Si el inicio de un curso normal es una locura para los implicados, uno con pandemia se sale del gráfico. Ana Sesma lo está sufriendo en sus propias carnes en sus primeros meses al frente del Organismo Autónomo de Escuelas Infantiles Municipales de Pamplona. Aunque su cargo oficial es directora técnica, ella prefiere “directora pedagógica” como pedagoga que es, según explica.
La trayectoria de Sesma es, cuanto menos, curiosa. Mediadora con especialidad educativa, proviene del mundo del deporte, en concreto del Club Atlético Osasuna, el equipo de Primera División de su ciudad. Del fútbol a dirigir una de las redes municipales de escuelas infantiles con más prestigio de España. “Pero siempre he estado relacionada con la educación y los valores que transmite el deporte”, aclara.
De momento apenas le ha dado para más que achicar agua. “Están siendo unas fechas complicadísimas, hay imprevistos de última hora. En cuanto pueda me dedicaré un poco al aspecto más educativo, que como parece que estaba funcionando bien estamos atendiendo un poco lo urgente”, explica. Mientras llega la calma, le arrancamos 45 minutos de su tiempo para que nos cuénte qué hace tan especial la red pamplonesa de escuelas. Como muestra de lo descrito: la entrevista empieza una hora tarde porque el día se ha complicado y ha surgido un problema, se disculpa Sesma.
¿Qué emergencia has tenido hoy?
Me han llamado hoy dos escuelas con algún asunto pendiente que resolver. Bueno, estamos en contacto permanente, pero hoy había algún asunto relacionado con la Covid que debíamos tratar… En el Organismo tenemos 11 escuelas infantiles del Ayuntamiento de Pamplona. Hemos tenido un porcentaje muy bajo de positivos y siempre hay matices que trabajar: si has tenido un aula confinada y se reincorporan tras la cuarentena y una niña da positivo en la segunda PCR nos preguntamos qué hacer en estos casos para continuar mantiendo la seguridad de los grupos estables de convivencia. Pero, afortunadamente, tenemos unos planes de contingencia en cada escuela que están funcionando. Fueron elaborados por cada dirección de centro en relación al protocolo del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra.
¿Cómo ha empezado el curso escolar?
Estamos en marcha este semana con las vacantes de las escuelas. No diré que es un plazo extraordinario, porque una familia puede venir en cualquier momento, pero sí estamos enfatizando la existencia de estas plazas. Hemos habilitado una sala para recibir a las familias, tenemos 80 vacantes. La comunicación es importante enfocarla al público concreto orientado, que son las unidades de barrio. Este es nuestro día a día ahora mismo: los casos COVID, las bajas, las sustituciones del personal etc.
Estamos bastante satisfechas con el inicio de curso. Las sensaciones son buenas, el arranque fue escalonado y creo que ha sido acertado. Empezamos con el alumnado antiguo el 17 de agosto y en septiembre empezaron los alumnos y alumnas nuevas. Hemos tenido todo septiembre para recibir a las familias e ir gestionando los tiempos de acogida. No me gusta llamarlo éxito, porque una epidemia tiene poco de éxito, pero sentimos que hemos podido atender a las familias y eso es tranquilizador…
¿Habéis tenido cierres, como está ocurriendo en otros entornos?
De momento no hemos tenido que cerrar más que algún aula concreta con algún caso positivo, pero muy esporádico. Nuestras educadoras están continuamente con las mascarillas y en el momento en el que hay casos positivos en los grupos de convivencia estable Salud Laboral se pone en contacto con las educadoras. Está bastante controlado el tema, han hecho un gran esfuerzo en las 11 escuelas.
¿Ha habido bajas de familias por miedo?
En el periodo de matriculaciones de este año notamos un importante descenso en algunas escuelas. Pero las vacantes son por diferentes motivos. Hay personas con miedo que prefieren esperar, hay otras que no han sido admitidas en el centro elegido y están esperando una plaza en la escuela que prefieren… Hay bastantes motivos, pero no es un dato importante por la crisis actual, me parece razonable.
¿Por qué tiene tan buena fama la red de escuelas infantiles municipales de Pamplona?
No me atrevo a decir que sea un éxito, siempre estamos aprendiendo y cada escuela es un mundo. Las escuelas infantiles de Pamplona nacieron en el 79. Desde hace uno año, hasta la actualidad, se trabaja con un proyecto pedagógico concreto que ha ido creciendo, evolucionando y mejorando. Se ha considerado un referente a nivel nacional porque se trabaja desde una línea pedagógica determinada, todas trabajan al unísono en esta línea y desde su creación ha sido un marco educativo importante.
Es importante el trabajo en grupos pequeños, en dúo educativo que permita descubrir estas potencialidades que de otra manera no podríamos intuir o sospechar. El equipo de educadores y educadoras de las escuelas continúan en proceso de formación permanentemente, con unas horas anuales dedicadas a ello y asegurándose que están en continua búsqueda de esa relación entre la teoría y la práctica. Esto es muy importante.
Trabajamos también bastante desde la inclusión, un principio que trabaja el respeto a la diversidad de las capacidades. Implica el trabajo de distintas personas en la misma aula. Para eso está la pareja educativa corresponsable y en estos casos en los que se trabaja la inclusión y estamos obligados a tener un módulo de inclusión en el aula ya tenemos una persona más en clase y pasamos a tener un trío educativo. En las escuelas infantiles municipales del Ayuntamiento de Pamplona tenemos algunos módulos educativos, llamados módulos de inclusión, valorados, evaluados y aprobados por un equipo de profesionales por los que el niño o niña con necesidades educativas especiales recibe una atención más personalizada por un educador para obtener unos resultados más favorables. Pero nuestro proyecto de inclusión no entiende las necesidades educativas especiales como una dificultad para esos niños. Vamos más en la línea de un concepto de derecho, sin discriminación, y eliminando las barreras que ese niño pueda tener en el juego o el aprendizaje, trabajando la educación en valores, la igualdad desde las diferencias, apostando por los valores de la coeducación.
Bajemos un poco al proyecto, a lo más concreto. ¿Cómo es este enfoque pedagógico?
Se construye a partir de un diálogo permanente entre todos desde la cultura del encuentro. En esta red se intercambian teorías y prácticas entre profesionales, educadores y direcciones. Es muy importante documentar todas estas experiencias tanto de forma visual como escrita. Se ha basado en estrategias narrativas que permiten un análisis para seguir evolucionando. La ética del encuentro es muy importante: las reuniones pedagógicas, de centros, con las familias, por supuesto, el proyecto no tiene sentido sin su participación. Ahora de hecho estamos trabajando en esto porque se ha resentido. Estas experiencias con las escuelas infantiles se entienden desde dentro como un recurso cultural para la ciudad. Se intentan presentar los proyectos públicamente, como el proyecto de alimentación saludable Hemengoak, que trabaja la sostenibilidad y los productos locales. Trabajamos desde la cocina propia, con personal propio, tenemos en el equipo una nutricionista que supervisa y garantiza el menú saludable. Tratamos de compartir todo porque entendemos que la educación es cultura y sociedad, más desde las escuelas municipales, que son públicas.
Me has explicado un poco el “cómo”. Háblanos del “qué”.
Por supuesto que siempre el objetivo principal de las escuelas, me consta que del equipo anterior y el actual, es trabajar el bienestar físico y emocional de las niñas y los niños, de los vínculos que establecen con los profesionales y el entorno, que es importante. Que emocionalmente se sientan bien, les aporte experiencias positivas a los niños y niñas. Y siempre desde el acompañamiento profesional. Una de las formas de trabajo más particulares de este acompañamiento es el de la pareja educativa, con dos educadores en el aula. Se complementan las miradas de una y otra, de manera que se supera la barrera de tener un único referente educativo.
También destaco cómo se superó, desde este enfoque pedagógico, ir más allá del asistencialismo, esa imagen que pueden tener las escuelas infantiles para la sociedad. Aparte de, por supuesto, cuidar a los niños y niñas tratamos de ir más allá de concebir las escuelas como elementos de conciliación, complementar esta educación familiar y compartirlo con las familias. Las familias también nos aportan muchísimo desde su diversidad sociocultural, esos valores son esenciales para el proyecto y está muy bien considerarlos. Para eso tenemos una unidad con dos trabajadoras sociales, que trabajan en relación con las unidades de barrio de las escuelas infantiles y los servicios pediátricos. Trabajar en red, en definitiva, y ver qué se puede aportar desde las escuelas para dar respuesta a situaciones que pueden ir más allá de las necesidades educativas de los niños y niñas. Hablo de necesidades emocionales y psicosociales. En esta relación entre la escuela y la familia adquiere gran relevancia también el periodo de acogida.
¿Qué tiene de especial?
Se establecen los primeros vínculos, la confianza. No es un proceso que se pueda estandarizar. Cada niño tiene su ritmo y sus tiempos. Son esos momentos especiales en los que realiza su primer encuentro con la escuela infantil y hay que respetar sus tiempos. No se trata de que se adapten ellos a un territorio nuevo, sino de acompañarlos en el proceso de construcción de ese territorio atendiendo a sus circunstancias y generando esa confianza. Respetamos sus tiempos tratando que esa separación de las figuras de referencia que son sus padres sea lo menos traumática. Se trabaja el silencio respetando el llanto, la función de los educadores es acompañar este llanto de la manera que el niño lo permita; no todos quieren ser cogidos en brazos. Estos tiempos están muy ligados al llanto, son momentos muy difíciles en los que la educadora tiene que poner de relevancia su paciencia, sus emociones… para esto tenemos que crear los ambientes más relajados posibles.
Otro elemento más, los espacios. ¿También acompañan al proyecto?
Esto daría para otra entrevista con la persona responsable. Los espacios y el ambiente son importantes también como elemento pedagógico. La arquitectura se ha trabajado para tener en cuenta los espacios de los patios, el juego holístico… En las nuevas escuelas se construyeron unas plazas que fomentan el encuentro de los niños y las niñas, los juegos de luces. Es importante la sintonía entre los espacios. Intentamos crear microclimas de bienestar y amabilidad, no solo con los niños y niñas, también con los adultos. La remodelación de escuelas o la creación de nuevas ha ido en coherencia con la línea pedagógica.
¿Algún elemento más del proyecto?
Le hemos dado mucho valor al juego, que consideramos un estado natural de la relación del aprendizaje de la infancia. Hay que trabajar en la calidad del juego basada en el pensamiento, en la selección de objetos adecuados, unas propuestas de juego determinadas, ricas, en materiales que no sean estructurados… Y trabajando siempre desde la infinidad de las posibilidades polisensoriales que tienen.
También tenemos la figura del tallerista y la del coordinador de talleres. Nacieron para asegurar otras miradas dentro de las escuelas. Van trabajando en el aula con la idea de romper con esa normalidad educativa para generar procesos de creatividad. La cultura del taller da valor a la belleza y a la estética. Se cuidan mucho los detalles, siempre respetando los valores de la escuela: formas, luces, colores, materiales, diseño del mobiliario…
Me has destacado mucho la idea de superar el asistencialismo… No diré que seáis los únicos, pero ¿crees que vais un poco contracorriente respecto a lo que se viene haciendo en las escuelas infantiles?
Me consta que hay escuelas que trabajan con el enfoque educativo de Loris Malaguzzi y las escuelas de Reggio Emilia. También las hay que no siguen un enfoque determinado, hay otras que siguen otro, como el de Emmi Pikler basado en la autonomía y la libertad de actuación del niño/a, o las hay mixtas. Es importante trabajar desde la observación para luego documentar. Primero pasamos de la observación a la investigación y luego a la documentación. Son estrategias que consideramos que dan sentido a este aprendizaje continuo de formación permanente.
Las familias usuarias de las escuelas, ¿responden a algún perfil determinado o son heterogéneas?
La verdad es que no responden a un perfil determinado. Las familias que acuden a las escuelas infantiles del Ayuntamiento de Pamplona son diversas. Hoy en día, la familia es un ente con personalidad propia y no responde a un único canon de existencia. Nos encontramos hogares monoparentales y de otros tipos. Debemos considerar la multiculturalidad, las adopciones o las reagrupaciones familiares. Hay escuelas que pueden atender por su ubicación a familias con unas determinadas necesidades sociales, pero más allá de eso no hay un perfil concreto.
Se debate estos días la reforma educativa en el Congreso. ¿Cómo afecta la LOMLOE a la educación infantil?
Me consta que el primer ciclo de 0 a 3 años tendrá carácter educativo con unos requisitos mínimos y una propuesta pedagógica. Para ello, el Gobierno, en colaboración con las administraciones educativas, determinará los contenidos educativos y regulará los requisitos mínimos que deben cumplir los centros que imparten esta etapa. Veremos más adelante los detalles de estas directrices. El gran reto del primer ciclo de educación infantil pasa por la consideración y la visibilidad. Y por ello, continuaremos trabajando día a día.