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Pilar Alegría (Zaragoza, 1977) es ya la nueva ministra de Educación y Formación Profesional tras la remodelación que ha realizado el presidente, Pedro Sánchez. Es diplomada en Magisterio y ha ocupado diferentes cargos de responsabilidad en relación a la educación en los últimos años. Entre ellos, secretaria Federal de Educación y Ciencia o jefa de Gabinete de la Consejería de Educación y consejera de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno aragonés. Además de estos cargos, Alegría será la encargada de la coordinación de la ponencia de Educación del próximo Congreso que celebre el PSOE.
Agradezco la oportunidad de participar como ponente en la redacción de la ponencia marco del próximo congreso federal del @PSOE. Educación, Universidad, Cultura y Deportes. Pilares básicos para la recuperación justa y la transformación de España https://t.co/BI2vfCisxz
— Pilar Alegría (@Pilar_Alegria) March 15, 2021
Tendrá por delante la compleja labor de implementar la recién aprobada Lomloe, la Ley Celaá, en los próximos años, con el importante cambio que supone en el diseño curricular. También el cambio de la ley de Formación Profesional. Y gestionar un sistema educativo exhausto tras un año de pandemia que reclama mayor inversión y un incremento importante de plantilla para una bajada de ratios.
Tendrá delante a una educación concertada que lleva desde 2018 en pie de guerra precisamente por la tramitación de la Ley de Educación en cuanto a lo que supone de pérdida de ciertos privilegios como la llamada demanda social; también por los cambios propuestos en relación a la educación inclusiva y los centros de educación especial.
El traspaso, que será efectivo de manera inminente, lo que supone que el próximo Consejo de Ministros, el martes 13, ya se haga con las nuevas caras del Gobierno. Fuentes del Ministerio aseguran que el cambio de cartera se realizará el lunes.
Isabel Celaá (Bilbao, 1949) deja la cartera de Educación y FP en la que estaba desde 2018 después de haber conseguido aprobar una nueva ley de Educación tras un debate bastante rápido realizado en unas circunstancias especialmente complejas, durante un confinamiento obligado por la pandemia de Covid-19.
Una mujer trabajadora, como la definen quienes han estado este tiempo a su lado, que veía la política como una actividad «a la que se va a cambiar las cosas». Quienes han trabajado con ella en este tiempo aseguran que es una mujer comprometida con la educación que en las distancias cortas pierde ese perfil de persona distante.
Celaá ha tenido que lidiar, por una parte, con las críticas a la Lomloe tanto de oposición como de socios de Gobierno, así como al intento de gestión del sistema educativo durante el cierre de centros educativos y la posterior vuelta a la presencialidad. Durante la primeravera y el verano de 2020 se desarrolló una poco habitual actividad de trabajo con la celebración de varias Conferencias Sectoriales que intentaron armonizar la política educativa en todo el territorio. Intentos que se vieron contestados en no pocos momentos.
Ha sido un honor ser ministra de Educación y Formación Profesional y portavoz del Gobierno de España. Muchas gracias @Sanchezcastejon por tu confianza. La educación es la base del cambio personal y social y principal factor económico. A ella he dedicado toda mi vida
— Isabel Celaá (@CelaaIsabel) July 10, 2021