Sinopsis
Cuando Annie Ernaux supera el examen para entrar en un liceo de Lyon, su padre siente felicidad pero también un poco de recelo por el mundo en el que va a entrar su hija, un mundo burgués al que él no estaba acostumbrado y que criticaba desde su posición humilde.
El padre de Ernaux había sido un obrero que había trabajado duramente y que había acabado por conseguir un pequeño comercio en la provincia, en el que él atendía en el café y su mujer en una tienda, ambas en los bajos de la casa en la que vivían con la familia. Para ese padre, todo eso significa otro paso adelante en su difícil ascenso social; sin embargo, poco le dura esta satisfacción, ya que fallece dos meses después.
Padre e hija han traspasado sus respectivos «lugares» dentro de la sociedad. Pero se han mirado entre sí con suspicacia, y la distancia entre ambos ha ido tornándose cada vez más dolorosa. El lugar se centra, pues, no sólo en los complejos y prejuicios, los usos y las normas de comportamiento de un segmento social de límites difusos, cuyo espejo es la culta y educada burguesía urbana, sino también en la dificultad de habitar en un espacio propio dentro de la sociedad.
Annie Ernaux nació en Lillebonne (Normandía) en 1940. Hija de comerciantes, pasó su infancia y adolescencia en la localidad de Yvetot hasta trasladarse a Rouen para cursar estudios universitarios de literatura. Ha dedicado su vida a la enseñanza como profesora de letras modernas. Es autora de una obra esencialmente autobiográfica e intimista, con títulos como La mujer helada (1981), No he salido de mi noche (1997), Perderse (2001), El uso de la foto (2005), Los años (2008), Memoria de chica (2016). Entre los numerosos galardones recibidos destacan el Premio de la Lengua Francesa 2008 y, en España, el Premio Formentor de las Letras 2019, otorgados ambos al conjunto de su obra. Annie Ernaux es hoy una de las escritoras más reconocidas del panorama literario francés y europeo. Actualmente reside en Cergy, cerca de París. En 2022 se le concedió el Premio Nobel de Literatura.
Reseña
Es un libro duro, despojado de emociones, que nos cuenta la triste realidad de sus padres y de ella misma durante su infancia y adolescencia. Un hombre rudo y una madre más abierta que tratan de ser muy educados y que su hija salga de ese estamento social que los oprime.
Sin embargo parece que al padre no le da mucha alegría interior que su hija salga del entorno social en el que ellos viven, solo el disfrute que su hija haya sacado plaza en un instituto de Lyon, le hará que los demás los vean en otro ámbito social, no solo en el de tenderos y obreros en la necesidad. Eso es lo que verdaderamente le importa y le hace feliz.
Los planteamientos de Ernaux no te dejan indiferente, está reivindicando un respeto en la sociedad hacia los lugares, hacia las personas trabajadoras más humildes, hacia ese escalonamiento social que no se preocupa de los que menos tienen y de los que viven en condiciones más precarias.
Aplaudo la valentía de hablar sin trabas de sus raíces, de sus relaciones familiares más íntimas, de lo que ocurre en un sencillo lugar de provincia donde la gente trabaja pero tienen dificultades para darse caprichos, para vestir bien o para disfrutar como hacen otros de vacaciones, playas, fiestas…
Ernaux escribe con facilidad aquello que ha vivido y “sufrido” en su infancia, es capaz de acercarte a una situación que para ella ha sido crucial en su vida y le ha hecho concienciarse ante los grandes problemas de la sociedad, es por ello que aún la vemos en las foros y manifestaciones más reivindicativos, a pesar de sus premios y de su merecido reconocimiento como escritora.
Mientras esperaba su primer empleo, Ernaux pensó: “Tendré que contar todo esto”. Quería hablar, escribir sobre su padre, sobre su vida, y esa distancia que surgió entre él y la autora durante su adolescencia. Una distancia de clase, pero especial, que no tenía nombre. Como el amor dividido. Así que empecé una novela en la que él era el protagonista. Sensación de asco a mitad de la narración”. “Nada de poesía del recuerdo, nada de alegre regocijo. Escribir de una forma llana es lo que me resulta más natural…”
Y es así, de forma llana como nos relata su vida y la de sus padres, sin adornos, sin buenas palabras que endulcen los párrafos, por eso al principio dije que es una novela dura, pero entrañable, porque manifiesta todo lo que en su interior vivió aquellos años. Ha sido muy valiente Annie Ernaux relatando su propia vida y la de sus familiares más íntimos.
Yo recomendaría este libro al alumnado de bachillerato para que tomaran conciencia de otra época y de otras personas que no lo tuvieron fácil y que sin embargo han pretendido cultivarse y llegar a lo más alto, a pesar de sus orígenes, como ella misma dice.
Para saber más
DW Español: La Academia Sueca destaca su «coraje y agudeza clínica» y su aporte a la literatura internacional. La escritora francesa, de 82 años, ha revolucionado el género de la autobiografía en su búsqueda de las libertades de las mujeres, así como el género de la novela social. https://youtu.be/Gjlqs87UN0Q
RTVE Noticias https://youtu.be/8k-iwWn48jY
RTVE Noticias “El Nobel de Literatura es algo inmenso teniendo en cuenta mis orígenes” https://www.youtube.com/live/eZXbAjb7Ioc?feature=share