Esta información ha sido publicada en el blog Educa.Barcelona de El Diari de l'Educació
La experiencia personal en educación es muy valiosa, pero lo interesante es complementarla con el método científico para aumentar las probabilidades de lograr nuestro objetivo. Esta es la tesis que el biólogo e investigador en psicología del aprendizaje Héctor Ruiz Martín planteó en el marco de la presentación del curso 2024-2025 de Educaixa.
Hoy en día nadie niega que detrás de una operación quirúrgica hay un conocimiento y unas evidencias médicas, explica Ruiz, pero no siempre ha sido así, sino que la experiencia, la tradición y la autoridad han guiado durante siglos algunas decisiones de la medicina.
Por eso, aboga por acercarse a la ciencia también en el mundo de la educación, para obtener más información. “No estoy diciendo que no debemos hacer caso de la experiencia personal, sino que si la podemos complementar con información científica para mejorar la visión, mejor”, afirmó en una conferencia en el CosmoCaixa de Barcelona que se siguió en streaming en los diferentes CaixaForums del territorio español: Barcelona, Lérida, Tarragona, Palma, Valencia, Zaragoza, Sevilla y Madrid.
Limitaciones
“La experiencia personal es un valor, pero tiene sus limitaciones. No podemos pensar que con ella será suficiente. El conocimiento científico tiene limitaciones, y la experiencia personal también”, sostuvo el investigador, experto en cómo aprende el cerebro y cómo aplicarlo a la práctica educativa.
Así, fiarse solo de la experiencia comporta algunos “sesgos cognitivos” debido al funcionamiento del cerebro, como sesgos de percepción o de interpretación, porque nos puede llegar una información y nosotros reinterpretarla según nuestras ideas o expectativas. También citó la memoria sesgada, porque no recordamos todo de la misma manera, y esto da lugar a conclusiones también sesgadas.
Disonancia cognitiva
Como muestra, la idea de que la Tierra era el centro del Universo. Para explicar que la Tierra giraba alrededor del Sol, fue necesaria la ciencia. Y esto dio lugar a una “disonancia cognitiva” para muchas personas de la época, como una especie de conflicto interior en el que unas ideas profundas y arraigadas quedan en duda.
En el terreno de la educación, Ruiz hizo referencia a una investigación sobre competencia lectora en alumnado de 4º de primaria, en la que un método funcionaba más que otro, y es que son muchos los factores que dependen del aprendizaje. Aun así, consideró el método científico como “una de las mejores herramientas que tenemos para discernir qué efecto tiene cada una de las variables del aprendizaje”.
Héctor Ruiz dirige la International Teaching Foundation y es un referente internacional en temas de aprendizaje, memoria, educación basada en evidencias científicas. Ha investigado en universidades de EE.UU. y en la NASA, ha asesorado gobiernos de diferentes países en materia de educación y es autor de los libros “¿Cómo aprendemos?” (2020) y “Conoce tu cerebro para aprender a aprender” (2020).