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La orientación educativa y profesional se consolida como un elemento central de calidad de los sistemas de enseñanza. Así lo plantea el estudio elaborado por la Fundación Bertelsmann y el Grupo de Investigación sobre Políticas Educativas Supranacionales (GIPES) de la Universidad Autónoma de Madrid. El trabajo, dirigido por Javier M. Valle y realizado junto con Pedro Sauras, María Matarranz y Yoseline Paredes, compara las políticas y estructuras de orientación en diez países y formula propuestas para fortalecer la equidad y la empleabilidad a lo largo de la vida.
El informe subraya que la orientación ha evolucionado desde los inicios de la educación formal hasta convertirse en un proceso estructural que acompaña a la persona en tres dimensiones: la personal, la académica y la profesional. Esta concepción amplia responde al paradigma internacional de la “orientación a lo largo de la vida”, impulsado por organismos como la UNESCO, la OCDE o la Unión Europea.
El texto destaca que, en los sistemas educativos contemporáneos, la orientación debe entenderse como una herramienta que favorece tanto el desarrollo individual como la cohesión social. El documento señala que una orientación de calidad contribuye a la equidad educativa, al bienestar del alumnado y a la relación coherente entre educación, formación y empleo.
El estudio recuerda, además, una afirmación recogida de los principales organismos internacionales —UNESCO, Comisión Europea, OCDE, OIT, CEDEFOP y Fundación Europea para la Formación—:
Una orientación profesional eficaz ayuda a las personas a alcanzar su potencial, a las economías a ser más eficientes y a las sociedades a ser más justas
España en el contexto europeo
El análisis histórico que incluye el informe traza la evolución de la orientación en España desde los primeros servicios vocacionales del siglo XX hasta su actual consolidación normativa. A partir de la Ley General de Educación de 1970 y especialmente desde la LOGSE de 1990, la orientación se incorporó como un elemento clave de la calidad educativa. Las sucesivas leyes —LOE (2006), LOMCE (2013) y LOMLOE (2020)— han mantenido y ampliado este enfoque.
Según el documento, la orientación en España ha pasado de ser un apoyo complementario a convertirse en un derecho del alumnado y en un factor estructural del sistema. La investigación destaca la existencia de equipos y departamentos especializados, la integración de la función tutorial del profesorado y la creciente atención a la diversidad y la inclusión.
El estudio reconoce también los retos pendientes: la falta de recursos humanos suficientes, la necesidad de coordinación entre los ámbitos educativo y laboral, y las diferencias entre comunidades autónomas. Aun así, concluye que el modelo español dispone de una base sólida para avanzar hacia una orientación más integral y equitativa.
El enfoque supranacional: aprendizaje permanente y empleabilidad
El capítulo dedicado a los organismos internacionales muestra cómo las instituciones supranacionales han configurado un marco común de referencia para la orientación. En la Unión Europea, la orientación se vincula al aprendizaje permanente y al desarrollo de competencias para gestionar la carrera profesional (Career Management Skills). La UNESCO enfatiza la dimensión inclusiva y la igualdad de oportunidades, mientras que la OCDE y el Banco Mundial la relacionan con la eficiencia económica y la productividad laboral.
El informe sintetiza estos enfoques en un modelo global donde la orientación actúa como nexo entre el sistema educativo, el mercado de trabajo y la participación ciudadana. Esta perspectiva refuerza la necesidad de políticas públicas coordinadas que acompañen a las personas durante toda su vida formativa y profesional.
Diez países, un denominador común
El estudio comparado analiza los sistemas de orientación de Alemania, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y España. En todos ellos se observa una tendencia compartida: integrar la orientación dentro del currículo y ofrecer acompañamiento continuo desde la educación obligatoria hasta la inserción laboral.
Los países con resultados más positivos en términos de empleabilidad y bienestar juvenil, como Alemania o Finlandia, comparten estructuras consolidadas y una estrecha colaboración entre escuelas, empresas y servicios sociales. Otros modelos, en cambio, presentan mayores desigualdades debido a la fragmentación institucional o a la escasez de recursos.
El documento destaca que, pese a las diferencias culturales y organizativas, existe un consenso internacional sobre la orientación como herramienta de equidad, inclusión y calidad educativa.
Bienestar emocional y desarrollo integral
El informe incorpora también la dimensión emocional de la orientación, un aspecto que gana relevancia ante el aumento de los problemas de salud mental entre la población joven. La orientación se concibe no solo como apoyo académico o vocacional, sino también como acompañamiento personal que favorece la autoestima, la autonomía y la integración social.
El texto propone articular la orientación educativa con otros servicios sociales y comunitarios, de modo que el apoyo al alumnado sea integral y sostenido en el tiempo. Se trata, según el estudio, de un enfoque preventivo que refuerza la inclusión y reduce el riesgo de abandono escolar.
Propuestas para el futuro
El capítulo de conclusiones del informe plantea un conjunto de medidas orientadas a mejorar el sistema español de orientación. Entre ellas, la ampliación de los servicios en todas las etapas educativas, la formación permanente del profesorado y la creación de redes de cooperación entre administraciones, centros y empresas.
El documento recomienda además desarrollar estrategias nacionales que garanticen la coherencia entre las políticas educativas y de empleo, y que impulsen la investigación y la evaluación sistemática de las prácticas de orientación.
Estas acciones, sostiene el estudio, permitirían consolidar un modelo basado en la orientación temprana, continua y de calidad, alineado con los estándares europeos y con los retos de la sociedad del conocimiento.
Una hoja de ruta para la próxima década
La orientación en sistemas educativos de nuestro entorno. Análisis comparado en perspectiva supranacional constituye, en palabras del propio texto, una síntesis entre la experiencia práctica de la Fundación Bertelsmann y el rigor académico del grupo GIPES de la Universidad Autónoma de Madrid. Su propósito es ofrecer un marco reflexivo y propositivo que ayude a mejorar las políticas públicas y a fortalecer la colaboración entre escuela, familia, administración y sector productivo.
El informe concluye que una orientación bien estructurada y accesible para todos los estudiantes contribuye a la calidad del sistema educativo, a la empleabilidad juvenil y al bienestar colectivo. La orientación se perfila así como un elemento esencial para afrontar los desafíos educativos, sociales y laborales de las próximas décadas.


