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La confirmación de Betsy DeVos como secretaria de Educación del gobierno de Donald Trump depende, actualmente, del voto decisivo del presidente del Senado y vicepresidente del gobierno, Mike Pence. Sin apoyo entre los demócratas y, de momento, con dos votos en contra de dos senadoras republicanas -Lisa Murkowski, de Alaska, y Susan Collins, de Maine-, la candidatura de DeVos recibiría 50 votos a favor y 50 en contra. Y solo Pence podría romper el empate. Sin embargo, el demócratas intentarán sumar aliados entre los senadores republicanos hasta el último momento.
La elección de DeVos ha sido muy controvertida por varios motivos:
El primero, por su nula experiencia en el sistema educativo público. De hecho, demócratas, sindicatos de maestros, personal y algunos medios de comunicación solo entienden su nombramiento por la generosa donación que ha hecho esta multimillonaria, miembro activa de los republicanos de Michigan, al partido y a la campaña de Trump.
«No es experta en pedagogía, ni en planes de estudios, ni en cuestiones de la Administración y la escuela. De hecho, no tiene credenciales o la experiencia apropiadas para merecer un lugar como este, tampoco para gestionar el presupuesto público de educación. Es, en esencia, una lobbista -alguien que ha utilizado su extraordinaria riqueza para influir en cuestiones sobre educación y para conducir el debate hacia sus convicciones ideológicas-«, decía en una de sus editoriales el Detroit Free Press.
Y es que, DeVos ha trabajado mucho en Michigan para aumentar las ayudas públicas a las escuelas charter, escuelas privadas que ponen en marcha maestros, padres o asociaciones por cuenta propia y que no forman parte del sistema educativo público, pero reciben subvención -lo más parecido aquí serían los centros concertados-.
Desde el banco de los demócratas también temen que la candidata a secretaria de educación promueva la inclusión de contenidos religiosos en la escuela o que sus creencias cristianas conservadoras afecten determinados colectivos.
Además, en su audiencia ante el Senado hace unos días, a DeVos se la vio perdida cuando se le preguntó por su posición sobre el actual sistema de evaluación de las escuelas. Mostró total ignorancia sobre el programa IDEA de ayuda a la inclusión. Y terminó su comparecencia con un esperpéntica intervención, sobre la entrada de armas en las escuelas. La probablemente futura secretaria de Educación de los EEUU, dijo que los estados debían regular esta cuestión y que entendía que en lugares como Wyoming (Michigan) las armas en la escuela podrían ser necesarias para enfrentarse a los osos pardos.