La modificación de algunos de los puntos más polémicos de la actual Lomce debía esperar hasta la aparición de una nueva ley que aprobase el Congreso o a una pandemia global que urgiera a tomar medidas drásticas para garantizar unos mínimos educativos.
Parece que esta segunda opción se ha adelantado al trámite de la Lomloe, ya comenzado hace unos días con la presentación de enmiendas de los partidos políticos.
Como habían anunciado hace unos días desde el Gobierno, se ha abierto la puerta a la contratación de personal en ESO, bachillerato, FP, escuelas oficiales de idiomas, música, artes escénicas y artes plásticas y diseño. Mañana se publicará el Real Decreto ley que establece las condiciones para que así sea.
Excepcional y temporal
La medida, insisten desde el Ministerio de Educación y FP será excepcional y temporal. Las contrataciones, en un primer paso, tendrán que esperar a que las bolsas de las respectivas especialidades se hayan vaciado, así como no haya más personas demandantes de empleo para ellas.
Cuando esto ocurra, las comunidades autónomas podrán echar mano a estas contrataciones que durarán, según informan desde el Ministerio en un comunicado de prensa, hasta que temine «el curso en el que desaparezcan las condiciones» que propiciaron este nuevo sistema.
El texto del Real Decreto-ley, al que ha tenido acceso este periódico, dictamina que las personas aspirantes «deberán estar en posesión de todos los demás requisitos establecidos para el acceso a la docencia y su nombramiento, que tendrá un carácter excepcional, no podrá prolongarse, en ningún caso, más allá de la finalización del curso en el que las autoridades competentes determinen que han dejado de concurrir las circunstancias extraordinarias derivadas de la pandemia».
Además de esta temporalización de los contratos, está la aclaración sobre el futuro de estos docentes. A no ser que obtengan el título del máster de secundaria para poder trabajar, no podrán tener continuidad en el puesto y no podrán ingresar, tampoco, a la función pública. Eso sí, la experiencia adquirida durante este tiempo contará, una vez conseguida la habilitación, para obtar a plazas de funcionarios.
Ayer mismo los sindicatos tuvieron una reunión con representantes del Ministerio de Educación que, según los primeros, se limitaron a informar de algunas de las decisiones del Gobierno, pero no hubo negociación de ningún tipo. Según un comunicado de la Federación de Enseñanza de CCOO, Fracnsico García, su secretario general, insistió en la necesidad de que el profesorado cuente con la formación pedagógica y didáctica correspondiente.
Guadalupe Jover, profesora de secundaria en la Comunidad de Madrid expresa la dificultad de dar una respuesta negativa o positiva ante la decisión del Gobierno de eliminar los requisitos de formación, si quiera de forma temporal y excepcional. Para ella, si no se analiza el problema de fondo que arrastra el sistema educativa, poco favor se esta haciendo; es decir, si no se habla de la situación de las plantillas docentes, de su precariedad y de su interinidad.
García también se pregunta por qué el Ministerio de Educación no redacta un Real Decreto-ley como este en el que se contemple la bajada de ratios y la distancia mínima de 1.5 metros para todo el Estado. Insiste, con cierto grado de ironía, en que podrían utilizarse las mismas razones y argumentos que el actual, en el que se habla de excepcionalidad y temporalidad para las decisiones.
En cualquier caso, el secretario general de Enseñanza de CCOO considera que la solución buscada a la posibilidad de falta de personal que contratar en los próximos meses, sería inaceptable en cualquier otra circunstancia. Matiza, además, que hubiera sido interesante hacer un estudio previo de en qué listas y de qué especialidades faltan docentes en las listas. Un sistema mejor que abrir todas las listas a todas la especialidades de secundaria obligatoria y postobligatoria.
Cambios sustanciales en la ley
Junto a la posibilidad de contrataciones más allá de quienes no tienen el máster, el Real Decreto-ley aprobado hoy por el Consejo de Ministros también incluye importantes modificaciones de la Lomloe.
La primera de ellas es la de convertir en orientativos los estándares de aprendizaje evaluables, uno de los puntos más polémicos del texto de José Ignacio Wert que, para muchas y muchos docentes, hacía del currículo un elemento de enorme rigidez que encorsetaba el trabajo docente. En aras de dar margen al profesorado para realizar adaptaciones curriculares para rescatar los aprendizajes perdidos el curso pasado y la posibilidad de que esa pérdida continúe este curso, se ha cambiado el carácter obligatorio de dichos estándares.
La docente se muestra contrariada con estas medidas anunciadas por el Gobierno cuando se ha hablado de flexibilización del currículo de cara a las programaciones didácticas del profesorado. Para Jover, estas medidas y otras deberían haberse puesto en marcha en el mes de junio. Entre otras cosas porque durante junio y julio, el profesorado ha estado preparando dichas programaciones didácticas que, ahora, deberían tener en cuenta la no obligatoriedad de los estándares.
Al mismo tiempo, se promueve la adaptación de la evaluación, promoción y titulación para primaria, ESO y bachillerato. Serán, eso sí, las administraciones autonómicas las que habrán de realizar la traslación de esta normativa a la suya para que, después, sean los centros educativos los que decidan. Y los equipos docentes decidirán de manera global y colegiada si cada alumno ha alcanzado los objetivos de la etapa correspondiente.
Las evaluaciones finales de primaria y secundaria fueron fuente de importantes encontronazos entre el exministro Wert y la comunidad educativa en su conjunto. Desde mañana, cuando se publicará el RD-ley se suprimirán.
«Ya eran papel mojado», asegura Jover de las reválidas. Para esta profesora, los cambios en la evaluación o promoción de curso, así como en las reválidas «no palían el ataque al derecho a la educación» que están sufriendo chicas y chicos con toda esta situación. «No se trata de rebajar, afirma, sino de cambiar las condiciones de educabilidad».
Para Jover, estas medidas podrían pasar por un brindis al sol. Explica que desde la aprobación de la Lomce, seguir los estándares de aprendizaje era casi una orientación. Hay 100 estándares por asignatura y curso. Una tarea titánica que pocos o ningún docente ha podido contemplar realmente.
En relación a la formación profesional, también se realizarán cambios, empezando por la formación en centros de trabajo (FCT). Esta podrá ser reducida tanto como sea necesario por causa de las condiciones sanitarias, aunque nunca por debajo de las 200 horas mínimas estipuladas por la ley.
Estas horas, además, si no es posible realizar prácticas en empresas, podrán ser sustituidas por un módulo de proyecto. Este ya se contempla en los ciclos de grado superior y, a partir de ahora, también lo hará en la FP básica y en los grados medios.