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Este artículo fue publicado en el blog RELLA de El Diari de l’Educació
La II Misión Antonio Benaiges, que se celebra durante la primera semana de julio de 2025, es una experiencia educativa y humana excepcional. Impulsada por la Asociación Escuela Benaiges, esta iniciativa rinde homenaje al maestro republicano Antonio Benaiges, quien en 1936 prometió a sus alumnos de Bañuelos de Bureba (Burgos) que los llevaría a ver el mar. El estallido de la Guerra Civil y su asesinato impidieron que aquella promesa se cumpliera.
Más de ocho décadas después, esta misión, en su segundo año, se erige como una forma de restituir aquella ilusión interrumpida, ofreciendo a niños y niñas de entornos vulnerables un recorrido educativo, emocional e histórico desde Bañuelos hasta Cataluña, culminando con un inolvidable encuentro con el mar en Mont-roig del Camp, de donde era originario el maestro Antonio Benaiges y donde todavía vive su familia.
El viaje
Del 29 de junio al 7 de julio, 23 niños y niñas de entre 10 y 12 años, de Granada, Madrid y Bilbao (refugiados palestinos), recorrerán varios puntos clave de la memoria pedagógica e histórica del Estado: Atapuerca, Logroño, el Memorial de La Barranca, Maella, Mont-roig del Camp, Tarragona, Vilanova i la Geltrú, entre otros, finalizando su viaje en la ciudad de Barcelona, donde se realizó la primera exposición sobre la figura del maestro Benaiges en el Museu Marítim de Barcelona. Este itinerario, hecho mayoritariamente en tren y con numerosas paradas simbólicas, estará acompañado de talleres, visitas a espacios de memoria y momentos de convivencia intercultural.
La propuesta no solo tiene una dimensión conmemorativa, sino también educativa. El espíritu de la pedagogía Freinet que aplicaba Benaiges impregna las actividades de la misión, con enfoques cooperativos, expresión libre y aprendizaje significativo. El objetivo es dar voz y herramientas a niños y niñas que, como aquellos de 1936, tienen mucho que decir y mucho que imaginar.
El paso por Barcelona
El domingo 6 de julio, la ciudad de Barcelona será el punto final del trayecto. El día comenzará con una recepción institucional al mediodía, en el Museu Marítim, por parte del concejal de Educación del Ayuntamiento de Barcelona, un gesto que simboliza el reconocimiento institucional a una acción con profundo valor social y educativo.
A continuación, los niños y niñas realizarán un taller educativo vinculado al mar en el Museu Marítim de Barcelona. Allí podrán entender qué significa el mar para un pueblo y para una ciudad como Barcelona, y sobre todo, para quienes nunca lo han visto. Los sueños descritos por aquellos niños de Bañuelos en las revistas y cuadernos escolares de 1936 —donde imaginaban el mar inmenso, salado y lleno de “merluzas”— se harán realidad a través de las miradas emocionadas de los niños y niñas actuales.
La jornada continuará con un almuerzo homenaje de RELLA a los organizadores del proyecto, y con una tarde de ocio en el Parque de Atracciones del Tibidabo, una actividad ofrecida por el Ayuntamiento de Barcelona como reconocimiento a la trayectoria del proyecto. Este momento lúdico cierra una etapa llena de aprendizaje con una experiencia compartida de alegría, libertad y gratitud.
El apoyo de RELLA
Uno de los elementos destacados de esta edición de la II Misión Benaiges ha sido la colaboración de RELLA, la Asociación de maestros y profesorado jubilado, que ha sido clave en la organización, logística y difusión de las actividades en Barcelona.

RELLA, que este año celebra su 15º aniversario, comprometida desde sus inicios con la renovación pedagógica y la memoria educativa, ha apoyado la Misión, ya desde su primera edición el año pasado, desde una perspectiva de justicia educativa. No solo ha colaborado en la acogida y la agenda en Barcelona, sino que también ha contribuido a crear vínculos entre centros, entidades y docentes catalanes con el proyecto Benaiges. Esta alianza ha hecho posible consolidar un proyecto que crece, se ramifica y, como el mar, llega lejos.
Una misión que continúa
La II Misión Benaiges no es un hecho aislado, sino un eslabón más en una cadena de memoria activa. En un momento en que los valores republicanos de la educación —laicidad, igualdad, cultura crítica y libertad— son más necesarios que nunca, esta iniciativa nos recuerda que no hay educación transformadora sin memoria, ni memoria viva sin niños y niñas que la hagan suya.
Esta travesía es un homenaje al maestro, a sus alumnos y a todos aquellos que siguen creyendo que una escuela pública y emancipadora es posible.
Esperamos ya la III MISIÓN BENAIGES para el próximo año. Y que esta iniciativa tan interesante y creativa se convierta en una tradición en la vida educativa durante los inicios de julio, como lo son las Escuelas de Verano de la FMRPC y de Rosa Sensat, y que poco a poco vayamos creando lazos y redes entre las entidades, instituciones y los centros educativos para dar a conocer este proyecto, sobre todo en su paso por tierras catalanas: Tarragona, Mont-roig del Camp, de donde era el maestro, Vilanova i la Geltrú, donde Antonio Benaiges fue maestro antes de ir a Burgos, y Barcelona.
Desde la Asociación Escuela Benaiges, RELLA y todas las entidades e instituciones que han colaborado, hasta cada niño y niña que pisó el agua salada por primera vez, la II Misión Benaiges es una afirmación colectiva: el mar, como los sueños, puede llegar a tocarse.