Desde hace décadas la escuela concertada defiende la necesidad de aumentar el módulo de conciertos con la explicación de que este solo cubre el gasto de profesorado, pero no otros derivados del funcionamiento y mantenimiento de los centros educativos. Defienden que le sale muy barato al Estado esta red y que esta situación es la que obliga al cobro por todo tipo de servicios, incluidas las famosas cuotas voluntarias, o no, que se cobran en la mayor parte de estos colegios a las familias.
El cobro de estas cuotas, así como otros servicios como el comedor escolar o el transporte, las actividades extraescolares, las excursiones, actividades complementarias o los uniformes hacen que para muchas familias sea un gasto difícil de sostener, cuando no imposible y actúan, en muchos casos, como elemento de segregación, al filtrar a las familias que no se pueden costear dichos gastos.
El informe Por una escuela concertada inclusiva’ de la ONG se divide en ocho puntos con los que intentan analizar su impacto y papel en el sistema educativo español y en comparación con otros países de la OCDE.
Tres de ellos están centrados en la situación socioeconómica de las familias, los gastos derivados de las escuelas concertadas y la financiación por parte del Estado de esta red educativa.
Los datos de PISA 2022, así como de informes anteriores, señalan que la concertada explica el 21 % de la segregación que se produce en España. Hay que recordar que el país es el tercero con mayor segregación socioeconómica de la OCDE después de Lituania y Turquía.
La diferencia en la composición social de la pública y la concertada es muy alta y desde hace unos años se ha convertido en centro de las discusiones sobre la situación y los retos que afronta el sistema educativo. Echazarra la compara a la de Reino Unido, en la que la concertada tienen un peso aún mayor que en España pero en la que su impacto en la segregación escolar es cero.
A esto se suma, como explica Echazarra, que «los gastos de la concertadas con inasumibles por las familias vulnerables». Utilizando los datos del INE de la Encuesta de condiciones de vida y simulando diferentes tipos de cuotas de concertadas (desde 25 euros hasta 200), han analizado cuál es el impacto en la economía familiar de los diferentes deciles. Los tres más bajos han de invertir porcentajes imposibles para llevar a sus hijos a ciertas escuelas concertadas. Y, como explica el autor, aunque las cuotas no son mayoritariamente muy altas, cercanas a los 200, la suma con el resto de gastos como uniforme, material escolar, comedor, etc. si las deja cerca de los 150.
Para rematar esta cuestión, Save the Children mira hacia el módulo de conciertos que paga las nóminas del profesorado de la educación obligatoria que, por ley, ha de ser gratuita. Según la ONG, el sistema tal cual es hoy, obliga a las familias a participar en su financiación porque es insuficiente.
Reforma del sistema
Según Andrés Conde, secretario general de la oenegé, dadas estas cuestiones, la presencia significativa de la concertada, su presencia estable en el tiempo y la existencia de «una demanda social», es necesario «actualizar la normativa y la financiación para corregir los desequilibrios de la segregación».
Por ello, asegura Conde, hay que poner el foco en, al menos, tres puntos: la financiación, la garantía de la gratuidad y en los criterios de admisión.
Según la organización, habría que actualizar el módulo de conciertos para que el coste de la plaza escolar fuera sostenible para los centros y estos no tuvieran que buscar otras fuentes de financiación vía cuotas, etc. En este sentido, señalan que, como en el caso de ciertos centros concertados en algunos territorios, la concertada debería recibir más financiación en función del alumnado vulnerable que escolarizase, en una forma de presión que cambiase la situación actual en la que es la pública la que hace frente a una situación más complicada en cuanto a la composición de su alumnado.
La ONG apuesta por una gestión centralizada de los procesos de admisión para que los centros no la hagan. El papel de estos debe limitarse a dar información a las familias y a organizar jornadas de puertas abiertas y no a gestionar los procesos.
También defienden la eliminación de ciertos criterios de baremación con «potencial excluyente», según han podido analizar. Puntos por familiares en el centro, antiguos alumnos, por haberse matriculado en la primera etapa de infantil, por familiares vinculados a la gestión del centro «o cualquier criterio que vincule a un credo o filosofía pedagógica específica».
Finalmente, defienden la eliminación total de las cuotas para que la gratuidad sea efectiva; la eliminación del carácter lucrativo de ciertas actividades como el transporte o el comedor para lo cual la inspección debería tener un papel central y, finalmente, asegurar que las becas y ayudas al estudio son iguales para el alumnado de ambas redes.
Radiografía de la concertada
Con los datos recogidos de PISA 2022, Alfonso Echazarra, autor del informe, asegura, en primer lugar, la concertada, per se, no impide que el sistema educativo sea equitativo. A esto se suma el hecho de que no existe ninguna diferencia, en cuanto al rendimiento, entre las redes pública y concertada. Los datos del alumnado de 15 años español en PISA son mejores para los que están en esta segunda, pero esto se debe al hecho de que la situación socioeconómica y cultural de estos y de sus familias es bastante mejor que la de los de la pública.
Esta situación se entiende por otras de las cuestiones ya sabidas y de nuevo constatadas por este informe. La escuela concertada prolifera mayoritariamente allá donde las familias tienen mayor capacidad económica. Con explica Echazarra, aunque este análisis se ve por comunidades autónomas, se podría analizar también por barrios dentro de las ciudades. De esta manera, explica el autor, las comunidades autónomas más rurales tienen menos concertada y aquellas en las que hay más personas religiosas, tampoco tienen más. Es el nivel de riqueza de las familias lo que marca la cantidad de sus conciertos.
Los datos muestran una ligerísima bajada de la concertada en la última década, aunque sigue encontrándose en un datos global de escolarización del 30 %, con grandes diferencias territoriales. Para el experto, entre las explicaciones podrían estar la bajada de la natalidad, así como una transferencia de alumnado de la privada a la concertada y de esta a la pública causada por las crisis económicas desde 2008.