 1.362,56, mientras que las segundas llegarían a los 930 euros mensuales. Desde el sindicato se señala que, por un mismo trabajo, se perciben salarios diferentes, con un salto de más de 300 euros mensuales.
Anabel Medina es una educadora, afiliada a CCOO y participó en la rueda de prensa. Según dijo, en su nómina aparece un salario de 777 euros mensuales. Con las pagas extras prorrateadas. Esta es la situación que tanto ella como Tamara García, compañera de profesión, quisieron denunciar ante los medios de comunicación. Aseguran que muchas profesionales con titulaciones superiores tienen contratos de auxiliares, muy por debajo en lo salarial en relación a maestras y educadoras.
Se trata de profesionales que realizan una labor de gran responsabilidad, «más allá de las labores de cuidados» que hacen al trabajar con criaturas dependientes, puesto que están encargadas de potenciar las capacidades de niñas y niños, de relacionarse consigo y con el resto, de comprenderse y comprender el mundo que les rodea.
«Ahora algunos partidos hablan de la universalización» del 0-3, decía Francisco García, secretario general de la Federación en la rueda de prensa. Pero esta universalización ha de hacerse con la vista puesta en la calidad de lo que se hace en los centros. Para ello, algunos elementos son importantes. Por una parte, el salario. También las horas de atención directa y aquellas que han de dedicarse a preparar clases, reuniones con las familias, etc. y que salen del tiempo libre de las y los profesionales. Según el convenio, las maestras tienen 32 horas semanales de atención directa (en el aula), mientras que educadoras y auxiliares, tienen 38 y 39 respectivamente. No se contempla en este cómputo horas para la preparación de su labor diaria, o para evaluar lo conseguido.
Mirando las tablas salariales que presumiblemente se firmarán el miércoles, la subida salarial de las educadoras infantiles (inmensa mayoría de las trabajadoras del sector) no será para lanzar las campañas al vuelo. Tras años de congelación salarial, en el mejor de los casos, conseguirán que para 2021 su nómina haya aumentado 220 euros al mes. En el peor, 28.
Primero hay que considerar que las tablas salariales dependen de si la titularidad del centro es pública o privada. En el caso de las primeras, la mayoría de las públicas tienen gestión indirecta, es decir, privada. Las educadoras que trabajan en estos centros, a partir del 1 de junio, cobrarán 1.000 euros, frente a los 901 de hoy día. Para el mes de septiembre de 2020, serían 1.100, y para septiembre de 2021, se atenderá al IPC entre septiembre de 2020 y agosto de 2021, aunque la subida no sería inferior al 2%. Como mínimo cobrarán 1.122 euros en 2021. Esto supone que en tres años, la subida salarial será de 220 euros aproximadamente.
En cuanto a sus compañeras que trabajan en el sector privado puramente dicho, a partir del 1 de junio cobrarán 930 euros (30 más que el SMI). En septiembre de 2020 subiría un 2%, hasta los 948,6 euros y, en septiemrbre de 2021, un 1% más, es decir, que percibirían 958,1 euros, 28 más que en junio de este año.
Precariedad
La precariedad es una de las características en las que han de moverse quienes ejercen dentro de la educación infantil de primer ciclo. Salarios muy bajos, jornadas reducidas, finalizaciones de contrato en junio y nuevas contrataciones en septiembre…
Una de las características básicas, además, es la del doble rasero en la realización de tareas dentro del aula. Según los datos de CCOO la mayor parte del personal que se encuentra en el aula atendiendo a niñas y niños lo es como educadora o educador, no como maestra. Es decir, no tienen el título de grado, pero sí un ciclo de grado superior de formación profesional. Según la definición de las categorías del convenio colectivo vigente (de marzo de 2010), ambos perfiles han de realizar las mismas labores: «Elabora y ejecuta la programación de aula; ejerce la actividad educativa integral en su unidad, desarrollando las programaciones curriculares, incluyendo las actividades relacionadas con la salud, higiene y alimentación». Eso sí, cada una con una titulación diferente. Esta titulación da carta de naturaleza a una diferencia salarial, según las tablas de dicho convenio, de 500 euros al mes.
A esto habría que sumar, según los testimonios de las educadoras que participaron en la rueda de prensa de CCOO, el hecho de que haya muchas de ellas que son contratadas como auxiliares, en vez de como educadoras. Esto hace que la diferencia salarial sea abismal. Si tienen un contrato de auxiliar pero realizan las labores de educadora (cosa permitida en el convenio) la diferencia salarial pordría ser de 670 euros con respecto a las maestras y de 172 euros con respecto a lo marcado para las educadoras.
Críticas sindicales
Los sindicatos que sí firmarán el convenio colectivo han criticado duramente la actitud de CCOO tanto de no firmar como de convocar uuna huelga estatal para la víspera de la firma.
Desde FeSP-UGT aseguran en un comunicado de prensa que «esta movilización resulta completamente desafortunada» tanto por el momento elegido como por los motivos aducidos por CCOO. La Federación de Servicios Públicos de UGT asegura que los aumentos salariales están por encima de lo previsto en el Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC) al que llegaron las confederaciones de CCOO y UGT con CEOE y Cepyme, aunque para los convocantes, como explicó Francisco García, no es así, puesto que las educadoras de centros privados no tendrán un salario de 1.000 euros, como dijo que estipula dicho acuerdo.
El AENC establece que las subidas salariasles (para 2018, 2019 y 2020), cada año, tendrán dos partes. Por una parte, una subida del 2% y una variable del 1% «ligada a los conceptos que en cada convenio se determinen, como la evolución de la productividad, resultados, absentismo y otros». En este sentido, el acuerdo alcanzado para el XII Convenio de la Educación Infantil cumpliría de sobra pues, en el peor de los caos, establece una subida salarial de más del 5%. Eso sí, el siguiente punto del acuerdo entre empresarios y sindicatos dice que «durante la vigencia del presente acuerdo, de manera progresiva, instamos a establecer un salario mínimo de convenio de 14.000 euros». Es en este punto en el que CCOO asegura que UGT está incumpliendo con el Acuerdo estatal, puesto que los salarios no deberían ser inferiores a los 1.000 euros mensuales (12 pagas más dos extras). En el caso de las y los educadores, no alcanzarían esta cifra.
Desde UGT se critica la falta de iniciativa de Comisiones Obreras en la mesa de negociación y el hecho de haber esperado hasta la reunión número 15 para salirse dela conversación «a pesar de no haber cambios significativos y derivando su responsabilidad hacia las otras organizaciones sindicales».