El Consejo de Niños del Museo es un espacio de debate y encuentro formado por 16 niños (8 niñas y 8 niños) que cursan 5º y 6º de primaria en dos escuelas del distrito de Sant Martí, Els Porxos y Els Horts. Este actúa como un órgano de participación donde se toma partido en decisiones relacionadas con el funcionamiento del espacio, los contenidos y las actividades de este equipamiento cultural.
Hemos podido entrevistar Joel Abad Ruiz, uno de los niños que actualmente constituyen el Consejo de Niños del museo durante los próximos dos años. Nuestro protagonista tiene 10 años y vive en el barrio de Sant Martí de Provençals de Barcelona con su familia. Hace 5º de primaria y en su tiempo libre le gusta jugar, escribir y leer, es muy fan de la colección Diario de un aldeano y de Jurásico Total. También le gusta hacer deporte, ahora como extraescolar hace piscina, pero también ha hecho baloncesto y taekwondo. Cuando sea mayor le gustaría ser arqueólogo porque, como bien dice él, es una forma de conocer el pasado para cuidar nuestro futuro.
¿Cómo viviste que te escogieran como uno de los consejeros del Consejo de Niños del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona?
¡Uy! Tuve mucha suerte porque me tocó ser la mano inocente y en el sorteo saqué mi nombre. La verdad es que me puse muy contento y me hizo mucha ilusión.
Y ahora que ya se han celebrado algunas, ¿cómo son las reuniones mensuales que venís haciendo? ¿Participas mucho? ¿Te está gustando esto de ser representante y dar tu opinión?
En otoño hicimos el sorteo y en febrero comenzaron las reuniones mensuales, que serán hasta mayo. Este año son virtuales, pierden un poco la gracia, porque no estamos todos juntos alrededor de una mesa y tenemos siempre algunos problemas técnicos con las conexiones. Y, además, estamos todos con mascarillas y no nos podemos ver las caras. Pero esperamos que el próximo año puedan ser en el museo como eran hasta ahora. Nos acompañan siempre Montse Ballester y Albert Batlle, del museo, que dirigen un poco la sesión. Y cuando acabamos la reunión nos envían siempre el acta para repasar lo que hemos trabajado y para preparar los próximos pasos.
Reconozco que a mí me gusta mucho participar y dar mi opinión, y especialmente en este espacio que nos preguntan nuestra opinión como niños y, además, la tienen en cuenta. El Consejo, además, me ha permitido conocer gente y hacer nuevos amigos.
¿Después de esta experiencia te gustaría ser delegado de clase?
Ya lo fui una vez. Pero no me importaría repetir de nuevo porque se me da bien.
¿Qué misión te han encargado o cómo has podido participar en decisiones del museo este año?
Este año nos han pedido participar en la creación de una nueva propuesta educativa del Museo, una escape room virtual. Necesitaban ampliar las actividades online y nosotros hemos podido participar y decir la nuestra. Hemos recogido ideas de qué temática podría tratar, de cómo debe ser la propuesta del juego, etc. Y juntos hemos ido definiendo cómo nos gustaría que fuera esta nueva propuesta. Justo ahora lo hemos presentado en el mismo equipo educativo del museo y han recogido nuestras peticiones para ponerlo en marcha. ¡Ha sido un proceso muy chulo!
¿Piensas que los adultos preguntan poco su opinión a los niños y niñas?
Es cierto que normalmente los adultos no nos preguntan nuestra opinión. Recuerdo una vez una actividad con caballos, a una amiga mía le daban mucho miedo. Pienso que seguro que ella hubiera estado mejor si antes un adulto le hubiera preguntado si la quería hacer. Pero también es cierto que no todos son iguales.
Hombre, sería todo un detalle que los adultos nos preguntaran más nuestra opinión, sobre todo, respecto a actividades dirigidas a nosotros para la fiesta mayor, festivales, museos, etc. Quizá creen que no somos participativos o que no tenemos nada que decir, pero se equivocan.
Existen tres consejo de niños de museos en España. ¿Crees que debería haber más órganos como este?
Por supuesto, es muy necesario. Sería fantástico que en otros museos, teatros y espacios culturales existiera este órgano asesor que tiene en cuenta la mirada y la opinión de los niños y niñas. Todo espacio que programa actividades para niños y niñas debería tener en cuenta su opinión al respecto.
Por ejemplo, en nuestra escuela Els Porxos también existe un Consejo de Niños formado por los delegados de clase. Este año estamos trabajando sobre el rediseño del patio. Hemos pedido poder pintarlo, y ya lo hemos hecho, y también una piscina de bolas, a ver si también la conseguimos.
De hecho, ahora en mayo tendremos la suerte de hacer encuentro virtual con estos dos Consejos de Niños, el del Parque de las Ciencias de Andalucía en Granada y el Museo de las Ciencias en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Y nos han dicho que vendrá de invitado el Francesco Tonucci.
Como consejero tienes un carnet especial con el que puedes entrar en museos, con otras dos personas, a lo largo de toda tu vida. ¿Ya lo has aprovechado?
Todavía no lo he utilizado, pero he estado en el museo más de una vez con mi familia. Ahora que me lo recuerdas lo comentaré en casa para ir de nuevo.
¿Cuál es la parte que más te gusta del museo o del jardín botánico?
Me gusta mucho la parte de las mesas interactivas, donde puedes construir y hacer un poco lo que tú quieres.
¿Qué temática te interesa más de la ciencia y/o la naturaleza?
Soy fan de la prehistoria y los dinosaurios. Además, una temporada en la entrada del museo había una figura de un Espinosaurus, y por dentro del museo tenías que seguir sus huellas. ¡Fue muy guay!
¿Cómo ves la salud actual del planeta?
La salud del planeta está bastante mal. Porque el cambio climático, el deshielo y la deforestación son muestras de que realmente el planeta Tierra no está bien.
¿Dirías que la naturaleza nos envía señales y los humanos no le hacemos caso? ¿Qué papel participativo de cambio podéis tener los niños?
El planeta nos envía mensajes a través de la naturaleza. El virus de la covid19 es una muestra de ello. Con el confinamiento todos nos tuvimos que quedar en casa y, por tanto, vimos que las calles de las ciudades se vaciaban, los coches no circulaban y las fábricas paraban de producir. Durante muchos días no vimos contaminar y la naturaleza nos lo agradeció. Incluso los delfines se acercaron a las playas de Barcelona. Todo fue una señal.
Los niños y niñas ya hacemos muchas cosas. Por ejemplo, los adultos gastan mucho papel imprimiendo documentos y nosotros lo reutilizamos. Pienso que podríamos decir que se reutilice mucho más el papel. Hay que potenciar el tema del reciclaje en casa, es importante reutilizar papel, pero también botellas de vidrio y los tapones, recipientes y bolsas de plástico que deberíamos eliminar del todo. Los adultos también lo hacen en casa, lo hacemos y mis abuelos también.
¿Cómo te imaginas que será vivir en la Tierra en un futuro?
Me imagino todo muy futurista de colores plateados y tonos azules claros. Vaya, todo mucho más moderno que ahora. Incluso podríamos trabajar más digitalmente para ahorrar papel en un futuro. También espero que la salud del planeta esté mejor. Ya es hora de que nos demos cuenta del daño que le estamos haciendo, ya que acabamos haciendo daño a todos los seres vivos que la habitan y, por tanto, también a nosotros. Si seguimos así provocaremos la extinción de todos.