Uno de los treinta proyectos seleccionados de los más de doscientos presentados en la convocatoria Erasmus 2020 de la Alianza de Conocimientos fue el propuesto por el consorcio EICAA, formado por nueve organizaciones (cinco universidades y cuatro empresas) de cinco países de la Unión Europea: Alemania, Bélgica, Austria, Hungría y España, país representado por el centro universitario TecnoCampus Mataró-Maresme, adscrito a la Universitat Pompeu Fabra.
El resultado del proyecto realizado a lo largo de tres años (2021-2023) consiste en una plataforma digital de acceso abierto, para la evaluación y el desarrollo de competencias empresariales. Esta herramienta permitirá a las universidades, las empresas y otras organizaciones llevar a cabo perfiles y un seguimiento de las competencias empresariales (por ejemplo, entre estudiantes o empleados). Una base conceptual esencial para elaborar la plataforma ha sido el Marco de Competencia Empresarial, elaborado por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. En palabras del propio consorcio: «Mediante la evaluación de los perfiles de competencias empresariales en la plataforma digital EICAA, las actividades de aprendizaje o las oportunidades de formación pueden utilizarse de una manera más específica para fortalecer el pensamiento y la acción empresarial. El consorcio EICAA también está desarrollando materiales adecuados de enseñanza y formación para promover las competencias empresariales. Una selección de estos materiales, en función del resultado de la evaluación respectiva, se sugerirá automáticamente a los usuarios de la plataforma digital para mejorar las áreas de competencia empresarial específicas».
El proyecto EICAA, acrónimo de «Entrepreneurial and Intrapreneurial Competences Assessment Alliance» (en castellano, Alianza para la Evaluación de Competencias Emprendedoras e Intraemprendedoras), está sujeto a la supervisión del Education, Audiovisual and Culture Executive Agency of the European Commission (EACEA, Agencia Ejecutiva en Educación, Audiovisual y Cultura de la Comisión Europea). Una persona emprendedora es capaz de detectar una necesidad en la sociedad, proponer una solución, desarrollarla buscando los recursos necesarios, técnicos y humanos, para, finalmente, innovar consiguiendo que un cliente compre dicho producto, sea un bien o un servicio. Una persona intraemprendedora tiene el mismo objetivo pero en el marco de la empresa en que desarrolle su actividad como empleado, es decir, ampliando la definición de emprendimiento a cuando se actúa sobre oportunidades e ideas y estas se transforman en una propuesta de valor para los demás. La plataforma EICAA contribuye a evaluar cuáles son las competencias asociadas a estos dos perfiles mediante el análisis estadístico de los resultados, a través de los datos de personas en diferentes fases de su proyecto emprendedor o intraemprendedor.
De forma resumida, EICAA propone agrupar las competencias en tres grandes conceptos. En primer lugar, en todo lo que hace referencia a ideas y oportunidades, competencias asociadas a las etapas iniciales de una actividad emprendedora o intraemprendedora, y se centra en aspectos asociados a la detección de oportunidades y la generación y evaluación de las ideas de forma adecuada. Esta área se centra en desarrollar una visión de emprendimiento y potenciar las capacidades personales desde un punto de vista ético y sostenible, teniendo en cuenta las necesidades sociales y el impacto de la propuesta de solución para satisfacer dichas necesidades.
En segundo lugar, es fundamental el área de competencia asociada a los recursos. Esta área distingue la habilidad de buscar, organizar y gestionar los recursos necesarios para desarrollar una actividad emprendedora, por lo que integra implícitamente competencias como el autoconocimiento y la autoeficacia, la motivación y la perseverancia, y la capacidad de movilizar y motivar a otras personas. Junto a estas habilidades serán necesarios conocimientos financieros y económicos y la capacidad de adquirir y gestionar recursos (materiales y no materiales).
Si el primer concepto estaba asociado a las ideas y oportunidades y el segundo a los recursos, el tercero hace referencia a la competencia de poner en acción el proyecto en cuestión, llevándolo a la práctica real, es decir, las competencias que se necesitan para iniciar, desarrollar y sostener un esfuerzo empresarial, no sólo por sí solo, sino también a través de la dirección y la colaboración con otros. También debe tener en cuenta las competencias para afrontar la incertidumbre, la ambigüedad y el riesgo, gestionar los conflictos y aprender a través de la experiencia.
Todas estas competencias, agrupadas en estas tres grandes áreas, conllevan un desglose detallado para identificarlas, medirlas y desarrollarlas en caso de no disponerlas, de ahí las interesantes posibilidades de la plataforma EICAA si está asociada con un plan de formación. Aun así, algunas de las competencias enunciadas contienen un grado de abstracción importante, por lo que poder ver ejemplos concretos de dichas competencias es muy interesante en un proceso de aprendizaje y la ficción es un instrumento fundamental al poder mostrar un caso con todo detalle. Y si es una ficción visual mucho mejor.
Es el caso de la novela gráfica La larga marcha de los pavos (La longue marche des dindes, 2022), de la autora belga Léonie Bischoff, basada en la novela homónima de Kathleen Karr (1946-2017), publicada en 1998. El sello Astronave de Norma Editorial publica la versión española en marzo de 2024, con traducción de Eva Reyes, poco más de un año después de que la novela gráfica ganara el Premio Juventud (Fauve Jeunesse) en el Festival International de la Bande Dessinée d’Angoulême 2023, el más importante en Europa, y poco después de ganar el Premio Juventud de la Crítica ACBD 2022, uno de los más prestigiosos en Francia y a nivel internacional.
Kathleen Karr fue una reconocida escritora estadounidense especializada en novela histórica y juvenil. En su novela The Great Turkey Walk recupera una tradición ya olvidada de trasladar a las aves de corral desde Missouri hasta Denver, en Estados Unidos, a lo largo de cientos de kilómetros. La historia está protagonizada por un fornido joven de quince años que, en 1860, y tras cuatro años repitiendo para pasar el curso académico, decide convertirse en un hombre de negocios (en la novela podría darse a entender que quizás es disléxico, de ahí su dificultad para estudiar, pero no para actuar). Para llevar a término su idea contará con la ayuda financiera de su profesora, que será su mentora, y que estará dispuesta a invertir todos sus ahorros al creer firmemente en el proyecto empresarial que le plantea, que no es otro que comprar 1000 pavos a veinticinco centavos y venderlos a cinco dólares en la gran ciudad… a mil kilómetros de distancia. Eso sí, con una ganancia prevista de multiplicar por veinte la inversión inicial. Eso es, exactamente, detectar una oportunidad y proponer una idea de negocio y buscar socios financieros para la aportación de valor.
En la novela gráfica, en cambio, el joven protagonista tiene tan solo doce años aunque el resto de la historia es la adaptación de la original, o casi. Otro de los cambios importantes introducidos por Bischoff es convertir al esclavo fugitivo con el que se topa a mitad de camino y al que invita a añadirse en la expedición es, en este caso, una esclava negra. Léonie Bischoff es miembro del Collectif des créatrices de bande dessinée contre le sexisme [Colectivo de creadoras de cómic contra el sexismo], una iniciativa de la que forman parte casi trescientas autoras y que tiene como objetivo denunciar las formas que el sexismo aparece en el ámbito creativo, a la vez que proponen formas para combatirlo. En ese sentido, en las entrevistas, Bischoff explica como tuvo la intención de desviarse de los valores tradicionales del oeste, como la virilidad y el aspecto duro de la vida en aquella época, huyendo del coraje y la fuerza, para potenciar más los valores del personaje protagonista, plasmados de forma magistral en las decisiones que va tomando a lo largo del trayecto, y que se focalizan más en aspectos como la honestidad, la perseverancia, la generosidad y el respeto a los demás, con una actitud optimista, alegre, comprometida y decente.
El viaje con los mil pavos comenzará con cuatro mulas y un carro lleno de maíz desgranado que compró a débito a sus tíos (era huérfano de madre y su padre lo abandonó al morir esta), con su inseparable perro y contratando a un solitario borracho, al que ayudará en su proceso de redención. Y esto son los recursos (además de la ayuda financiera de la profesora para poder comprar los pavos en origen), que le ayudará a conseguir su objetivo, no sin pasar todo tipo de adversidades, como su encuentro con nativos americanos (que se convertirán en nobles aliados, alejados de los estereotipos habituales), con soldados del ejército que no les protegerán precisamente, y con el sorprendente reencuentro con su padre que, desgraciadamente, querrá robarle su idea y su negocio (competencia, corruptos y ladrones, exactamente como el mundo real, también rodeado de villanos).
En el itinerario descubriremos que los pavos pueden volar y que esa habilidad será fundamental para cruzar uno de los ríos que se encontrarán en el camino. Este tipo de detalles tienen mucho que ver con el hecho de que la novelista, Kathleen Karr, había crecido en una granja de pollos en Dorothy, Nueva Jersey. Es decir, que la experiencia previa del protagonista de la ficción, que también creció en una granja, es fundamental en el desenlace y en la resolución de los diferentes desafíos que van surgiendo. Al equipo original se añadirán la esclava mencionada, que se tendrá que hacer pasar en alguna ocasión por esclava real del protagonista para no tener problemas con las autoridades (muy didácticas las viñetas referidas a los prejuicios asociados a los esclavos en la sociedad de la época), y una adolescente, huérfana por culpa de las fiebres y al borde de la muerte por la falta de alimentos. Finalmente, los cuatro miembros del heterogéneo equipo y el perro acabaron formando otra sociedad, una vez alcanzado el objetivo inicial de trasladar los mil pavos y devuelto los préstamos con intereses, pero eso… eso es otra historia, otra historia emprendedora.