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España no es, ni de lejos, el único país en el que la judicatura tiene un papel relevante en la toma de decisiones del Gobierno. En Estados Unidos, sobre todo en los últimos años, las decisiones de la Corte Suprema, ahora, bajo control de seis magistrados conservadores frente a tres liberales, han tenido gran impacto en las políticas de la super potencia.
Ahora le ha tocado el turno a decenas de millones de estudiantes universitarios, endeudados por culpa de préstamos para poder estudiar. Joe Biden, presidente norteamericano, había presentado el pasado agosto un proyecto con el que quería poner sobre la mesa una inversión de 400 mil millones de dólares con los que ayudar a 40 millones de personas. La idea es que recibieran entre 10.000 y 20.000 dólares, según determinadas condiciones, para poder aliviar sus cuentas.
Varios estados gobernados por los republicanos han decidido llevar este proyecto hasta la Corte Suprema puesto que entienden que la decisión del presidente ha excedido sus competencias ejecutivas. El tribunal ha de determinar si este proyecto, dada su magnitud, ha de pasar por el Congreso de EEUU. Una doble pinza política que pone muy complicado a Biden sacar adelante el proyecto puesto que la Cámara baja también está dominada por los republicanos.
En su día, el presidente estadounidense aseguró que el proyecto es crítico porque «una generación carga con una deuda insostenible a cambio de un intento, al menos, de obtener un título universitario». Una generación formada por personas como Nailah, como informaba elDiario.es, de 35 años y con una deuda de 60.000 dólares por un doble grado Filosofía y Estudios Afroamericanos en la Universidad de Florida.
La lucha pelea política no solo se dirime ahora en el alto tribual, sino también en los correos electrónicos de decenas de millones de estadounidenses que han aplicado a la reducción de sus deudas universitarias. Según una información publicada por el New York Times, el secretario de Educación, Miguel A. Cardona, habría enviado un correo electrónico a cada una de estas personas para comentarles en qué estado se encontraba el proyecto.
«Si bien los opositores a este programa negarían el alivio a decenas de millones de estadounidenses de clase media y trabajadora, transcribe el correo electrónico la cabecera neoyorkina, estamos luchando para brindar alivio a los prestatarios que necesitan apoyo mientras se recuperan. después de la crisis económica provocada por la pandemia». Aunque la administración Biden no pueda seguir adelante con la condonación de deudas, sí podrá comunicarse con estos millones de personas que han intentado sumarse a la inciativa para poder explicar quiénes y por qué no podrán recibir estas ayudas.
A pesar de que la cantidad de 400.000 millones de dólares suena desorbitada, tampoco supondría el final de un problema que, según parece, cada vez es más complicado de atajara y que, según infrma elDiario.es, alcanza los 2 billones de dólares.