Cerramos 2022, un años escepcional en el que si miramos la vista atrás podemos comprobar cómo la educación, los centros educativos, se han visto tensionados enormemente por la implantación de la nueva ley educativa. Este primer trimestre del curso arrancaba en buena parte del país sin que ls nuevos currículos hubieran sido todavía publicados. Las metodologías por las que apuesta claramente la Lomloe se han convertido en el arma arrojadiza con la que diferentes formas de entender el proceso de enseñanza-aprendizaje se han enfrentado.
Por delante, dos trimestres duros en los que se seguirá implementando la ley, en los que todas y todos vosotros tendréis que seguir haciendo un trabajo intenso. Desde El diario de la educación, seguiremos a vuesfro lado para informaros de propuestas, actividades y personas que pensamos que puedan ser de interés y servir de ejemplo o aprendizaje para realizar vuestra labor.
Más allá de discusiones sobre qué metodologías, organizaciones o propuestas deban o no ser aplicadas y los porqués, queremos contribuir a la fundamentación de las decisiones que cada quien realice para conseguir los objetivos que, entendemos, ha de tener la escuela. Y que pasan por hacer lo posible porque todas y todos los niños alcancen ls mayores logros posibles.
Durante las próximas dos semanas seguiremos trabajando, aunque no publicaremos informaciones más que de forma puntual. Sí iremos haciendo repaso de algunos de los temas que ya hemos publicado y que nos parece que son de interés como para seguir recordándolos.
Esperamos que tengáis muy buenas vacaciones (en la medida de lo posible y de las obligaciones) y esperamos poder seguir viéndoos por aquí a partir del 9 de enero.