Este reportaje ha sido publicado en el blog Arts&Educació de El diari de l'educació
Uno de cada cinco niños y niñas sufre algún abuso sexual antes de los 17 años y el 90% no se lo explica a nadie hasta llegar a la edad adulta. Este dato estremecedor es el que constantemente nos recuerda que aunque estamos avanzando sobre la detección de casos de abuso sexual infantil, todavía queda mucho camino por recorrer.
La Fundación Photographic Social Vision utiliza la fotografía como medio de expresión y potencial creativo ofreciendo talleres a diferentes públicos, y que son una muy buena herramienta terapéutica para colectivos con algún trastorno mental. Por eso, hace tiempo que trabaja con la Fundación Vicki Bernadet.
De hecho, la semilla de su alianza surgió hace unos veintiún años a raíz de un reportaje periodístico y fotográfico que la fundación encargó a Photographic Social Vision. La Fundación Vicki Bernadet era aún pequeña y quería dar a conocer su labor y labor social de atención integral, prevención y sensibilización sobre el abuso sexual en la infancia. Este reportaje se publicó en el Magazine de La Vanguardia y tuvo muchos lectores haciendo que colapsaran las centralitas de las dos organizaciones con personas que se habían visto reflejadas en los testigos y víctimas de ASI (abuso sexual infantil) que salían en el reportaje.
Poco a poco ambas organizaciones fueron creciendo y desarrollando sus misiones. Hasta que en 2017, Mireia Plans y Alice Monteil, educadoras de Photographic Social Vision decidieron presentar a la Fundación Vicki Bernadet el proyecto de Material sensible, un taller de fotografía participativa con usuarios de la fundación que han sido víctimas de abusos sexuales en la infancia. Como bien explica Alice Monteil, “vemos claro que el abuso sexual infantil se podía trabajar a través de nuestra metodología, nos daba respeto proponerlo porque es un tema delicado y todavía tabú en la sociedad, pero al final nos atrevemos a ello”.
Precisamente, Photographic Social Vision participó el pasado año en los Mutare de la Fundación Carulla. Fue una de las cinco experiencias que se presentaron en el “Mutare Inspira”.
Un taller para reconstruir el propio relato
Cada año se abre la convocatoria para participar en el taller de Material sensible, ésta no está abierta a todo el mundo, participan sólo usuarios de la fundación Vicki Bernadet. De hecho, el equipo terapéutico es el que elegir a las personas más adecuadas, que ya han tenido un recorrido terapéutico, para que les sea realmente provechoso. «Es necesario que sean personas que ya se encuentran al final de la terapia, que han hecho grupo terapéutico previamente y que además tienen un entorno familiar de apoyo importante para poder aprovechar la parte más pública en forma de exposición» remarca Alice Monteil.
El taller propone un encuentro semanal en grupo durante seis meses. Las sesiones alternan el aprendizaje de cuestiones técnicas con aspectos psicológicos y emocionales muy sensibles de la misma realidad con el apoyo de psicólogos de la fundación, porque la gravedad no viene marcada sólo por el delito en sí, sino por cómo cada persona vivió experiencia. Todo ello suma, ya través de la imagen, las víctimas de ASI pueden revisar su vivencia y esto les ayuda en su proceso de recuperación.
Material sensible consta de tres fases. La de producción, donde los participantes se familiarizan con la fotografía como herramienta; la de análisis, donde cada semana se revisan en grupo todo el grueso de imágenes que cada uno va creando y, finalmente, la de exposición colectiva, donde se muestra al público el trabajo creativo que cada participante ha realizado a lo largo del taller y que cierra el proceso, aunque esta parte es opcional, y cada uno decide si la quiere hacer o no. Las exposiciones se han ido haciendo en diferentes espacios como Chiquita Room o Projekteria [Art Gallery] y las últimas ediciones se han hecho en la Casa Elizalde.
Participar en el mismo no tiene precio, ya que es una propuesta financiada con fondos privados. En 2017 se pudo empezar gracias a un premio de la Fundación La Caixa, desde entonces Photographic Social Vision tiene subvenciones que vienen del Ayuntamiento de Barcelona, del ICEC y sobre todo de una donante particular que conoce muy bien el proyecto desde el inicio y es todo un ángel para la organización.
Mucho más que un proyecto
El proyecto de Material sensible ya va por su 4ª edición, aparte del taller anual con los usuarios de la Fundación Vicki Bernadet también cuenta con una parte pública de exposiciones, presentaciones y actividades para diferentes públicos.
Además, en la última edición se creó un documental con el mismo nombre que resume las imágenes y experiencias de quienes han participado en las últimas ediciones y que muestra el potencial de la fotografía como herramienta transformadora. «Este nos ha permitido dar a conocer a más público el método y funcionamiento de este proyecto de fotografía participativa, ya la vez, alertar sobre la grave problemática de los ASI que nuestra sociedad necesita atender con urgencia», señala Monteil.
Este documental, creado y producido por la Fundación Photographic y realizado y editado por Ana de Quadras, cuenta con postproducción de sonido de Raúl Lucea y con la colorista Cristina Pérez. Aparecen fotografías de Núria Prieto, que documentan el making off de la tercera edición del proyecto de fotografía participativa.
Propuesta de sensibilización con adolescentes
La exposición anual de Material sensible siempre la visitan grupos de escolares, ya menudo éstas terminan con al menos una verbalización y/o denuncia a las educadoras por parte de un/a joven que ha sido o todavía es víctima de ASI. Este hecho tan relevante, y que en la última edición supuso ya un 80% de la treintena de visitas llevadas a cabo, hizo que Photographic Social Vision se decidiera a iniciar su trabajo con adolescentes.
La fundación Vicki Bernadet tiene una amplia oferta de talleres para trabajar el abuso sexual infantil, pero la franja adolescente quizá sea la que tienen menos cubierta, y nosotros vemos la necesidad de poder llegar a ella y ayudar en la detección precoz para acelerar el proceso de recuperación de las víctimas, afirma Monteil
La propuesta va dirigida a alumnos de secundaria y bachillerato, a partir de catorce años, da la posibilidad de acercar la problemática y el tabú de los ASI desde una perspectiva participativa y artística. Una clara oportunidad de informar, hacer reflexionar y apoyar a los jóvenes en una edad clave, mientras se les involucra en una actividad artística que les permite descubrir y experimentar el potencial del lenguaje visual. Como dice Alice Monteil: «Es una edad adecuada porque justo la fotografía es un lenguaje que los jóvenes tienen mucho por la mano y la viven de cerca».
Diferentes posibilidades
Las cápsulas educativas de sensibilización con adolescentes constan de dos actividades. Por un lado, existe la opción de visionar el documental de Material sensible y tener un debate post-proyección donde el alumnado puede comprender mejor la realidad del abuso sexual infantil y expresarse al respecto.
Y por otra, existe la opción de la cápsula educativa visual Material sensible donde se fomenta la lectura crítica de imágenes y se potencian las habilidades visuales del alumnado, a partir de la obra fotográfica creada por gente que ha sufrido ASI y participantes del taller Material sensible. Éste permite establecer una conversación pedagógica en torno a conceptos como el consentimiento, las relaciones de poder, el chantaje, la culpa, la vergüenza, los secretos, etc. Una oportunidad para que el alumnado entienda de forma sencilla y dinámica qué es el abuso sexual infantil y cómo la fotografía puede ser una herramienta de expresión personal.
“Cuando desplegamos todas las imágenes sobre una mesa y preguntamos a los alumnos qué dicen, es mucho más fácil que dar una charla fría sobre el tema. La fotografía tiene el poder de hablar sin decir nada, y cuando tratas un tema tabú o secreto durante años acercarse a él desde la imagen lo facilita mucho. Realmente la fotografía abre muchas posibilidades de trabajo” relata Monteil.
Además, en ambos casos, para acoger los procesos emocionales que pudieran surgir en la sesión, se cuenta con el acompañamiento de un psicólogo de la Fundación Vicki Bernadet.
Estas actividades se empezaron a pilotar en 2022 y este 2023 ya se han realizado en diferentes institutos de toda Cataluña. Por el momento, el feedback está siendo muy positivo, al terminar estos encuentros siempre hay alumnos que tienen la necesidad de poder aclarar conceptos y hablar más.
Uno de los últimos institutos participantes ha sido el Badalona VII, a raíz de las últimas noticias de abusos y violaciones que impregnan la actualidad de nuestra sociedad, la comisión de Coeducación del centro decidió contactar con Photographic Social Vision para trabajar la temática de abuso sexual con su alumnado. Ofrecieron dos actividades, una en 1º de la ESO y la otra en 1º de Bachillerato. Como comenta Xavier Andreu Montava, profesor de historia y miembro de la comisión, “ha sido una experiencia muy positiva para todos. La propuesta permite conocer la parte artística de la fotografía, a la vez que no sólo es una herramienta de prevención sino también ayuda al profesorado a detectar posibles víctimas. La actividad está muy bien conceptualizada y es muy práctica, hurga en la herida, pero permite ver las reacciones del alumnado y desvelar casos. La edad adecuada son realmente los catorce años, los alumnos de Bachillerato lo encontraron muy necesario, pero algunos nos comentaron que hubieran agradecido poder hacerlo antes”.
Photographic Social Vision quiere llegar a más institutos y al mismo tiempo está analizando la posibilidad de formar a profesores para escalar y llegar a más alumnos. «La escuela tiene un rol muy importante en abordar esta problemática y debe saber que tiene aliados que le pueden acompañar», subraya Monteil.