La celebración del Día Internacional de los Estudiantes de este año estuvo enmarcada en pleno debate acerca de los cambios en los modelos y métodos educativos. La digitalización ha tenido un gran impacto en el sector, con una gran apuesta por parte de escuelas, institutos y universidades españolas por introducir la tecnología en las aulas con el objetivo de aumentar las competencias de niñas, niños y jóvenes.
La tecnología en las aulas debe ser una aliada poderosa para ayudar a los estudiantes a aprender, comunicarse y colaborar de manera efectiva, pues tiene el potencial de aportar un sinfín de beneficios para la educación. Sin embargo, también existen ciertos riesgos y, por ello, es esencial tomar precauciones en la aplicación y utilización de las nuevas tecnologías en las aulas. Seleccionar los equipos informáticos adecuados para cada ciclo formativo y garantizar un uso responsable tanto por parte de los docentes y centros educativos como por parte de los estudiantes permitirá dotar a estos de las habilidades necesarias para gestionar con éxito los dispositivos digitales y utilizar la tecnología de manera productiva y formadora.
El potencial de la digitalización para cambiar el futuro de la educación
Una implementación de la tecnología y la informática en las aulas efectiva y responsable puede aportar grandes beneficios tanto para los estudiantes como para los docentes. El acceso a recursos educativos online es una de las principales ventajas, ya que abre la puerta a conocimientos, información y datos casi infinitos. Esto enriquece el aprendizaje y brinda la oportunidad de explorar temas más allá del plan de estudios, profundizando en aquello que más interesa y atrae a cada alumno.
En este sentido, la posibilidad de personalizar el aprendizaje, adaptando los contenidos o la velocidad de estudio a las necesidades individuales de cada estudiante, permite responder a las individualidades de forma más efectiva. Además, con la agilización de la retroalimentación y la revisión instantánea de las respuestas o resultados facilita a los alumnos conocer su desempeño para así centrarse en la mejora de las habilidades clave.
No hay duda de que el uso de la informática en el aula proporciona a los estudiantes habilidades tecnológicas y de alfabetización digital que necesitarán a lo largo de toda su futura carrera laboral. También fomenta las capacidades de colaboración, trabajo en equipo y comunicación efectiva, cada vez más esenciales en el mundo actual.
Garantizando un uso responsable de la tecnología en las aulas
La digitalización de la educación tiene grandes ventajas, pero también implica ciertos riesgos que es necesario prevenir con tal de proteger a las y los estudiantes. Tomar las medidas para garantizar la seguridad y la privacidad del alumnado al utilizar tecnología en el aula, incluyendo la protección de datos personales y la prevención de la exposición a contenido inapropiado, es clave. Educar en el correcto uso de la tecnología es esencial, algo que incluye contextualizar el acceso a los dispositivos dentro de las tareas educativas para evitar distracciones, así como la limitación del tiempo de uso de pantallas para evitar afectaciones a la salud física y mental.
Los centros educativos y el profesorado deben ser conscientes de que no todos los estudiantes disfrutan de la misma accesibilidad a la última tecnología en sus hogares. Es importante abordar la brecha digital para garantizar que cualquier joven pueda beneficiarse de la digitalización en el aula de forma efectiva y no excluyente.
Así mismo, las y los educadores deben presentar la tecnología como una herramienta, no un reemplazo que afecte al desarrollo de habilidades críticas como el pensamiento analítico o la resolución de problemas. Establecer un equilibrio entre el uso de tecnología y la enseñanza de las habilidades tradicionales es esencial en todos los ciclos educativos.
Adecuar los dispositivos a cada ciclo educativo
Se demuestra que la digitalización tiene el potencial para cambiar el presente y el futuro de la educación, pero solamente si se implementa de manera cuidadosa y equilibrada. La elección del modelo de portátil o tableta adecuados para cada ciclo tiene un gran peso en potenciar el uso responsable de la tecnología entre los estudiantes. Por ello es esencial que los fabricantes adaptemos nuestro catálogo de forma comprensiva, teniendo en cuenta el uso que se le puede dar a los equipos en cada etapa y las necesidades cambiantes de los niños, niñas y jóvenes a lo largo de su formación.
La formación adecuada de profesores, la actualización por parte de los centros y la colaboración entre padres, educadores y la comunidad son esenciales para aprovechar al máximo los beneficios que la tecnología puede aportar en el desarrollo de las próximas generaciones. El estudio garantiza un futuro mejor para los niños, niñas y jóvenes, y la tecnología debe de impulsarles y permitirles desarrollar todo su potencial.