Una de las primeras actuaciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá al llegar al cargo fue, estando todavía sola al frente de la cartera, sin gabinete, sin secretario de Estado, retirar del orden del día de la Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado (CEE) el proyecto de Real Decreto de becas que había presentado Íñigo Méndez de Vigo.
Esto sucedió el pasado día 11 de junio. La Permante tenía que reunirse el 12 para aprobar, entre otras cosas, el dictamen sobre este proyecto.
Durante la toma de posesión de Alejandro Tiana como secretario de Estado de Educación, una de las conversaciones que más se escuchaban entre la asistencia tenía que ver precisamente con este Real Decreto. El tiempo se le echaba encima al Ministerio para tener listo un nuevo texto antes del verano y que se pudieran convocar en tiempo las becas.
El sistema concebido en tiempo de José Ignacio Wert cambió por completo la concepción de las becas como un derecho subjetivo, derecho aplicado por los gobiernos socialistas. La idea era que cualquiera que solicitase beca tendría derecho a ella si cumplía con los requisitos económicos.
Wert primero y Méndez de Vigo después introdujeron el concepto de «excelencia» en las convocatorias, imponiendo una nota mínima para optar a las becas de primera matrícula, también para las subsiguientes. Además de esto, se impuso una fórmula para el cálculo de las cuantías que ha causado una gran cantidad de críticas. Nadie, cuando solicita la beca y se la conceden, sabe exactamente qué cobrará hasta muchos meses después.
Precisamente estas razones han convertido al de las becas en uno de los temas bandera del PSOE cuando estaba en la oposición. Querían recuperar la el carácter de derecho que siempre le han dado. De ahí la extrañeza entre varios de los consejeros del CEE al recibir comunicación de que el próximo 5 de julio se reunirán para tratar del mismo decreto sobre el que ya han tratado.
Como asegura Carles López, representante de CANAE y consejero del Consejo Escolar, «no nos gusta el anterior decreto».
Desde la Secretaría de Estado de Educación han confirmado que efectivamente el texto que se tramitará en el Consejo Escolar es el mismo con el que se había trabajado ya. También se afirma que el texto que se apruebe finalmente contendrá algunos cambios sobre el que presentada el anterior equipo de Educación. Eso sí, no se han confirmado estos cambios.
Algo que el propio Carles López confirma a este periódico. No se puede concretar qué cambios serán todavía, pero confía en que estarán relacionados con la bajada de los requisitos académicos (una bajada de las notas necesarias para conseguir las becas). El otro elemento que podría sufrir cambios sería la subida de las cuantías fijas.
En el aire, las dudas en relación a cómo o de dónde sacará el Ministerio de Educación el dinero para asumir cualquiera de los dos cambios.
En cualquier caso, parece que ha primado la urgencia de comenzar los trámites del decreto de becas más que el cambio de las condiciones para conseguirlas. Al menos de momento.
Tras el Consejo Escolar del Estado, el decreto debe ir al Consejo de Universidades, también por el Consejo de Estado antes de ser enviado al Consejo de Ministros. La posibilidad es que se enviara el texto retirado al CEE para después incluir las enmiendas, con más tiempo, previstas por algunas de las organizaciones como CANAE, CCOO o UGT.
Para Carles López, es necesario que salga adelante lo antes posible el texto, dadas las fechas. Pero también lo es que de cara al siguiente año haya un cambio profundo en el sistema de becas, más allá de los cambios que puedan introducirse en este curso.