Esta mañana los sindicatos educativos se reúnen con el director de Ordenación Académica para hablar del cambio de los temarios actuales de las oposiciones, de alrededor de 1994. Según explica Voro Benavent (STEs), en un primer momento se habló de la actualización de algunos temarios, como los relacionados con las asignaturas tecnológicas.
Pero lo que empezó por una actualización se ha acabado convirtiendo en la adaptación de dichos temarios al currículo de la LOMCE.
Una motivación que los sindicatos no comprenden dado el hecho de que comienza ahora la negociación de los 15 puntos del que será el Pacto educativo, sustento de una nueva ley educativa.
“¿Qué necesidad hay de adaptar los temarios a la Lomce?”, se pregunta Benavent. También lo hace Francisco García, secretario general de FECCOO, quien ayer en una rueda de prensa también mostró su desacuerdo con el hecho de que se abra la negociación para adaptar unos temarios al contenido de una ley que presumiblemente será modificada en un plazo breve de tiempo.
El caso es que en la última Conferencia Sectorial, Ministerio y comunidades autónomas llegaron al acuerdo de hacer esta modificación a partir del año 2020, precisamente en mitad del proceso extraordinario que pretende reducir la interinidad.
Un proceso que más que ser extraordinario, dados los cambios realizados por el Ministerio en el decreto 276/2007, se ha convertido en un proceso ordinario con el que se pretenden cubrir miles de puestos de trabajo interino.
Para Maribel Loranca, secretaria de Enseñanza de FeSP-UGT, el Ministerio no asume el hecho de que el procedimiento es extraordinario a pesar de que se ha firmado un acuerdo con el Gobierno central y que ha entrado en la Ley de Presupuestos del Estado.
En la rueda de prensa de CCOO en la que se presentó un informe jurídico sobre la viabilidad del procedimiento de oposiciones planteado por los sindicatos y rechazado por Educación y por las CCAA gobernadas por el PP, se habló de que tal vez con las reglas impuestas desde la Administración educativa es posible que no se llegue a reducir al 8% la interinidad.
Siendo las pruebas eliminatorias, como pretendían Gobierno y PP, es posible que no se consigan las cifras esperadas de aprobados para eliminar el exceso de interinidad.
Además de que presumiblemente dejarían fuera a muchos interinos que en los últimos años han tenido que presentarse sí o sí a diferentes oposiciones a sabiendas de que no conseguirían la plaza, por su escasez.
Para Loranca, esta decisión del Ministerio “es un fallo del PP” que ha supuesto la ruptura de la paz social en algunas comunidades autónomas, así como un varapalo para colectivos de interinos, incluidos los más recalcitrantes.
Un procedimiento jurídicamente viable
CCOO ha preparado un informe jurídico con el que ha intentado dar respuesta al Ministerio de Educación cuando ha dicho que las propuestas de los sindicatos sobre que las pruebas no fueran eliminatorias o que la ponderación de la experiencia fuera mayor (hasta un 45%), creaban inestabilidad jurídica al ser contrarias a los fundamentos de igualdad, mérito y capacidad.
En dicho informe, la abogada Carmen Perona ha repasado la jurisprudencia relativa a estos temas para llegar a la conclusión de que hasta ahora los procesos extraordinarios como el que reclaman los sindicatos están sujetos a derecho.
CCOO asegura que procesos similares se pusieron en marcha con la Logse y con la LOE sin que fueran criticados jurídicamente, ni por el PP en la oposición, ni por ANPE, el único sindicato de la mesa que defiende que las pruebas sean eliminatorias.
Cuestiones como la ponderación de la experiencia ya están recogidas en sentencias del Tribunal Constitucional que avalan que esta pueda tener un peso de hasta el 45% dentro del concurso oposición. Un porcentaje que con el sistema aprobado por el Ministerio queda muy por debajo.
De la misma manera, que las pruebas no sean elminiatorias no debería ser un problema cuando el procedimiento estuvo en vigor entre 2007 y 2011 precisamente con el mismo motivo, reducir el exagerado porcentaje de interinidad. CCOO defiende que pudiendo suspender alguna de ellas, los opositores tienen más posibilidades de demostrar cuáles son sus conocimientos que en el caso de que en alguna de las pruebas sean descartados. La nota que contaría sería la media de las 3 pruebas y no sería inferior al aprobado.
El sindicato sostiene que el sistema en realidad no perjudica ni a los interinos ni a los nuevos opositores que todavía no lo son. Al revés, habría cabida a más plazas docentes.
“Teníamos claro que el sistema que propusimos es legal”, asegura Maribel Loranca, secretaria de Enseñanza en la FeSP-UGT, “si no, no lo habríamos presentado”.
En este sentido, desde CCOO señalaron que el Ministerio no ha sido capaz de estimar cuántas deberían ser las plazas necesarias cada año, de la suma del proceso extraordinario y de las plazas que quedaran por cubrir de la tasas de reposición. “No está liderando el proceso”, decía Francisco García, secretario general del sindicato.