La historia de Jorge no es, por desgracia, una historia especial. Es la historia de una madre, unos padres, en pelea casi continua con una administración educativa que parece no ser sensible a las dificultades por las que pasan algunas personas.
Jorge es un joven con parálisis cerebral. Utiliza una silla de ruedas y necesita asistencia. Estudia, hoy por hoy, en el IES Adormideras, en A Coruña. En su comunidad autónoma existe una figura, la del PT atención preferente que, cuando funciona bien, acompaña al alumnado durante toda su jornada lectiva (20 horas) y completa su jornada preparando materiales o reuniéndose con el resto del claustro. Tiene una dedicación total. Está durante toda la etapa con el mismo apoyo y evitar cambios constantes y pérdidas de tiempo cada inicio de curso.
Según explican desde la Consellería de Cultura, Educación, Formación Profesional e Universidades, “cuando un centro, además de los profesionales de PT y AL con los que cuenta., necesita un incremento de recursos humanos puntual, porque un alumno tiene unas necesidades muy específicas (que desaparecerán cuando ese alumno no esté en el centro) acudimos a lo que llamamos ‘atención preferente’. El objetivo es que, en la medida de lo posible, el alumno pueda ser atendido en la etapa educativa por la misma persona”.
Hoy por hoy, Jorge se ha quedado si esta atención preferente y la pelota va de un tejado a otro. IES, inspección y Consellería esquivan la pelota diciendo que otro departamento asegura que el chaval está bien como está.
La historia
En 2º de ESO Jorge Osa, su familia y el centro en el que estaba matriculado, consiguen que el joven tenga acceso a la atención preferente. Deberá acompañarlo dos cursos completos, pero la persona asignada, explica Sandra, su madre, se da de baja de larga duración y es sustituida por otra persona. Esta solo estuvo un curso. Al siguiente, de nuevo, será una nueva profesional la que se ocupe de Jorge. En cualquier caso, Sandra asegura que ambas personas hicieron un muy buen trabajo con su hijo.
No es lo ideal, puesto que el acompañamiento durante toda la etapa tiene una intencionalidad clara y es, además del vínculo entre las personas, el que cada inicio de curso el estudiante tenga los materiales necesarios desde el primer día. Materiales que realiza su PT de atención preferente. Así llega Jorge a 4º de la ESO. Durante este curso no tendrá su apoyo preferente porque la persona que estaba de baja desde el inicio tendría que haber solicitado la renovación del puesto, cosa que no ocurre.
El centro, IES Neira Vilas, advirtió a la inspección educativa de que podría ocurrir que la titular no tomara posesión, cosa que efectivamente ocurrió. Por eso solicitaron que hubiera otra PT de atención preferente. Según Sandra Fernández, «la inspección educativa no hizo nada al respecto». Eso sí, se busca la manera de parchear la situación, de tal manera que el chico podrá hacer el año con una PT que tiene nueve horas semanales para él.
La situación no es la ideal, el chico queda desatendido durante bastantes horas lectivas a la semana. Eso sí, Jorge (con mucho esfuerzo por su parte, así como de sus padres y docentes) saca el curso adelante.
Al curso siguiente decide un cambio de centro al IES Adormideras porque su hermano mellizo, Leo, escolarizado un curso por delante de Jorge, estudia allí. Se avisa en marzo de este cambio para el que no hay problema, así como de la necesidad de que se solicite la figura de atención preferente. Y ahí comienza el lío.
Como el centro del que sale no tendrá a Jorge entre su alumnado, no puede hacer la solicitud de la atención preferente cuando toca y como en el Adormideras todavía no está oficialmente escolarizado, tampoco. La madre había advertido de esta situación a la Administración. «Envié correos a la jefatura territorial y a la inspección educativa solicitando que solucionasen el problema», asegura. Pero nada ocurrió. Jorge tendrá que comenzar bachillerato sin una PT preferente.
Y comienza aquí ese calvario de conversación de sordos que muchas familias con hijos e hijas con necesidades educativas conocen perfectamente.
Sandra contacta con la Conselleria para para informar de la situación y buscar alternativas. Cada vez, dice, las contestaciones tardan más en llegar y el tono que se usa cada vez es más desagradable. Entre las respuestas que le dan, asegura esta madre, le dicen que al ser una etapa postobligatoria, la Administración no tiene obligación de darle ese PT preferente. Con la casualidad de que un amigo del chico, de la provincia de Lugo, ha cursado bachillerato y un ciclo de grado superior y todo ello con esa figura de atención.
Así que empieza el curso actual sin el refuerzo, sí con una PT que sale del presupuesto del PROA+ y con dos docentes más del centro, docentes que tenían disponibilidad horaria, pero en ningún caso la formación necesaria para hacer el acompañamiento idóneo.
Más parches
La atención preferente busca esa continuidad en la relación con el estudiante que la necesita. Contar con una PT y dos docentes, todas ellas parcialmente, no responde a la misma filosofía, aunque hacen un trabajo encomiable.
Es parte del parcheado en el que incurren, a veces, las administraciones para dar una solución a las familias.
Entre las medidas que se toman, se opta por la posibilidad de fragmentar ambos cursos de bachillerato para realizarlos en dos años cada uno, una medida de atención a la diversidad recogida en la legislación tanto estatal como autonómica. Con la posibilidad añadida, de repetir un tercer curso. Sandra explica que la fragmentación se haría incluso en el caso de que tuviera la PT de atención preferente.
Sandra sigue intentando comunicarse con la Consellería, pero decide que será mejor contratar a una abogada para que lo haga, dada la escalada de dificultades que está viviendo. Además, contacta con la Valedora do Pobo (la Defensoría del Pueblo en Galicia) para ver si, de esa manera, consigue respuestas a sus preguntas. La oficina de la Valedora comenta a este medio que no puede hablar del caso por una cuestión de protección de datos y de la intimidad del joven.
La situación ha llegado a tal extremo, comenta Sandra, que solicitó a la Valedora una mediación entre ella, la inspección y el propio centro. Pero no fue posible.
Mientras tanto, la Valedora envía un escrito a Sandra en el que le explica que la información que le han facilitado desde la adminsitración es que la inspección y «los repsonsables del IES» (nadie termina de aclarar quiénes son estas personas) han suscrito un documento en el que se asegura que el joven no necesita de atención preferente para continuar estudiando. Esto ocurre el pasado mes de febrero.
En el mes de marzo, se informa a Sandra en una reunión en el centro que debido al desfase curricular, con el tiempo suficiente y este apoyo preferente, Jorge podría superar la etapa, terminar bachillerato. Se trata de una reunión en la que hablar sobre cómo está evolucionando el joven. Una reunión a la que asisten la PT del PROA+, las dos docentes que estaban apoyando en las horas libres y la orientadora del centro.
El 29 de marzo, esta última escribe a Sandra para explicarle que va a solicitar la figura de atención preferente para el próximo curso. Unos días después, el 8 de mayo, la orientadora le informa de que la Consellería ha decidido que no habrá una nueva convocatoria de comisiones de servicios para estas figuras, sino que se prorrogarán las existentes, como confirman desde Educación a este medio. Sandra comenta que el objetivo es que se considere la de Jorge no como nueva, sino como un recurso ya reconocido en cursos previos.
Al cierre de esta edición, no ha sido posible recibir respuesta ni de la dirección del centro ni de la inspección educativa para recabar su punto de vista en torno al relato de Sandra y a la situación que está viviendo Jorge en lo relativo a su necesidad de tener apoyos preferentes.
Justicia y opinión pública
Llegados a este punto, Sandra interpuso una denuncia a los juzgados que no ha prosperado y, además, una campaña de recogida de firmas para exigir un PT de atención preferente para que su hijo pueda continuar los estudios de bachillerato como quiere hacer.
Además, ha solicitado que se haga una revisión del informe psicopedagógico dado que en la reunión del 2 de marzo con el equipo docente se habló de la posibilidad de solicitar la atención preferente.
Con esta revisión, si en ella se solicitase este recurso, Sandra cree que podría presionar. Se lo han negado y, además, en el escrito que le ha hecho llegar la administración se hace referencia a un comentario que hizo Jorge sobre la continuidad de sus estudios. “Una frase descontextualizada”, asegura Sandra. Es este el punto en el que ella decide montar la campaña.
En todo este periplo, que se cuenta relativamente rápido, Sandra habla de que la situación se ha convertido en una “supervivencia”. Una situación que “genera ansiedad y angustia”.
Mientras unos departamentos se lanzan la pelota, de un lado al otro, Jorge Osa ha pasado un curso muy complicado, sin los apoyos necesarios para recibir la educación inclusiva y de calidad que defiende el ordenamiento jurídico español. Sin una atención preferente necesaria que implica poder trabajar con una serie de materiales específicos con los que podría haber sacado el curso, con esfuerzo, pero podría haberlo sacado.