Hace unas semanas la Comisión Europea recomendó a los países miembros introducir la educación para la transición ecológica para dotar al alumnado de los conocimientos y herramientas para afrontar la crisis climática y fomentar el pensamiento crítico como un valor positivo.
Con la llegada de los fondos europeos, es el momento para que las administraciones públicas competentes, como son las autonomías en el caso del Estado español, se tomen en serio esta materia, para sentar las bases de una verdadera transformación ecosocial de la sociedad. Porque partiendo de la educación, podremos reforzar el principio de igualdad, en el que las nuevas generaciones tengan las herramientas, habilidades y conocimientos necesarios para hacer frente a los retos que supone la crisis climática.
De la teoría a la práctica
La transición verde es un cambio que se va a dar en nuestra forma de vivir, de trabajar, de movernos, de comer o de viajar para hacer frente a la crisis climática y frenar sus efectos. La pregunta no es si la transición ecológica se va a dar sino cuándo.
En esa transformación, el papel de la educación es fundamental. No hablamos sólo de una cuestión de contenidos, introduciendo de manera transversal contenidos teóricos como ya contempla la nueva Ley de Educación; el verdadero reto es incorporar las claves de la transición ecológica a la vida cotidiana de los centros educativos, logrando así las transformaciones que deben darse para afrontar la crisis climática sean parte del día a día de los niños, niñas y jóvenes. Pero, ¿cómo podemos hacerlo?
El verdadero reto es incorporar las claves de la transición ecológica a la vida cotidiana de los centros educativos
Si una de las claves de la transición verde es la apuesta por la movilidad sostenible, llevémoslo hasta los centros educativos y garanticemos entornos escolares pacificados, seguros y saludables, como reclama la Revuelta Escolar en muchos centros madrileños, que reduzcan el tráfico, el ruido y la contaminación en los entornos de los colegios y que permitan al alumnado acceder de forma segura andando, en bici o patinete. .
Queda claro que la alimentación sostenible (su producción y su acceso) es otra de las claves de la transición verde. No sólo es importante conocer los valores nutricionales de los alimentos y enseñar a los y las niñas a comer sano, sino que es fundamental impulsar, desde los centros, comedores escolares saludables. Proyectos como “Alimentar el cambio” de Fuhem y la cooperativa Garúa, son fundamentales, no sólo porque enseñan a través del consumo la alimentación saludable, sino también sostenible, con alimentos de proximidad, locales y de temporada.
Y en esta línea, el impulso de los huertos escolares en los centros contribuye a acercar la producción de alimentos, pero también como una herramienta educativa para construir comunidad y trabajar la responsabilidad individual.
La transición pone encima de la mesa diferentes claves y todas nos permiten aterrizarlas en los centros educativos Con la instalación de energías renovables el alumnado conocerá de primera mano el valor de las energías limpias y la importancia de un consumo eficiente; con la economía circular se contribuye a la reducción de residuos y se avanza en un mejor uso de los productos; apostando por la renaturalización de los espacios, el alumnado podría recuperar los patios para que se convirtieran en espacios de uso colectivo y adaptado a las necesidades pedagógicas. En definitiva, se trata de transformar los centros y sus vidas, contribuyendo por sí mismos a esa transición que es urgente, y permitiendo que las próximas generaciones aprendan, vivan y experimenten (dentro y fuera del aula) aquellos conocimientos y habilidades que serán la base de nuestro futuro.
Si no queremos quedarnos a la cola, una vez, en materia educativa, Madrid necesita ejercer sus competencias, escuchar a Europa, y liderar una Estrategia que garantice inversión, recursos, formación y acompañamiento para liderar en España la educación para la transición ecológica. Pero mucho nos tememos que la única política que seguirá aplicando será la del tubo de escape, el negacionismo y las recetas obsoletas del Partido Popular. Frente a quienes niegan la ciencia y el sentido común, desde Más Madrid-Verdes Equo seguiremos trabajando para poner sobre la mesa medidas en sintonía con Europa, las demandas ecologistas y los retos del futuro. Porque solo con la educación conseguiremos una transición justa y social para todos y todas.