Los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRP), como otros movimientos sociales, tienen un problema: hay gran dificultad para conectar con los activistas actuales. A estos grupos recientes alguien los han llamado “altermundialistas” y “alteractivistas” (Pleyers). Se manifiestan en todos los lugares del mundo y están presentes en todos los noticiarios. Sus acciones nos provocan admiración y, a la vez, nos preocupa su osadía. Los poderes públicos (derechas e izquierdas) los temen; los estudiosos buscan argumentos y explicaciones para comprenderlos; los ciudadanos, los menos, aceptan su compromiso, los más, los observan con cierta admiración.
1. Características, definiciones, tipos, cualidades, rasgos, conductas…
- Su origen coincide con la caída del Muro de Berlín (1989) y dejan atrás aquellos movimientos que surgen en mayo del 68.
- Predominan las relaciones horizontales. Se oponen a las relaciones verticales que. normalmente. están presentes en los movimientos sociales nacidos en las luchas sociales, laborales y de derechos humanos en tiempos anteriores.
- Tratan de buscar un tipo de relación cercano sin llegar a una identidad completa. Es una relación emocional que reproduce, sui géneris, la relación establecida en las redes sociales.
- Su objetivo se podría concretar en la búsqueda de un tipo de organización democrática emancipadora en la que predomine la relación de igualdad: cualquiera con cualquiera.
- Buscan cierta coherencia entre sus reivindicaciones y sus estilos de vida. Consideran que la opresión no solo atañe a un grupo social determinado, sino que también tiene una dimensión subjetiva; afecta a cada persona y eso exige un análisis y conversión personal posterior. La distancia entre los objetivos del movimiento y el compromiso militante tiende a desaparecer.
- Necesitan constantemente conectarse con los otros de un modo personal.
- Sus reivindicaciones tienen un carácter global pero a la vez local: Glocalización.
- Utilizan las redes sociales para coordinarse, pasar información, expresar sus reivindicaciones (movimientos Facebook, Revolución 2.0). No obstante, su uso se hace compatible con el empleo de otros medios de comunicación tradicionales.
- El uso de redes no impide que se junten en sitios físicos/públicos para organizar sus movilizaciones. En todos los países en los que se han organizado, hay plazas que pasarán a la historia por haber sido el lugar donde se han celebrado las ocupaciones (Puerta del Sol, Plaza Rab`a, Plaza Maidan, Parque Gezi, Plaza Tahrir…).
- Se valora la creatividad y la imaginación en la manifestación y logro de sus objetivos.
- Utilizan informes y estudios elaborados por expertos para justificar sus reivindicaciones.
- Manifiestan un rechazo, en general, al consumismo.
- No buscan hacerse con el poder de las instituciones, sino conseguir cambios sociales concretos.
- Su individualidad no se pierde en su quehacer colectivo.
- Normalmente, sus reivindicaciones se centran en proyectos muy concretos y específicos. A veces su tiempo de acción es efímero: acampadas.
- Se oponen al carácter de “casta” de partidos, sindicatos… aunque en ocasiones utilizan estos recursos sociales para dar continuidad a sus protestas. Esta oposición ha llegado incluso a plantarse no colaborar con ONG.
- En ocasiones, algunos altermundialistas han liderado la formación de partidos políticos con el fin de conquistar el poder social/político.
- La pluralidad de grupos es muy grande (Pleyers). Con el fin de sintetizar/clasificar se proponen dos grupos:
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- Aquellos que potencian la “vía de la razón” como forma de legitimación. Sus discursos cuestionan la ideología neoliberal utilizando argumentos (científicos, técnicos, filosóficos, ecológicos…).
- Otros potencian la “vía de la subjetividad”. Su participación fundamenta un tipo de experiencia que enriquece y hace más completo su sentido de vida, tanto desde el punto de vista colectivo como individual. Su actividad es un reflejo de su experiencia. Así pues, para evaluar estos movimientos no solo hay que fijarse en los cambios legislativos conseguidos, cambios en el reparto de poder o de recursos en la sociedad, sino también en el cambio de pensamiento conseguido en el conjunto de individuos que forman un grupo, una comunidad local, una forma diferente de pensamiento vivida y manifestación de la experimentación de un mundo nuevo.
- Hay una intención de buscar una definición nueva de globalización diferente a la clásica defendida desde la economía capitalista. Se busca un relato que dé un sentido más amplio a la globalización; que supere los significados meramente económicos de intercambios de capitales y recursos y medios de producción; que abarque aspectos más personales, culturales y de derechos humanos; que no sea mediatizado por las industrias culturales hegemónicas. No sería correcto considerar que estos movimientos son inmaduros, inconstantes… sino que hay un esfuerzo por centrar el sentido de los cambios sociales basados en la gente; organizaciones locales potenciando una nueva relación más democrática y directa.
- Hay un interés general en reivindicar la “dignidad” de todos los pueblos, todas las culturas, todos los habitantes del planeta. Un mundo en el que quepan muchos mundos.
- Sus concentraciones tienen un carácter festivo, de celebración, flashmobs.
- Hay un convencimiento teórico/práctico de que el dualismo revolución/reforma no funcionan como procesos sociales de transformación.
- Para algunos son la manifestación preclara de que hay un cambio paradigmático (Sousa) tanto en el desarrollo social como en la forma de entender la sociedad.
2. Algunos peligros, riesgos, dificultades, limitaciones…
- No se puede ser tan romántico: las redes horizontales existen, son posibles… pero siempre hay que buscar algún tipo de organización vertical que se mantenga en el tiempo. Los cambios sociales requieren su tiempo.
- Centrarse en la subjetividad puede ser un handicap muy grande a la hora de enfrentarse a las relaciones de poder de los Estados, de los grupos dominantes, del sistema económico capitalista. Está claro que los movimientos alteractivista producen la realidad, pero compiten con otros que también están interesados en mantener sus discursos.
- Centrarse en proyectos concretos puede hacer perder la perspectiva de la ideología dominante que, con su carácter camaleónico, invade y coloniza la vida (Habermas).
- La sospecha de que todos los movimientos anteriores, incluidos sindicatos, partidos políticos, instituciones… son “perversos” puede restar posibilidades para conseguir, en el presente, cambios sociales. Hay una tendencia que se necesita superar: considerar que tanto los movimientos alteractivista, para unos, como los tradicionales, para otros, tienen en “exclusiva” el poder de representación. Urgente: reinventar la demo-diversidad (formas alternativas de organizaciones democráticas) (Sousa).
- Internet puede reforzar las relaciones sociales, pero hoy sabemos que, también, puede ser un foco de dominación, de falsificación y de control de los Estados poco democráticos. Se echa en falta, en general, en estos movimientos, una crítica exigente ante esta problemática.
3. Propuestas, invitaciones, opciones, ideas, reflexiones…
Los MRP tenemos que ser conscientes y, por extensión, otros movimientos sociales, de esta situación. Ya dejamos pasar la ocasión de asumir las características de los Nuevos Movimientos Sociales (Riechmann). No podemos cometer otro error. Desde esta perspectiva hacemos algunas propuestas:
- En primer lugar, deberíamos incrustarnos en estos nuevos movimientos, al principio como “oyentes” y luego buscando algún tipo de colaboración.
- Podríamos prestar, en el contexto “de la vía de la razón”, nuestras reflexiones, informes, documentación, nuestra historia… que refuerce sus discursos en el modelo social que proponen.
- Tendríamos que hacer más flexibles nuestras formas organizativas para crear huecos que se presten a ser ocupados por nuevos individuos.
- Podríamos ofrecer nuestra historia, de forma colaborativa, para dar continuidad en el tiempo y ayudar a superar el carácter efímero de los movimientos alteractivistas.
- Tendríamos que mostrar que nuestros grupos también son lugares de experiencias vitales y que nuestros compromisos afectan al sentido de nuestra vida personal.
- Podríamos ayudar a descubrir que el cambio social requiere un esfuerzo mantenido, un trabajo concienzudo.
- Deberíamos potenciar nuestra creatividad, utilizar más las redes sociales, y comprometernos en proyectos efímeros.
- Los MRP han aprendido muchas cosas a través de su historia participada por mucha gente, pero quizás en este momento tendríamos que desaprender (des-pensar, según B. de Sousa) para hacer sitio a otros compañeros de viaje si no queremos quedarnos desactivados.
- Los altermundialistas nos están señalando nuevas formas de fijar fronteras y cómo podríamos abrir nuevos caminos en los avances sociales.
En los MRP hemos dedicado mucho tiempo a revisar nuestro pedestal, nuestro punto de partida, y esto, quizás, nos ha convertido en estatuas que tienen el riesgo de caerse si continúan mirándose los pies. No es fácil este reto, pero es la utopía realista que nos espera.