Cero en Conducta y Alumnos RadioActivos. Estos han sido hasta ahora los buques insignia de los programas educativos de la emisora escuela del Ayuntamiento de Madrid, M21. Además, otro espacio sobre Educación Emocional y uno más, Actualidad para un Cero en Conducta. Así se cierra el círculo.
Familias y docentes han tenido un peso importante en el espacio radiofónico, pero seguramente, el más importante de los méritos de Paz López y Beatriz Lucas en los tres años que han estado al frente de los programas, ha sido el espacio que han dado a niñas, niños y adolescentes. El alumnado ha sido, sin duda, una de las piezas clave a través de Alumnos RadioActivos.
Lo que comenzó con una mochila y viajes arriba y abajo a los centros o de los centros a los estudios de la emisora en el madrileño barrio de Alameda de Osuna, pasó a primeros del año pasado a un autobús cedido por la EMT y financiado por La Caixa que se ha ido desplazando por la ciudad, de cole a cole, de IES en IES, para que el alumnado (de centros públicos, concertados y privados) tuviera la oportunidad de producir un programa de radio.
«Les ayudábamos un poco con el armazón, a que sonara bien, que tuviera pinta de programa de radio», comenta Paz López. El contenido con el que lo llenaban siempre correspondió a lo que niñas y niños quisieran en cada momento. «Es un proyecto precioso, sosprendente, alucinante», describe Beatriz Lucas.
En los programas el alumnado madrileño, hasta ahora, ha podido hablar de sus experiencias personales, de aquello que les preocupa (medioambiente, salud, el uso del espacio público…), o de las vivencias que tienen.
Han trabajado desde aulas hospitalarias a centros de educación especial o UFIL. Han prestado los micrófonos de la radio pública para que niños que prácticamente no se comunican nunca pudieran presentar una canción que les gustase, o para que menores migrantes contaran cómo han perdido amigos vendidos como esclavos en Libia mientras viajaban a Europa.
También han hablado de la soledad de estas chicas y chicos, que pasan horas y horas solos en sus casas, o jugando hasta la madrugada al Fortnite. Les han dado espacio para que dieran sus opiniones sobre los problemas que a ellos les preocupan más.
Según los datos que manejan ambas, han pasado por los micrófonos de la emisora, solo en Alumnos RadioActivos, el 20% de todos los centros educativos de la ciudada, 3.057 chicos y chicas de 8 a 21 años han realizado los 175 programas que se han realizado entre septiembre de 2017 hasta hace unas pocas semanas.
Para que esto fuera posible, ambas, junto a José María Jiménez, elaboraron una serie de materiales con los que los centros podían trabajar previamente a la elaboración del programa de radio. Primero con un Manual de Cole Reporteros (un curso acelerado de periodismo para principiantes), un manual de instrucciones que explica cómo construir su programa de radio de una hora de duración y una serie de posibles secciones o ejercicios pedagógicos entre las que los profesores podían escoger para completar los cinco bloques temáticos del programa (Mi cole, mi barrio, mi mundo, somos creativos, rincón científico y rincón cultureta).
Entre otras muchas cosas, lo que ha supuesto ests programa de radio con el alumnado es que una decena de los centros educativos que pasaron por los micrófonos de Beatriz Lucas y Paz López, hayan montado su propia radio escolar.
Ambas destacan que el programa supone un subidón de autoestima para muchos de los chicos y chicas que han pasado ante sus micrófonos. Les ha ayudado a empoderarse. Al mismo tiempo que ha ayudado a las familias a conocer mejor cómo funcionan los centros educativos de sus hijos y han podido escuchar, directamente por sus bocas, cómo son y se siente ellas y ellos.
El próximo día 23, la FAPA Giner delos Ríos entregará a las dos responsables sendos premios por Cero en Conducta y por Alumnos RadioActivos, así como a todo el equipo de M21 por estos tres años de formación y fomento del empleo.
Del periodismo al ApS
En su andadura, Beatriz y Paz contactaron con José Dulac, profesor universitario que tiene, entre otros, un proyecto de educación digital en residencias de ancianos. Les propuso llevar el programa a su alumnado mayor.
En paralelo, el Ayuntamiento de Madrid estaba intentando dar un empuje al aprendizaje-servicio en las universidades de la ciudad, de manera que ya había firmados algunos convenios de colaboración.
Con estos dos ingredientes y una buena dosis de energía, realizaron varios proyectos de aprendizaje-servicio desde Alumnos radioactivos. Juntaron a estudiantes de Periodismo para que supervisaran y enseñaran al alumnado de los institutos a poner en marcha un programa de radio. Al mismo tiempo que el ApS valía para el alumnado universitario, también servía a los adolescentes, que hicieron los programas también con personas mayores. Se trabajaron contenidos de diferentes asignaturas (Periodismo social y Educación en valores) mientras se hacía un proyecto de impacto en la comunidad de los centros.
Tanto Alumnos radioactivos como Cero en Conducta han querido todo este tiempo dar voz a toda la comunidad educativa, de manera que por los micrófonos de M21 han pasado, como hemos contado, alumnos y docentes que han explicado sus experiencias con la educación (entre otras muchas cosas). Pero también la FAPA Giner de los Ríos ha tenido un espacio importante en el que contar cada semana alguno de los proyectos de las asociaciones de madres y padres de los centros educativos públicos de la ciudad, o para denunciar la situación en la que uno u otro centro se encontraba, hablar de los deberes, los horarios escolares o los exámenes de recuperación en el verano.
Los sindicatos educativos, de diferentes tendencias, también han podido hablar de sus reivindicaciones y denunciar la situación precaria de muchos centros construidos por fases, por ejemplo, o del personal interino que ve cómo en verano es despedio y contratado algunos meses después.
Ahora, Madrid pierde esas voces. Al menos en las ondas.
Para Paz y Beatriz, la pérdida de esa emisión por radio es más importante de lo que parece. Sus programas han sido los terceros más descargados de los podcast de toda la emisora. Pero creen que es importante, al menos teniendo en cuenta el tipo de chicos y chicas que han pasado por sus estudios, que pudiera escucharse su programa por la radio.
Que chicas y chicos hayan podido tener un altavoz para hablar de sus vidas es «empoderante», al menos, así lo ven ambas. Que hayan podido hablar de sus soledades, de sus inquietudes o de sus expectativas de futuro es una herramienta muy potente que, ahora mismo, ha dejado de funcionar.
«Ese trabajo que a veces hacen los coles, de puñal en la boca, luchando contra los elementos, merecía ser escuchado y puesto en valor», aclara Beatriz Lucas.
Han realizado más de 300 programas. Se encuentran colgados en la web de M21. Una especie de repositorio «sobre buenas prácticas de innovación educativa».
Han hablado de ApS, de flippedclassroom, de homeschooling, de convivencia en los centros educativos. «En estos años han podido pasar por los micrófonos 1.000 iniciativas distintas», comenta Lucas. Porque, como explica su compañera, Paz, aunque han repetido algunos temas, nunca han repetido centros educativos. A lo que se suma que también se ha ofrecido información sobre libros y películas con las que poder ahondar en los difentes asuntos tratados.
En este tiempo, M21 se ha convertido en la primera institución madrileña, nos cuentan, que está dentro del proyecto de alfabetización mediática de la UNESCO. Organismo que, además, recomienda fuertemente el uso de la radio como herramienta pedagógica.
Además, han pasado en tres años por hasta cuatro congresos, nacionales e internacionales, en los que han explicado cómo se ha venido desarrollando su trabajo dentro de la emisora escuela.
Entre ambas, cada semana, (y con ayuda de algunos colaboradores y las y los becarios) han producido entre 7 y 9 programas, entre los de Cero en Conducta, Alumnos radioactivos, Educación emocional y Actualidad para un cero en conducta.
La emisora escuela
Beatriz Lucas lo tiene claro, la emisora entera, más allá de los programas educativos que contiene, ha cumplido este tiempo con una doble función, social y educativa.
Cada final de curso, ambas organizaban encuestas entre quienes habían pasado por sus estudio para conocer qué les había parecido la experiencia, cómo mejorarla. También para saber en qué partes de la ciudad habían incidido másy en cuáles había sido más complicado meter la cabeza. Todo ello para organizar el curso siguiente y mejorar las cifras.
Han creado materiales didácticos para que los docentes pudieran trabajar el uso de la radio como herramienta pedagógica con su alumnado. Unos materiales lo suficientemente flexibles para que pudieran utilizarse en primaria y secundaria, en cualquier asignatura. Unos materiales que, además, también eran evaluados por las y los docentes con el ánimo de hacerlos mejor para el siguiente curso lectivo.
En las próximas semanas, ambas saldrán de la emisora. Terminan sus contratos. Según nos cuentan, los programas seguirán, pero no ellas. La empresa Madrid Destino, encargada de la gestión de la emisora y de los contratos, no ha respondido a las preguntas de este periodista sobre las razones para prescindir de estas profesionales, así como sobre el futuro de los programas educativos de la emisora.