España tiene un importante problema en su formación profesional. Sobre todo, en las titulaciones medias de FP, donde nos encontramos muy por detrás de la media de la UE. Algo que hace que la mitad de las personas trabajadoras del país no tengan una titulación o una certificación.
Esto, según el documento del Plan de modernización presentado esta mañana por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. En total, reza el texto, hay 11.043.300 personas sin acreditación alguna. El Gobierno pretende que en cuatro años esta cifra descienda en 3.352.000.
Este es uno de los puntos importantes de este proyecto, pero no el único. Junto a temas como la necesaria digitalización de los estudios, se encuentra, por ejemplo, la apuesta de aumentar las plazas de FP en 200.000 más en los próximos años.
La falta de una oferta pública suficiente ha sido en los últimos años, sobre todo tras la crisis de 2008, una de las más importantes críticas de la comunidad educativa de formación profesional. Miles de chicas y chicos se han quedado fuera de las aulas todos los años por no tener dónde estudiar.
La creación de estas 200.000 nuevas plazas provocaría que de aquí a 2023 hubiese algo más de un millón de estudiantes. Según los datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en el presente curso se han matriculado en estos estudios algo más de 860.000 personas.
Tanto para la acreditación como para el aumento de las plazas de formación profesional, así como para el resto de las acciones previstas por el Plan, el Gobierno se compromete a realizar una inversión de 1.500 millones de euros en cuatro años. Este 2020 será de 316,4 millones.
Uno de los mayores problemas de España es la carencia de suficientes chicos y chicas matriculadas en los grados medios. Mientras un porcentaje más que suficiente de alumnado en bachillerato, en la FP equivalente estamos muy por debajo de la media de la UE. De hecho, si se consultan los datos estadísticos del Ministerio, desde el curso 2013-2014 hasta el curso 2018-2019, el número de estudiantes matriculados en grado medio es el mismo. De hecho, hay 30 personas menos. Eso sí, el Plan presentado hoy afirma que en el presente curso esta cifra ha crecido de forma importante.
Apuntaba allá por 2008 Oriol Homs en su estudio dedicado a la formación profesional, La Formación Profesional en España. Hacia la sociedad del conocimiento, publicado por La Caixa, que el reto de los graduados en grado medio difícilmente podría solventarse si no era posando la mirada en la secundaria obligatoria. Es el momento de la educación en el que hay que lograr que un mayor número de personas consigan titular para, después, poder optar a los estudios profesionales medios.
El sociólogo decía en aquel momento que «el problema de fondo hay que buscarlo en el elevado índice de fracaso escolar (…). Esta es la razón última que explica el escaso número de jóvenes que acceden a los ciclos de grado medio». A ello, también sumaba que «el interés del grado medio al acabar la ESO es menor» que el del bachillerato.
Y a pesar de que desde entonces hasta ahora, el dato de abandono escolar temprano ha mejorado de manera importante, parece que esto no se ha traducido en un aumento de demanda de este tipo de salidas profesionales.
Además de las creación de miles de plazas en los próximos años o del reconocimiento a millones de trabajadores de sus competencias profesionales, el Plan de modernización presentado hoy pretende poner el foco en cuestiones como la digitalización de la etapa, la innovación y el emprendimiento, la renovación del catálogo de ciclos, la potendiación de la FP dual para que pueda llegar a pymes y micropymes también, la mejora de la orientación profesional o la creación de los centros de FP como organizadores de tecnología aplicada.