Es uno de los datos que se deriva del informe de inicio de curso que ha presentado esta mañana CCOO de la mano de su secretario general, Francisco García. Junto a él, la secretaria de Juventud, Beatriz García, y el segretario de pública, José María Ruiz.
En los últimos años, desde 2009 hasta este, las plantillas docentes han ido envejeciendo paulatinamente. Muy por encima de las recomendaciones que la propia OCDE hace al respecto. La organización internacional calcula que la proporción idónea es que haya un docente menos de 30 años por cada dos mayores de 50. Según Francisco García, con los datos que maneja el sindicato, hoy por hoy hay uno por cada siete.
El motivo principal para este envejecimiento está en los años en los que se estableció una tasa de reposición que limitaba que las plazas de personal jubilado se cubrieses con nuevo personal. Una tasa que ya impuso el último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el 30%. Y en la que abundaron los gobiernos de Mariano Rajoy, primero con una bajada al 10% y luego al 50%.
A esto habría que sumar la desaparición de la jubilación anticipada incentivada que se puso en marcha con la LOE. Durante los años de la crisis hubo menos jubilaciones a los 60 años dentro del personal docente, de manera que hoy por hoy hay más personal entre los 60 y los 65 años de los que había en 2009.
En el curso 2009-2010 el 9,66% del personal docente tenía menos de 30 años. en el otro extremo de la tabla, solo el 3,2% era mayor de 60. En el curso 2017-2018, el porcentaje de los primeros era del 4,71, mientras que el de los segundos se encontraba en el 4,98%.
El sindicato ha calculado también cuál es el número total, independientemente del porcentaje. Si en 2009, cuando la proporción, aunque no óptima, sí estaba cerca de los dictados de la OCDE, había 42.100 docentes menores de 30 años, cuando deberían haber sido 67.117. En 2017, las cifras habían empeorado mucho. Había 23.296 profesoras y profesores por debajo de la treintena. Deberían haber sido, según CCOO, 92.088.
El informe de CCOO se centra este curso en la situación del profesorado. Además del envejecimiento de las plantillas, señalan algunas otras cuestiones como prioritarias. Una de las más importantes es la necesidad, para los próximos años, de más plazas docentes de las que se están abriendo.
Francisco García hizo una valoración positiva del desarrollo del Acuerdo de mejora del empleo que prevé la bajada en los próximos años del porcentaje de interinidad hasta el 8%. Pero, aunque se han mejorado los índices con las últimas ofertas de empleo, estas no son suficientes para alcanzar el objetivo previsto.
Según los datos que maneja el sindicato, a 1 de enero de este año había 511.250 docentes en la pública, de los que 155.446 eran interinos. Una tasa del 30%. De momento, afirma CCOO, hay que esperar a ver cómo va evolucionando el acuerdo dado que se han estabilizado en dos años más de 50.000 plazas docentes. En cualquier caso, apuntan a cuatro elementos que influirán en su desarrollo: las jubilaciones no cubiertas al ser las OPE en años alternos, el hecho de que no se estén incluyendo en las oposiciones todas las plazas de estabilización marcadas en el acuerdo, el hecho de que más de 3.600 plazas hayan quedado desiertas en las dos últimas ofertas y, por último, que las ampliaciones de plantilla no se incluyan en las oposiciones, al no ser plazas de estabilización ni corresponder a la tasa de reposición.
En sus conclusiones, el documento señala que para cubrir las plazas referentes al acuerdo de estabilización, todavía es necesario que salgan a concurso 43.132. A estas, el sindicato añade otras 46.259 que serían para la tasa de estabilización y la de reposición, dado que, independientemente de lo que diga el acuerdo, las plantillas están vivas a lo largo del tiempo.
Plazas sin cubrir
A pesar del acuerdo para la estabilización del empleo público firmado con el anterior ejecutivo, que ha dado lugar a las dos últimas convocatorias de oposiciones masivas en todo el país, ha habido más de 3.662 plazas que han quedado desiertas. Plazas que ocupaban interinos y hoy siguen ocupando interinos.
CCOO, al igual que los demás sindicatos, defienden que, al menos para el periodo relativo a la bajada de la interinidad al 8%, las pruebas de la OPE no sean eliminatorias, de manera que todo el mundo pueda demostrar todos sus conocimientos al finalizar el proceso.
Hoy por hoy, tras el cambio normativo del PP y que el Gobierno de Pedro Sánchez mantuvo, las pruebas son eliminatorias. Muchas personas no pasan la primera criba. Para José María Ruiz, secretario de pública en la federación, además, se produce la situación de que la prueba práctica tiene poco que ver con las capacidades docentes de las y los aspirantes y mucho que ver con el conocimiento de la materia que impartiría. Sobre la mesa, de nuevo, la cuestión de si lo que consiguen las oposiciones es seleccionar a buenos matemáticos o a buenos docentes de matemáticas.
Eso sí, no todas las comunidades autónomas dejan plazas desiertas de la misma manera. Mientras que en Baleares y Navarra suponen alrededor del 20% del total de las plazas, en otras como ambas Castillas, Extremadura, Murcia, La Rioja o Melilla, suponen menos del 1%.
Las causas de estas variaciones son diversas, aunque durante la presentación de los datos, se habló de la situación en la que los tribunales han de trabajar para la evaluación y corrección de las diferentes pruebas. Según Ruiz, en algunos territorios ha habido algunos que han tenido que trabajar 12 y 14 horas, fines de semana incluidos, en la corrección de las pruebas.
Francisco García también habló de la necesidad de discutir sobre el Estatuto Docente y sobre la propia profesión. El secretario general de la federación señaló que una posibilidad sería repensar el que las oposiciones para docentes de secundaria (obligatoria y postobligatoria) sean iguales cuando desarrollan su labor en etapas diferentes que tienen objetivos también diferentes.